A pocos días de terminar el año es buen momento para hacer un alto, ver lo que éste nos ha dejado y sacar cuentas de lo que es necesario mejorar, en distintos planos de la vida diaria y también en nuestra relación con las personas que nos rodean.

En tiempos en que, a veces, parece que nadie escucha a nadie, ha pasado a ser un lugar común plantear la idea de que "tenemos derecho a esto o a lo otro", o que "esto me corresponde". Así, la noción de los derechos termina formulándose en términos absolutos y simplistas, sólo desde la perspectiva del que reclama ese derecho.

Ejemplos hay muchos. Ahora mismo, la reforma al Código de Aguas que se discute actualmente en el Congreso Nacional, así como todas las reformas legales de que conocen los parlamentarios, permiten conocer el punto de vista de cada uno de los actores e instituciones involucradas, en que cada cual desde su visión y en función de sus intereses reclama porque se le tome en cuenta y se respeten sus derechos. Sin embargo, todo derecho también implica deberes, responsabilidades, no sólo personales sino también colectivas, por cuanto formamos parte de una sociedad que debemos construir juntos. Así entonces, volviendo al ejemplo de la reforma al Código de Aguas, ante el innegable escenario de escasez hídrica que vivimos, se empobrece el debate público al quedar cada cual centrado en su propio interés y no abrirse a soluciones que comprendan el tema en toda su amplitud y en función del bien general de todos.

Un lenguaje de los derechos en que cada uno vela individualistamente por su propio interés, nos puede llevar a situaciones lamentables como sociedad. Hace pocos días, en Temuco, después de horas de haber sido torturado por personas adultas, un menor de 13 años de edad fue asesinado. De acuerdo a lo informado por los organismos públicos competentes, el menor se había fugado de un centro de atención del Sename, lugar al cual había sido derivado por no contar con una red de apoyo familiar, lo que torna más dramática la situación. Los victimarios lo acusaban de haber abusado de una niña de cinco años, así que les pareció "su derecho" hacer justicia por sí mismos. Aun cuando es un caso extremo, nos ayuda a reflexionar sobre la importancia de cuidar el lenguaje de los derechos.

Jaime Sotomayor Neculman, Abogado, Magíster en Gestión Pública

El gobierno ha confirmado que dará prioridad a la presentación ante el Congreso de una reforma a la ley migratoria, sin duda una necesidad, considerando la realidad que vive y seguirá experimentando el país. Tener una ley moderna es necesario, entendiendo que este es un fenómeno global y por tanto la migración es una realidad en países con economías abiertas, como el nuestro, cuestión que es posible observar estos días sobre todo en actividades como el comercio.

El anuario del Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior reveló que la llegada de extranjeros a Chile ha crecido 123% en los últimos 13 años. Se trata de 411 mil personas, que hoy representan el 2,3% de la población del país. Predominan personas que vienen de países fronterizos, como Perú y Bolivia, y de otras naciones sudamericanas, como Colombia.

La mala impresión que una parte de los chilenos tienen de los inmigrantes es motivo de preocupación y debe indagarse qué motiva el prejuicio, porque la xenofobia es el miedo, hostilidad y hasta odio al extranjero, con manifestaciones que van desde el rechazo más o menos manifiesto, el desprecio y las amenazas, hasta las agresiones.

Tanto como la nueva ley, se exige que el Estado eduque a la población con el fin de integrar a estos inmigrantes, porque de lo contrario podría ser perjudicial para todas las partes. El fenómeno migratorio comenzó a ser tema de conversación en Chile de la manera menos aconsejable, por comentarios destemplados y que poco aportan a un debate que integre y no divida a la sociedad.

No puede negarse que hay un incremento de la xenofobia, que se explica, en parte, por una tendencia global, donde el fenómeno de la migración se replica particularmente desde países más pobres, a otros más ricos y Chile está recibiendo muchas personas de naciones latinoamericanas que enfrentan problemas económicos y sociales. Un nuevo marco legal que entienda los tiempos actuales, no para cerrar las fronteras, es ciertamente necesario, pero el país debe entender que éste es un fenómeno irreversible.

30 años | 18 de diciembre de 1986

Estafador se hacía pasar por cabo de Ejército

Un sujeto que se hacía pasar como cabo de Ejército y para dar mayor credibilidad usaba el pelo corto además de un revólver a fogueo, fue detenido por la Policía de Investigaciones acusado de realizar diversas estafas, solicitando dinero a cambio de puestos de trabajo. Fue identificado como "El Indio" con domicilio en población Schilling.

20 años | 18 de diciembre de 1996

Guerra contra lanzas en el centro de la ciudad

Una verdadera guerra contra los "lanzas" iniciaron detectives osorninos en víspera de las festividades de fin de año en esta ciudad, lo que se traducirá en dispositivos especiales preventivos que consideran patrullajes de rutinas en calles céntricas y áreas de mayor afluencia de personas como el terminal y galerías.

30 años | 18 de diciembre de 2006

Bajan reservas hoteleras para fiestas de fin de año

Año Nuevo es sinónimo de fiesta, baile y alegría. Teniendo estas actividades como pilar fundamental, no es raro escuchar los múltiples panoramas para fin de año. No obstante, sólo los que habitamos en la zona podremos disfrutar de los festejos, debido a la baja en las reservas hoteleras para las fiestas de fin de año.