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ENTREVISTA. KLAUS VON STORCH, ingeniero aeroespacial y candidato a astronauta osornino:

"En Chile hay una limitación claramente porque no tenemos una agencia espacial"

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Rodrigo Alarcón

Dieciséis años lleva el osornino Klaus von Storch luchando por convertirse en el primer chileno en el espacio. Dos veces estuvo cerca de lograrlo. Las dos veces su viaje se vio frustrado por las circunstancias.

Pero von Storch no se rinde. Lejos de eso, hoy costea de su bolsillo los viajes al extranjero para poner a Chile en el concierto de naciones espaciales. Todo, porque en pleno siglo XXI el país aún no tiene una institucionalidad en el área espacial.

-¿En qué te desempeñas hoy?

-Desde el punto de vista espacial estoy participando en un Comité de Ministros y en una comisión científica y técnica donde tratamos de ayudar a desarrollar las políticas espaciales del país. También tratamos de orientar para ver cuáles son los pasos que tiene que dar Chile en materia espacial.

-¿Y en lo privado?

-Participo en Astrochile para llevar adelante este proyecto en el que he estado por años. Tengo reuniones y actividades con gente en el extranjero. A principios de año fui a Space X, la fábrica de cohetes para hacer traslados logísticos al espacio y están tratando de ver una misión a Marte y desarrollar una cápsula para trasladar astronautas. Ahora tengo un viaje en diciembre donde me voy a juntar con una persona que está trabajando en el desarrollo de la nueva nave de traslado y también tengo considerado un viaje a Washington, Estados Unidos, donde me juntaré con dos astronautas que están viendo temas como el recambio de la Estación Espacial Internacional, que vencería el año 2021 y trabajan en los intereses que existen entre los países para participar.

-¿Y cómo está Chile en esta materia?

-No hay una organización definida todavía, pero hay fuertes esfuerzos que están tratando de crear una agencia espacial con su presupuesto y todo lo que corresponde. Podría depender de un futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología.

-¿Qué ocurrió entonces con la Agencia Chilena del Espacio?

-Esa era una comisión asesora presidencial que dependía del Ministerio de Defensa, pero lo que se relaciona con las actividades espaciales civiles tienen que ser agencias espaciales civiles con participación, obviamente, de las demás instituciones. Se llevó después al Ministerio de Economía y ahora la tomó el Comité de Ministros liderado por el ministro de Transportes. Ahí se generan reuniones ministeriales y precisamente nos estamos juntando los lunes, martes y miércoles para analizar las políticas espaciales y ver cómo se empuja para crear realmente una agencia espacial como corresponde.

-Entonces, como tal no sigue funcionando...

-No, no existe.

-En la práctica, Chile hoy no tiene participación en materia espacial salvo este trabajo que haces tú...

-Sí tiene, pero hay una limitación claramente porque no tenemos una agencia espacial real. Como institucionalidad específica no existe.

-A simple vista parece una labor bastante "quijostesca" de tu parte por hacer avanzar al país en esta materia...

-Me solicitan también la ayuda. La iniciativa igual es del Estado. Se instruyó en eso al Ministerio de Transportes y este generó el Comité de Ministros donde se analizan todas las materias espaciales. Ahí empezó a pavimentarse el camino para llegar a tener una verdadera agencia espacial. Eso se ha ido analizando, sus políticas, cuál debería ser nuestro próximo satélite o cuáles son las políticas en las cuales deberíamos enfocarnos como país.

-Se entiende, entonces, que en materia civil Chile está en una posición muy débil para participar de programas espaciales internacionales...

-Claro. Tienes toda la razón. Aquí se ha peleado por años para lograr una institucionalidad y siempre ha quedado a mitad de camino porque va pasando de un gobierno a otro y este tipo de entidades necesitan recursos. Y aquí no siempre hay que invertir, sino que aprovechar las capacidades de Chile en las universidades, por ejemplo, para concretarlas a través de una organización validada a nivel gubernamental para generar vínculos y transferencia de tecnología. Pero veo que se está haciendo un trabajo serio y espero que esta vez funcione.

Viaje al espacio

-¿Por qué nunca lograste concretar el ansiado viaje al espacio?

-La primera opción que tuve fue con la Nasa, que partió con ese experimento de las "chinitas" que fueron al espacio y donde tuve relaciones cercanas con gente de la Nasa que abrió el interés de llevar este experimento chileno conmigo al espacio. Se tuvo que gestionar políticamente la documentación, pero fue muy a fines del período de Clinton. Se produjo el cambio de Clinton a Bush el año 2000 y la carta de respuesta llegó justo el día anterior al cambio de Gobierno en EE.UU. Después la administración de Bush pidió que se devolviera toda la correspondencia en las embajadas del mundo, porque se había caído el sistema de computación y hubo que reiniciar todo el tema.

Ahí tuve una posibilidad cierta de viajar. Pero hoy lo veo y no sé si fue bueno o malo. En una de esas me hubiese tocado viajar en el Columbia, que después estalló (ríe). Después entramos con los rusos. Estaba programado un viaje para abril de 2003 y también hubo un tema con la salida del general (r) Campos y del subsecretario de Aviación. Después se cayó el Columbia, el transbordador estuvo fuera de vuelo y finalmente los rusos tomaron el traslado de las tripulaciones a la Estación Espacial y ahí se fue postergando.

-¿Qué hiciste después?

-Empecé a trabajar con John Bigelow, que es un billonario norteamericano que está desarrollando una estación espacial privada. Él quiere tener sus tripulaciones propias, pero lo que falta en este minuto son las naves de traslado porque cuando dejó de volar el transbordador los rusos empezaron a cobrar de 20 a 85 millones de dólares. Hoy Elon Musk y la Boeing están desarrollando estas naves de traslado. Esas naves probablemente entren a operar en los dos próximos años. Ahí estoy en conversaciones con algunos astronautas y se abren algunas posibilidades.

-Entonces, ¿todavía podrías viajar?

-Por supuesto. Si en ésto de repente se abren ventanas de oportunidades. Mientras más se desarrollan los esfuerzos del sector privado, más posibilidades se abren. Yo tuve la suerte que se gestaran estas ventanas con la Nasa o con los rusos, pero ahora estamos entrando a un escenario nuevo donde la participación privada es muy potente. Eso lleva siempre a la reducción de costos y mayores oportunidades. En el sentido práctico hoy solamente está volando la Soyuz y cuando hay un monopolio es súper difícil.

-¿Todos estos viajes que haces al extranjero los paga el Gobierno?

-No. El Gobierno no tiene recursos.

-¿Los costeas tú?

-Sí, claro. Es un tema de interés personal y de la corporación, pero hay que asumirlo no más.

-Pero estás trabajando para intereses nacionales finalmente...

-Sí, por supuesto. Eso es lo que debería cambiar al momento de que tengamos una agencia espacial. Debería haber recursos, debería haber una línea de desarrollo. Pero en este minuto, uno tiene sus contactos y analiza las opciones. Es un esfuerzo privado.

-Y de recursos públicos ¿nada?

-No, no. Nada.

-Pero el día que eventualmente viajes al espacio todos se van a subir al "carro de la victoria"...

-Bueno, pero está bien (ríe). No hay problema con eso.

Infancia en Osorno

-¿Sigues viniendo a Osorno?

-Sí. Me gustaría ir más seguido, pero en verano al menos voy a ver a mi mamá. Me encanta ir a Osorno. Mi mamá vive allá.

-¿Cómo fue tu infancia en Osorno?

-Fue muy bonita. Yo vivía cerca del estadio Olimpia cuando era niño, en calle Buenos Aires. Nos íbamos al Olimpia a escalar árboles. Mi papá se preocupaba mucho también de mantenernos pendientes de temas espaciales. Era su pasión. Nos mandaban los parches de las misiones espaciales y los íbamos colgando en la pared. Mi papá nos llevaba mucho al aeródromo Pampa Alegre, que ya no existe. Mirábamos los aviones y soñábamos con volar.

"Por supuesto (que aún puedo viajar al espacio). Si en esto de repente se abren ventanas de oportunidades. Mientras más se desarrollan los esfuerzos del sector privado, más posibilidades se abren"."

ENTREVISTA. KLAUS VON STORCH, ingeniero aeroespacial y candidato a astronauta osornino:

"En Chile hay una limitación claramente porque no tenemos una agencia espacial"

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Rodrigo Alarcón

Dieciséis años lleva el osornino Klaus von Storch luchando por convertirse en el primer chileno en el espacio. Dos veces estuvo cerca de lograrlo. Las dos veces su viaje se vio frustrado por las circunstancias.

Pero von Storch no se rinde. Lejos de eso, hoy costea de su bolsillo los viajes al extranjero para poner a Chile en el concierto de naciones espaciales. Todo, porque en pleno siglo XXI el país aún no tiene una institucionalidad en el área espacial.

-¿En qué te desempeñas hoy?

-Desde el punto de vista espacial estoy participando en un Comité de Ministros y en una comisión científica y técnica donde tratamos de ayudar a desarrollar las políticas espaciales del país. También tratamos de orientar para ver cuáles son los pasos que tiene que dar Chile en materia espacial.

-¿Y en lo privado?

-Participo en Astrochile para llevar adelante este proyecto en el que he estado por años. Tengo reuniones y actividades con gente en el extranjero. A principios de año fui a Space X, la fábrica de cohetes para hacer traslados logísticos al espacio y están tratando de ver una misión a Marte y desarrollar una cápsula para trasladar astronautas. Ahora tengo un viaje en diciembre donde me voy a juntar con una persona que está trabajando en el desarrollo de la nueva nave de traslado y también tengo considerado un viaje a Washington, Estados Unidos, donde me juntaré con dos astronautas que están viendo temas como el recambio de la Estación Espacial Internacional, que vencería el año 2021 y trabajan en los intereses que existen entre los países para participar.

-¿Y cómo está Chile en esta materia?

-No hay una organización definida todavía, pero hay fuertes esfuerzos que están tratando de crear una agencia espacial con su presupuesto y todo lo que corresponde. Podría depender de un futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología.

-¿Qué ocurrió entonces con la Agencia Chilena del Espacio?

-Esa era una comisión asesora presidencial que dependía del Ministerio de Defensa, pero lo que se relaciona con las actividades espaciales civiles tienen que ser agencias espaciales civiles con participación, obviamente, de las demás instituciones. Se llevó después al Ministerio de Economía y ahora la tomó el Comité de Ministros liderado por el ministro de Transportes. Ahí se generan reuniones ministeriales y precisamente nos estamos juntando los lunes, martes y miércoles para analizar las políticas espaciales y ver cómo se empuja para crear realmente una agencia espacial como corresponde.

-Entonces, como tal no sigue funcionando...

-No, no existe.

-En la práctica, Chile hoy no tiene participación en materia espacial salvo este trabajo que haces tú...

-Sí tiene, pero hay una limitación claramente porque no tenemos una agencia espacial real. Como institucionalidad específica no existe.

-A simple vista parece una labor bastante "quijostesca" de tu parte por hacer avanzar al país en esta materia...

-Me solicitan también la ayuda. La iniciativa igual es del Estado. Se instruyó en eso al Ministerio de Transportes y este generó el Comité de Ministros donde se analizan todas las materias espaciales. Ahí empezó a pavimentarse el camino para llegar a tener una verdadera agencia espacial. Eso se ha ido analizando, sus políticas, cuál debería ser nuestro próximo satélite o cuáles son las políticas en las cuales deberíamos enfocarnos como país.

-Se entiende, entonces, que en materia civil Chile está en una posición muy débil para participar de programas espaciales internacionales...

-Claro. Tienes toda la razón. Aquí se ha peleado por años para lograr una institucionalidad y siempre ha quedado a mitad de camino porque va pasando de un gobierno a otro y este tipo de entidades necesitan recursos. Y aquí no siempre hay que invertir, sino que aprovechar las capacidades de Chile en las universidades, por ejemplo, para concretarlas a través de una organización validada a nivel gubernamental para generar vínculos y transferencia de tecnología. Pero veo que se está haciendo un trabajo serio y espero que esta vez funcione.

Viaje al espacio

-¿Por qué nunca lograste concretar el ansiado viaje al espacio?

-La primera opción que tuve fue con la Nasa, que partió con ese experimento de las "chinitas" que fueron al espacio y donde tuve relaciones cercanas con gente de la Nasa que abrió el interés de llevar este experimento chileno conmigo al espacio. Se tuvo que gestionar políticamente la documentación, pero fue muy a fines del período de Clinton. Se produjo el cambio de Clinton a Bush el año 2000 y la carta de respuesta llegó justo el día anterior al cambio de Gobierno en EE.UU. Después la administración de Bush pidió que se devolviera toda la correspondencia en las embajadas del mundo, porque se había caído el sistema de computación y hubo que reiniciar todo el tema.

Ahí tuve una posibilidad cierta de viajar. Pero hoy lo veo y no sé si fue bueno o malo. En una de esas me hubiese tocado viajar en el Columbia, que después estalló (ríe). Después entramos con los rusos. Estaba programado un viaje para abril de 2003 y también hubo un tema con la salida del general (r) Campos y del subsecretario de Aviación. Después se cayó el Columbia, el transbordador estuvo fuera de vuelo y finalmente los rusos tomaron el traslado de las tripulaciones a la Estación Espacial y ahí se fue postergando.

-¿Qué hiciste después?

-Empecé a trabajar con John Bigelow, que es un billonario norteamericano que está desarrollando una estación espacial privada. Él quiere tener sus tripulaciones propias, pero lo que falta en este minuto son las naves de traslado porque cuando dejó de volar el transbordador los rusos empezaron a cobrar de 20 a 85 millones de dólares. Hoy Elon Musk y la Boeing están desarrollando estas naves de traslado. Esas naves probablemente entren a operar en los dos próximos años. Ahí estoy en conversaciones con algunos astronautas y se abren algunas posibilidades.

-Entonces, ¿todavía podrías viajar?

-Por supuesto. Si en ésto de repente se abren ventanas de oportunidades. Mientras más se desarrollan los esfuerzos del sector privado, más posibilidades se abren. Yo tuve la suerte que se gestaran estas ventanas con la Nasa o con los rusos, pero ahora estamos entrando a un escenario nuevo donde la participación privada es muy potente. Eso lleva siempre a la reducción de costos y mayores oportunidades. En el sentido práctico hoy solamente está volando la Soyuz y cuando hay un monopolio es súper difícil.

-¿Todos estos viajes que haces al extranjero los paga el Gobierno?

-No. El Gobierno no tiene recursos.

-¿Los costeas tú?

-Sí, claro. Es un tema de interés personal y de la corporación, pero hay que asumirlo no más.

-Pero estás trabajando para intereses nacionales finalmente...

-Sí, por supuesto. Eso es lo que debería cambiar al momento de que tengamos una agencia espacial. Debería haber recursos, debería haber una línea de desarrollo. Pero en este minuto, uno tiene sus contactos y analiza las opciones. Es un esfuerzo privado.

-Y de recursos públicos ¿nada?

-No, no. Nada.

-Pero el día que eventualmente viajes al espacio todos se van a subir al "carro de la victoria"...

-Bueno, pero está bien (ríe). No hay problema con eso.

Infancia en Osorno

-¿Sigues viniendo a Osorno?

-Sí. Me gustaría ir más seguido, pero en verano al menos voy a ver a mi mamá. Me encanta ir a Osorno. Mi mamá vive allá.

-¿Cómo fue tu infancia en Osorno?

-Fue muy bonita. Yo vivía cerca del estadio Olimpia cuando era niño, en calle Buenos Aires. Nos íbamos al Olimpia a escalar árboles. Mi papá se preocupaba mucho también de mantenernos pendientes de temas espaciales. Era su pasión. Nos mandaban los parches de las misiones espaciales y los íbamos colgando en la pared. Mi papá nos llevaba mucho al aeródromo Pampa Alegre, que ya no existe. Mirábamos los aviones y soñábamos con volar.

"Por supuesto (que aún puedo viajar al espacio). Si en esto de repente se abren ventanas de oportunidades. Mientras más se desarrollan los esfuerzos del sector privado, más posibilidades se abren"."