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Auto Museum Moncopulli cumple 21 años con 95 modelos de vehículos comprados y donados

ANIVERSARIO. El recinto, que pertenece a la familia Eggers-Fröhlich y se ubica a 25 kilómetros de Osorno, requiere de más espacio para albergar a otros 50 automóviles que esperan ser exhibidos. Además suma objetos y juguetes antiguos.
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Carolina Silva

El Auto Museum Moncopulli, situado a 25 kilómetros de Osorno, cumplió 21 años de existencia ayer. Se trata de un recinto único en su tipo en la zona, que actualmente cuenta con 95 vehículos antiguos en exhibición, tanto de la colección de Studebaker americanos que tiene su propia sala, así como tractores, lanchas y camiones, entre otros automóviles de diversas marcas y años.

Sus fundadores y propietarios, el matrimonio de Bernardo Eggers y Ruth Fröhlich, quisieron recordar la fecha y destacar que el recinto ubicado a un costado de la Ruta Internacional 215 es visitado por 15 mil personas cada y que tan buena ha sido la respuesta del público en todo este tiempo, que están a la espera de una nueva donación: un camión marca Opel del año 1956 y de 1.700 kilos, que llegará en 10 días más hasta Moncopulli.

Sobre los inicios del recinto, Bernardo Eggers relata que heredó mil dólares y con eso compró su primer auto, un Buick de 1955 "y de este auto incluso conservo los folletos originales. Ello me despertó el apetito por un auto marca Studebaker, porque en mi último año en el Colegio Alemán de Santiago vi un Studebaker muy lindo con alas y dije 'ese es el auto que necesito'. Tiempo después mi primer Studebaker fue el Hawk de 1961".

Pero Eggers nunca imaginó llegar a 95 vehículos en exhibición e incluso tener una sala en el museo solamente para Studebaker. Con el paso de los años, el matrimonio ha comprado unos y otros han sido donados por personas que creen que en este museo se aprecia más la belleza de los autos antiguos.

"Este era un proyecto de 25 autos y creíamos con Ruth que eso modestamente era lo que íbamos a mostrar, ahora tampoco esa cifra era menor, sobre todo ser el primer museo de autos de Chile y tener tantos de una marca como los Studebaker, eso llama mucho la atención", detalló Eggers.

Más espacio

Sin embargo, el museo necesita crecer en espacio para sumar otros 50 autos que Eggers tiene en su casa.

"Hay que hacer otro edificio porque necesitamos crecer, tengo 50 autos más en mi casa, es increíble, hay muchas cosas, ya estoy echando para afuera a las vacas (se ríe)", indicó.

No todos los vehículos que están presentes en los salones del museo se han comprado o han sido donado tal como están ahora.

El proceso de restaurar un auto puede ser muy corto (de 6 meses) siempre y cuando se tengan los recursos, no obstante Bernardo Eggers comenta que un tiempo moderado para realizar la restauración puede tomar hasta 2 años.

"Se habla de dos años en restauración, pero tengo uno que lleva más de 4 años restaurándose. Sin embargo, hemos recibido el apoyo de mucha gente", señaló.

Su compañera de toda la vida, Ruth Fröhlich, comentó que esta experiencia es lo más hermoso que ha vivido, porque no sólo le gustan los fierros porque a su marido le gusten, sino que ella creció con 8 hermanos, por ende el tema nunca le fue desconocido.

"Me crié entre los fierros, soy la menor de 8 hermanos hombres y la única mujer, entonces, el tema de los autos para mi no es extraño. Esto ha sido una linda experiencia, porque siendo agricultor Bernardo y yo dueña de casa, empezar una cosa así, es relevante. No sabíamos dónde terminaría esto, ya que todo esto lo hicimos con ilusión y esfuerzo y míranos ahora, tenemos de todo, aunque nos falta hacer más salas", relató Ruth Fröhlich.

Fotos, juguetes y música

"No sólo tenemos autos, también hay tractores, lanchas, el tren eléctrico, refrigeradores, discos y vitrolas (donde nos falta una sala de música) además de un equipo antiguo para tomar radiografías. Los juguetes también están presentes, así como los equipos de fotografía de Bernardo y otras donaciones. Esto se nos salió de las manos, pero es hermoso y nos gustaría que la empresa privada esté más comprometida con este proyecto, no pido plata, pero deberían traer a sus empleados, organizar una tarde en el museo y en la cafetería", agregó Fröhlich.

En efecto, el museo tiene mucha historia en cada donación, ya sea desde un balde antiguo de aceite de la marca Texaco, como las cámaras de fotografías antiguas, todo lo cual crea la atmósfera perfecta para imaginar el pasado.

"El museo me motivó a ponerle más 'pino' a esto y lo mejor es que las personas no sólo quieren ver autos restaurados, sino que se alegran mucho al recordar cosas que han vivido cuando observan objetos que no están impecables o restaurados. A veces un auto que muestra el paso del tiempo es también muy apreciado", dijo Bernardo Eggers.

El museo abrirá sus puertas hasta el 14 de diciembre desde las 10 hasta las 18 horas y a partir del 15 del mismo mes, está abierto de 10 a 20 horas. Los lunes hábiles, el museo permanece cerrado, además del 25 de diciembre y 1 de enero.

visitantes al año recibe el Auto Museum Moncopulli para deleitarse con autos, así como con otras reliquias. 15 mil

500 cuesta la entrada para los adultos, mientras que los estudiantes pagan $3.500 y los niños $2.500. $4 mil