"La aspiración de las estatales es que se nivele la cancha para garantizar calidad"
Una crítica posición sobre la reforma educacional mantiene a Oscar Garrido entre los rectores más activos en el planteamiento de las universidades estatales ante las modificaciones al sistema.
Aunque valora la gratuidad y la estima necesaria, el rector de la Universidad de Los Lagos sostiene que es imposible sostener el sistema con la actual desigualdad en los aportes fiscales a los planteles privados "tradicionales" y los del Estado.
-¿Qué visión tiene del proyecto de reforma educacional que impulsa el Gobierno?
-Que hoy día no hay proyecto de ley. Lo que hay son algunas propuestas generales que lamentablemente no han generado los consensos ni con el sistema de universidades del Estado, ni con el Cruch, ni con el sistema privado. Menos con éste último, que lo que quiere es seguir funcionando como está actualmente, sin regulación de aranceles. Por lo tanto, no hay consenso. Las estatales queremos reforma, pero en general con condiciones de simetría para el conjunto del sistema.
-¿Rescata algo de la actual propuesta?
-Yo creo que el mayor éxito que debo reconocer en las medidas que aplicó la Presidenta Bachelet, es avanzar en gratuidad. Nosotros hoy tenemos en primer año un promedio del 70% de alumnos con gratuidad. Si uno analiza el perfil de los estudiantes, casi un tercio de ellos no hubiera entrado a la universidad si no fuera por la gratuidad. Eso es un factor de movilidad social indiscutible.
-¿Cuál es su propuesta para seguir avanzando en gratuidad y lograr consensos en torno a ella?
-Yo creo que lo fundamental es impulsar un proyecto de ley. Eso implica capacidad de decisión y este Gobierno está en una etapa de retirada. Como hablar de Educación también tiene un componente ideológico, ahí es donde surge el temor sobre quienes gobiernan y cuál va a ser el énfasis en el proceso.
Inversión
-Pero la gratuidad ya parece un cambio...
-La gratuidad avanza, pero no hay marco regulatorio, se aumentaron las becas para las universidades privadas fuera del Cruch sin ninguna regulación y, además, se entregó un aporte a cada universidad del G9 -las privadas "tradicionales" del Consejo de Rectores- con el único propósito de dejarlas tranquilas. Y lo que se ofreció a las universidades del Estado es un préstamo con el Banco Mundial de $70 mil millones, pero que es un proyecto que ni siquiera está garantizado.
-¿Y cómo se distribuye el aporte estatal?
-Hay cinco universidades que están en un tramo de aportes del Mineduc de $1.400 a $.1500 millones. Esas universidades estatales son la U. de Playa Ancha, la U. de Magallanes, la U. de Los Lagos, la U. Arturo Prat y la U. de Atacama. Después hay un segundo grupo que recibe entre $3.900 a $5.400 millones. Y después hay un tercero que recibe entre $7.000 a $11.000 millones. Entonces es injusto cuando uno ve la prensa y dice "esta universidad está acreditada por menos años". Eso tiene una directa relación al financiamiento que recibe.
-¿Todo esto genera desencuentro entre los rectores del Cruch?
-Totalmente, hay roces. Por ejemplo en Valparaíso, la U. de Playa Ancha (estatal) recibe $2.300 millones, la UC de Valparaíso recibe $8.000 millones, la Santa María $11.000 millones, mientras que la U. de Valparaíso, que también es estatal, recibe $3.900 millones. Entonces, ¿por qué dos privadas triplican el aporte de dos estatales? Por eso la aspiración de las estatales es que se nivele la cancha para poder garantizar calidad.
-¿Cuánto recibe hoy la Universidad de Los Lagos de parte del Estado?
-Son $2 mil 500 millones por aporte fiscal directo. Eso representa aproximadamente el 10 por ciento del presupuesto total de la casa de estudios. O sea, somos estatales, pero con un aporte del Estado del 10%. Eso nos deja en la "cola", ya que estamos entre las cinco universidades estatales que reciben menos plata del Estado.
-¿Afecta ese bajo aporte, por ejemplo, en la oferta académica?
-Cuando uno mira la estructura del territorio no sería malo que en el diseño del trabajo con el Ministerio también se nos sugirieran ajustes a las misiones regionales de las propias universidades. Por ejemplo, si aquí la industria más potente es turismo, acuicultura y el sector silvoagropecuario ¿por qué no se mandata ala universidad intentar dar respuesta con esa orientación? Eso está sujeto al mercado, por lo tanto no hay un interés de la gente por estudiar y se deja de hacer la oferta.
-¿Por qué entonces la Universidad de los Lagos, inserta en un medio agroproductivo, no oferta carreras del rubro agrícola?
-Por lo mismo, porque las universidades se mueven en una lógica de mercado. Hoy día Chile se declaró como potencia alimentaria, pero los estudiantes no quieren estudiar Veterinaria, Agronomía, ni Alimentos. Ninguna carrera vinculada a la explotación de la tierra. Porque pareciera que es mucho más rentable y cómodo dar respuesta a lo que el mercado tiene validado. Hoy día todos los estudiantes quieren estudiar Enfermería, Kinesiología y Medicina. En definitiva, el mercado demanda carreras de la Salud.
-¿Qué otras carreras está pensando abrir la ULagos en corto plazo?
-Estamos recién levantando matrices de necesidades. Pero estamos evaluando seriamente la viabilidad de algunas carreras. Tenemos algunos estudios hechos en el ámbito de la biotecnología, en el ámbito de la geografía y de la economía regional. Pero todavía nos falta para precisar programa por programa. Creemos que para 2018 vamos a tener una nueva oferta.