La Escuela F-335 de Cayurruca, situada a 24 kilómetros de Río Bueno, resultó totalmente consumida a raíz de un voraz incendio. Trascendió que el fuego comenzó en la sala de materiales del establecimiento a raíz de un cortocircuito. El colegio, perteneciente al municipio, era un edificio inaugurado en 1981.
"La gente debe tener paciencia. La farmacia empezó con 150 medicamentos y ahora tenemos casi 700"
Felipe Hidalgo, director técnico
de farmacia vecinal de Osorno
"Estuve leyendo estas cuatro cartas y me las llevo, una para mi familia y otras para mí y mi pololo"
Elizabeth Méndez, fue a buscar una carta al Viejo Pascuero en Correos Chile
Casi medio siglo debió esperar La Unión para hacer realidad el sueño de los vecinos y autoridades que ya a mediados del siglo pasado propusieron tímidamente transformarla en capital provincial. Ayer, con la aprobación del proyecto que crea la Región de Los Ríos, La Unión se acerca a ese sueño de larga data.
Extraño es el caso de la línea de colectivos 2-D que hace el recorrido a Ovejería Alto. Las poblaciones encaramadas sobre los cerros de este sector lucharon para tener su propia línea de colectivos, y cuando se consigue, los choferes ya anuncian que peligra la permanencia del servicio porque no quieren destrozar sus vehículos.
Finalmente, los Toros coronaron su temporada futbolística con canasta completa. Después de la alegría desbordada del sábado 10 de diciembre, cuando el triunfo por 3-1 sobre Recoleta abrochó el merecido ascenso de Provincial Osorno a la Segunda División en un Estadio Parque Schott repleto de público, el fin de semana recién pasado el plantel remató de la mejor forma su campaña: goleó por 5 a 0 a Juventud Salvador en la comuna de Lo Espejo, en la Región Metropolitana, inscribiéndose así como el justo campeón de la Tercera A. Ha concluido así un año deportivo excepcional para el Provi, que estuvo prácticamente durante todo el torneo encaramado en las posiciones de avanzada, siempre con las opciones claras de regresar al profesionalismo luego de la travesía que se inició en 2012, cuando una serie de desafortunados eventos lo arrojó sin apelación alguna al amateurismo.
Detrás del ascenso y campeonato de Tercera A hay dos grandes responsables. Si bien en este logro han confluido numerosas voluntades, partiendo, por supuesto, por los jugadores que ganaron el derecho en cancha, es ineludible destacar el rol que cumplieron dos personas: Marco Millape, el entrenador que se hizo cargo del proyecto deportivo en los aciagos días de la desafiliación; y Susana Albial, la dirigenta que asumió la presidencia del club y que a punta de gestión y voluntad supo darle sustento a una institución que pocos años antes había tocado fondo.
A pesar de que en la hora de los triunfos no faltan quienes desde las más impensadas veredas intentan arrogarse la autoría de los éxitos, son Marco Millape y Susana Albial los constructores del nuevo Provincial Osorno, que de aquí en más tendrá que evaluar su transformación institucional para encajar en las exigencias normativas de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), por una parte; e incrementar, por la otra, los apoyos financieros para que los Toros continúen escalando en la meta que de seguro comparte toda la ciudad: regresar a la Primera División. En esta cruzada tendrán que converger las autoridades municipales, que ya han anunciado su compromiso; y las empresas de la zona, en particular aquellas que representan al corazón productivo de la provincia.
En la actualidad, 8 de cada 10 chilenos tienen problemas de salud odontológica, y 7 de cada 10 no tienen forma de resolver esos problemas. Existe acuerdo en que la salud bucal de los chilenos y chilenas debe ser una prioridad del Estado. Sin embargo, y a pesar de los diversos programas que se han desarrollado en este sentido, tenemos todavía un trecho demasiado amplio por recorrer.
Recientemente, preparamos y aprobamos en el Senado un proyecto de acuerdo con respaldo transversal, en el que solicitamos al Gobierno analizar la implementación de una Dirección Nacional de Odontología, que cuente con los recursos suficientes para responder a las necesidades reales tanto en materia de control como de prevención de la salud bucal de la población, especialmente allí en los grupos más desposeídos, que son los que menos acceso tienen a una atención oportuna y de calidad.
Cuando decidí estudiar Odontología lo hice pensando en que se trataba de una profesión hermosa y exigente, que me permitiría no sólo un amplio desarrollo profesional, sino también la oportunidad de servir a la comunidad. Eran, por cierto, tiempos distintos a los actuales, en los que el servicio público era una aspiración generalizada entre los estudiantes y los profesionales jóvenes que tenían la posibilidad de formarse en alguna de las pocas escuelas de odontología del país. Hoy son muchas más las posibilidades de acceder a una formación profesional, hay escuelas de odontología en la mayoría de las regiones del país y el número de profesionales egresados de ellas debería ser más que suficiente para cubrir las necesidades del país.
Esta nueva realidad trae consigo también nuevos desafíos. Es necesario establecer los incentivos adecuados para que los jóvenes profesionales dediquen cuando menos parte de su tiempo de trabajo al sector público. Asimismo, debemos avanzar en asegurar que esos jóvenes que se suman a la profesión sean formados en la excelencia.
Se ha planteado la necesidad de contar con un examen único nacional para los cirujano-dentistas similar al que se aplica a los médicos, que garantice así determinados niveles de calidad. La odontología no puede seguir siendo el pariente pobre de la medicina en la salud pública. Y tampoco puede convertirse en un privilegio al que sólo puedan acceder los deciles más acomodados de la sociedad chilena.
Rabindranath Quinteros Lara, senador por Los Lagos