Las primeras impresiones perduran por más tiempo del que se cree
PERCEPCIÓN. Un estudio de la U. de Cornell encontró que la gente es poco asidua a cambiar de opinión después de conocer a otras personas.
Cuando tenemos una cita amorosa, nos esforzamos por dar la mejor impresión e intentamos que todo salga perfecto. Tal preocupación tendría una justificación: las primeras impresiones son difíciles de olvidar y perduran por más tiempo del que se piensa.
Esa es la conclusión a la que llegó un estudio desarrollado por la Universidad Cornell, de EE.UU., que indagó cuánto calan en nuestra mente los primeros juicios que hacemos sobre personas, objetos y experiencias.
Opinión estable
Los especialistas encontraron que, en general, la gente es poco abierta a cambiar su opinión después de una primera interacción, lo que, sin embargo, no es algo "inherentemente malo", según dijo Vivian Zayas, profesora de Sicología de Cornell , a la revista Time.
En su análisis, el equipo estadounidense pidió a un grupo de 55 voluntarios que evaluaran si se harían amigos de cuatro mujeres basándose únicamente en fotografías de ellas. En una primera imagen, las mujeres aparecían sonriendo, mientras que en otra mostraban una expresión neutra.
Asimismo, los participantes debieron indicar si estas personas les parecían extrovertidas, agradables, estables emocionalmente, conscientes y/o abiertas a experiencias nuevas.
Al cabo de un par de meses, los académicos volvieron a contactar a los voluntarios para que participaran en un experimento que supuestamente no estaba relacionado con el anterior.
En esta oportunidad, los voluntarios se reunieron personalmente con una de las mujeres de las fotografías. De los 55 participantes, sólo cuatro recordaban haberla visto antes, por lo que fueron excluidos del estudio.
Interacciones
El resto pasó, cada uno, 20 minutos con la mujer. En esa interacción, ambos participaron en un juego de preguntas e intentaron conocerse lo más posible. Posteriormente, los voluntarios debieron contestar las mismas preguntas que se les habían hecho en el test anterior sobre la personalidad de las mujeres.
Según indicó la profesora Zaras, las respuestas de los individuos reflejaron una "fuerte consistencia" con lo que habían señalado la primera vez.
De esta forma, quienes habían declarado que la mujer en la foto les parecía agradable y tenía rasgos de personalidad atractivos, en general conservaron sus impresiones positivas después de conocerla cara a cara.
Lo mismo ocurrió en aquellos que la prejuzgaron negativamente: su opinión adversa se mantuvo. Zayas cree que lo llamativo de estos resultados es que "a pesar de las diferencias en las impresiones, los participantes estaban interactuando con la misma persona", según aseguró la experta a la revista Time.
Defensa evolutiva
Para los profesionales de Cornell, juzgar una persona, situación u objeto con una sola y breve interacción no es algo necesariamente malo.
Esto, porque, según explicó la profesora Zayas, nuestra tendencia a tomar decisiones sobre la gente en una fracción de segundo es parte de la naturaleza humana y una "defensa evolutiva" contra aquellos que podrían constituir un peligro para nosotros o que simplemente nos podrían parecer inadecuados.
Vivian Zayas recordó que los seres humanos son sociales por naturaleza y que, en ese sentido, cuando conocemos a alguien queremos saber quién es esa persona realmente.
"Estamos configurados para hacer esto y nos hemos vuelto expertos en reunir una gran cantidad de información de los rostros de las personas, cosas como el género y la etnicidad, pero señales más sutiles de la personalidad también", aseguró.
Pero este comportamiento no siempre traería beneficios, pues si bien en ciertos contextos y circunstancias puede ser útil, también puede privarnos de hacer amigos o redes de contactos.
El experimento
Primera impresión En una primera etapa, 55 voluntarios debieron evaluar las personalidades de cuatro mujeres a partir de un par de fotos. También tuvieron que indicar si serían sus amigos.
Encuentro Al cabo de un par de meses, los participantes conocieron personalmente a una de las mujeres. En general, las impresiones y opiniones se mantuvieron.
voluntarios 55
participaron en el estudio realizado por la Universidad Cornell para analizar las primeras impresiones. 4