Una regla de oro de la antigüedad dice "Trata a los demás como querrías que te tratasen a ti". Tengamos presente esta regla al leer esta columna, por cuanto existe una acalorada disputa en torno a la inmigración, en relación con la cual el Gobierno, los partidos políticos, el oficialismo y la oposición parecen haberse enfrascado en una estéril discusión llena de acusaciones de racismo, xenofobia, de dimes y diretes, que lo único que ha logrado sacar en limpio es distraer la atención de aquello que importa: ¿cómo deberemos "tratar" a los inmigrantes que llegan a Chile en busca de nuevas oportunidades? ¿Acogerlos de buena forma? ¿Restringir su ingreso, negarles la estadía y mandarlos de vuelta?
Hay una famosa canción compuesta por Chito Faró, parte de cuya maravillosa letra resalta y destaca la cordialidad del pueblo chileno, y dice así: "Si vas para Chile (…) campesinos y gentes del pueblo te saldrán al encuentro viajero y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es extranjero". Canción de la que estábamos muy orgullosos. Hoy en día, la misma canción se está usando de manera irónica y burlesca ante las múltiples muestras que está dando una parte del pueblo chileno y la clase política gobernante de clara xenofobia, es decir, de rechazo hacia ese inmigrante.
Una pregunta que es preciso plantear: ¿qué sería de Osorno, la Región de Los Lagos y varias otras regiones de Chile sin el trabajo, el esfuerzo, dedicación y perseverancia de miles de ex colonos y descendientes de extranjeros alemanes, italianos, españoles, árabes, etc., en favor del progreso de nuestro querido Chile?
La pregunta es válida si consideramos el "enrarecido" clima que prima hoy, ya que basta con leer la prensa, oír las declaraciones públicas, mirar las noticias en TV, etc., para advertir que hay algo que camina chueco. El tipo de lenguaje utilizado hace que suenen las alarmas de alerta, ya que éste tiene fuerte influencia en los estados de ánimo, opiniones y conducta de las personas: "¡Invasión de haitianos en el Registro Civil!", "¡Tsunami de peruanos en Santiago!", "¡Oleada de bolivianos llega a Chile!", "¡Colombianos azotan las costas del norte de Chile!", etc.
El problema es que conceptos como "invasión", "tsunami", "oleada", "azote", se asocian en el inconsciente colectivo con cosas destructivas, y a través del lenguaje utilizado por los medios de prensa y las declaraciones de nuestros líderes políticos se va "modelando" e instalando a la inmigración en nuestra mente como una gran amenaza, más que una posible oportunidad de ampliar nuestros horizontes. ¿Cómo querríamos ser tratados nosotros en el extranjero?
Franco Lotito, académico
e investigador de la UACh