Secciones

Purranquina vuelve a oír tras ser sometida a un implante coclear

SALUD. Magdalena Gómez (40 años), quien estuvo 4 años con sordera total, recibió el procedimiento quirúrgico gracias a la postulación que realizó el Hospital San José de Osorno a los programas nacionales que financian el dispositivo, avaluado en 20 millones de pesos.
E-mail Compartir

Rodrigo Gómez

Cuando los audífonos ya no son suficiente para las personas con discapacidad auditiva y son candidatos predilectos, se les puede someter a una cirugía para ingertar un implante coclear dentro del sistema auditivo de los pacientes. El procedimiento se realiza en Santiago, pero ha beneficiado a purranquinas en los últimos dos años.

"Los implantes cocleares son un dispositivo electrónico, que a diferencia del audífono son un amplificador de sonido (...). Esta cirugía funciona en pacientes con una sorderas severas a profundas, en las que el audífono no funciona porque no hay un remanente auditivo de funcionamiento del oído", aseguró el otorrinolaringólogo del Hospital San José Osorno, Francisco Gómez.

El procedimiento consta de dos partes, según explicó Gómez: una de ellas en que a través de un electrodo injertado en la coclea del oído mediante cirugía; y la segunda, del procesador que va en la parte externa y que transforma el sonido en estímulos eléctricos que estimulan el nervio auditivo.

"De esa manera el cerebro lo procesa como sonido, entonces, es distinto al audífono, que funciona como micrófono", manifestó el médico.

A esa cirugía se sometió Magdalena Gómez (40 años), quien comenzó a perder su audición a los 20 años y que fue dignosticada con hipoacusia hereditaria, que es básicamente la pérdida gradual de la audición.

En mis zapatos

"Mi caso es hereditario, ya que lo tuvieron mi papá, mis tías y hermanos -una de ellas operada también-, pero recién me preocupé cuando me afectó el otro oído", recuerda Gómez, quien acude periódicamente a los controles luego de haberse sometido a la operación en su oído.

La cirugía fue hace un año en el Hospital Barros Luco en Santiago y recuerda el día como si fuera hoy: "Me operé el 24 de agosto de 2015. Cuando yo perdí mi audición, me sentía pésimo".

Cuando Gómez comenzó a perder la audición trabajaba como asesora del hogar, pero dado el problema padeció una depresión que la imposibilitó de continuar. Al mismo tiempo, uno de los médicos que la trataba cerró las puertas para una posible operación, explicándole el alto costo e instándola a solicitar una pensión de invalidez.

Con voz temblorosa, la mujer contó que "cuando me dijo eso casi me morí, porque yo todavía era joven y no escuchaba nada. Tenía que salir con alguien porque solamente miraba, porque si alguien me hablaba no escuchaba nada y podía ser peligroso".

Respecto a la terapia que lleva para una rehabilitación completa, la beneficiada describió que consiste en escuchar distintos sonidos, tales como graznidos, ladridos, maullidos o el sonido de la lluvia, entre otros, los cuales debe asociar con láminas que le facilitan.

"Esa es parte de la terapia que hago, porque aún hay algunos sonidos que no escucho. Por ejemplo, el auricular del teléfono no lo escucho a menos que sea con altavoz y solo las voces de mis hijos, porque si me llama alguien que no conozco se me hace más difícil poder comunicarme", comentó Gómez, quien asegura que para una rehabilitación efectiva deberá estar entre dos a tres años con ejercicios auditivos.

En su caso, en noviembre de 2017 tendrá nuevamente un control postoperatorio, que irá de la mano con nuevos ejercicios.

"Esta operación les permite volver a escuchar y desarrollar su lenguaje, rescatando varias capacidades que fueron perdiendo en el tiempo", destacó el otorrinolaringólogo Francisco Gómez.

En efecto, en esa línea Magdalena pretende recuperar parte del tiempo perdido y el próximo año estudiará. La mujer sólo llegó hasta sexto básico "así que tengo que terminar mi básica y luego terminar mi enseñanza media. Es una meta y ya pronto tengo que matricularme", indicó.

Hermanas

Dado el alto costo del procedimiento quirúrgico, que bordea los 20 millones de pesos, las personas que son candidatas a la operación, según parámetros médicos, son postulados por los hospitales para que puedan ser seleccionados e intervenidos.

En el caso de los adultos, los cupos son limitados en todo Chile y están acogidos al Programa de Implantes Cocleares Fonasa-Minsal. El llamado a postulaciones se hace 2 veces al año y según afirmó el otorrinolaringólogo, muchas veces hay personas que quedan en lista de espera.

Sin embargo, este año fueron dos pacientes adultos del hospital de la ciudad los que resultaron seleccionados para el procedimiento.

A ese programa accedió este año Cecilia Gómez (49 años) -y que es hermana de Magdalena- que fue implantada en agosto pasado y fue parte de los 3 usuarios que anualmente son candidatos a la operación, los que llegan hasta el Hospital Base San José de Osorno.

"Anda en Santiago en su control para calibrar su audífono", contó Magdalena.

Debido a que su operación es reciente, a Cecilia se le dificulta conversar por teléfono, pero su esposo, Alejandrino del Río, desde la capital aseguró que se encuentra con buen estado de ánimo y en proceso de rehabilitación, terapias que se desarrollarán en el hospital de la ciudad.

Rehabilitación

En cuanto a la rehabilitación, la fonoaudióloga del Hospital San José de Osorno, Lorena Swart, aseguró que una de las primeras evaluaciones a las que se deben someter las personas implantadas es "un examen que se llama prueba de percepción del habla a través de estos implantes. Según eso, uno elabora un plan terapéutico específico para cada paciente".

Asimismo, manifestó que la rehabilitación dependerá de cada paciente, ya que también ayuda la red de apoyo familiar con la que cuente cada persona sometida a la operación.

En los adultos que tienen la condición de poslocutivos (perder la audición después de desarrollar el lenguaje), Swart asegura que tal proceso puede darse con mayor facilidad.

"Pueden ser máximo tres años de rehabilitación para dejarlos casi escuchando muy cercano a lo normal o muy funcional. Eso dependerá de las habilidades que tengan los pacientes".

Según los comentarios que recibe la profesional de parte de los pacientes implantados, ellos describen su nueva capacidad auditiva como "novedosa", ya que comienzan a escuchar "como un robot o como que estuvieran debajo del agua escuchando".

En niños el tratamiento resulta ser más complejo: "Hay un niño que lo diagnosticamos a los 6 meses y le pusimos audífono a los 9. Lo implantaron a los cinco o seis años, tiene 10 y aún está en terapia".

La especialista explicó que el extenso tiempo en el caso de los niños se debe a que requieren de mayor apoyo para desarrollar el lenguaje.

Los menores de edad están cubiertos por prestaciones Auge-Ges hasta los cuatro años y; por programas de la Junaeb para niños y adolescentes entre cuatro y 15 años que estén matriculados en establecimientos municipales, subvencionados o especiales.

Prevención

En tanto, desde hace un año en el Hospital San José están realizando exámenes preventivos a los niños que nacen en el lugar.

"En este hospital hay un programa de pesquisa y a todos los recién nacidos de este hospital los sometemos a un screening auditivo, es decir, una evaluación", afirmó el facultativo de la audición.

Gómez aseguró que "uno de cada mil niños puede nacer con algún tipo de sordera en la población general".

A la fecha, gracias al examen se ha logrado detectar a siete niños con problemas auditivos nacidos en el recinto hospitalario; seis con sordera unilateral, la que afecta uno de sus oídos, y uno con hipoacusia bilateral moderada, la que puede ser tratada con los tradicionales audífonos.

"Antes pasaba que los niños se diagnosticaban a los cuatro años como promedio en Chile y en ese momento ya es tarde, porque no están desarrollando lenguaje. En este caso, entre más precoz sea el diagnóstico y el tratamiento, mejor resultado desde el lenguaje y la adaptación va a tener", manifestó Gómez.

Audición

Diagnóstico Para que los pacientes puedan ser candidatos deben tener una sordera severa o profunda.

Examen A través de la prueba de percepción del habla se determina el tratamiento que llevará cada paciente con el implante.

"Pueden ser máximo tres años de rehabilitación para dejarlos casi escuchando muy cercano a lo normal".

Lorena Swart Fonoaudióloga Hospital San José"

"Tengo que terminar mi básica y luego mi enseñanza media. Es una meta y ya pronto tengo que matricularme".

Magdalena Gómez Beneficiada con implante coclear"