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Las series de TV más esperadas para 2017

CABLE. "Twin Peaks" y una ficción con Nicole Kidman son algunas de las novedades.
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Cuando quedan menos de dos meses para que se acabe el año, ya comienzan a perfilarse las series que podrían acaparar la atención en 2017. Al regreso de la clásica serie de David Lynch "Twin Peaks", luego de más de 25 años desde su primera temporada en 1990, se suman las adaptaciones de "American Gods", la novela de Neil Gaiman, y de la película "Let the right one in" sobre vampiros y niños violentados.

También habrá espacio para la comedia de la mano de "Big little lies", sobre un grupo de madres en apuros y la parodia de "Son of Zorn", inspirada en el dibujo animado "He Man".

De culto

En su primera temporada, en el año 1990, "Twin Peaks" se extendió por nueve capítulos sobre el misterioso asesinato de Laura Palmer, una tranquila joven que deambuló por los oscuros caminos que dispuso Lynch en esta reflexión sobre el bien y el mal enquistado en un pequeño pueblo del noreste de Washington, Estados Unidos.

La segunda temporada, en 1991, llegó a 22 capítulos, número que necesitó el cineasta para desmenuzar los incidentes previos y posteriores a la muerte de Laura Palmer.

El regreso de la serie comenzó a levantarse como un murmullo en octubre de 2014 y de inmediato sobresaltó a sus seguidores. Según la gerencia de Showtime, que producirá los 18 capítulos de la tercera temporada, "Twin Peaks" estaría al aire el primer semestre de 2017.

En cuanto a los actores, ya está confirmado el regreso de Kyle MacLachlan (agente del FBI Dale Cooper) y también nuevas inclusiones como Jim Belushi, Jennifer Jason Leigh, Tim Roth, Michael Cera, Monica Belluci y Amanda Seyfried.

También se adelantó que tendrán roles Laura Dern y Naomi Watts, y que el soundtrack incluirá a Ángelo Badalamentti, Trent Reznor (Nine Inch Nails) y Sky Ferreira.

Dioses y vampiros

"American gods" también promete empezar en la primera mitad del año 2017 con una temporada de diez capítulos. Basada en la novela homónima de Neil Gaiman de 2001, la serie escarba en ese universo de misterio y fantasía que el autor plantea con la historia de Sombra, un reo que ha sido puesto en libertad y que consigue trabajo como guardaespaldas de un misterioso hombre con el que viaja por todo Estados Unidos conciendo a extraños personajes.

Lentamente una antigua mitología de dioses comienza a revelarse contra las nuevas deidades y una última conflagración también se perfila.

El adaptador de la novela fue Bryan Fuller, responsable de la serie "Hannibal", quien recibió apoyo de Gaiman para delinear al personaje de Shadow Moon, interpretado por Ricky Whittle. El reparto también suma a Crispin Glover como Mr. World, Ian McShane como Mr. Wednesday y Gillian Anderson, como Media.

Por su parte, "Let the right one in" utiliza el mismo nombre de la película sueca que Thomas Alfredson ("El espía") dirigió en 2008, una historia protagonizada por niños sobre vampiros, amor y muerte basada en el best seller de John Ajvide Lindqvist.

En 2010 se hizo una versión fílmica para Hollywood, "Déjame entrar", que presentó a una joven Chloê Grace Moretz como la solitaria niña vampiro que traba amistad con un niño.

Por lo que adelanta TNT, que producirá esta serie, esta vez la historia nace entre "Henry", un adolescente de 16 años que vive con su mamá, y "Eli", su recién llegada vecina de costumbres misteriosas que se volverá una potente aliada para enfrentar el bullying que sufre.

Un elenco femenino trae "Big little lies", una de las series que HBO prepara para 2017, y que está basada en la novela homónima de 2014 de Liane Moriarty.

Reese Witherspoon, Shailene Woodley y Nicole Kidman interpretan a Jane, Madeline y Celeste, tres madres con hijos preescolares que comparten experiencias dolorosas y divertidas, sobrellevando la crianza.

El primer ciclo tendrá siete capítulos, en los que también actuarán Laura Dern, Alexander Skarsgård y Zoe Kravitz.

Finalmente se espera para 2017 la llegada a Fox, de "Son of Zorn", una sitcom que acaba de debutar en pantallas del hemisferio norte.

Esta comedia, que mezcla actores de carne y hueso con dibujos animados, ya confirmó una segunda temporada para 2017 que seguirá a Zor, un guerrero muy parecido a He Man, que salta desde la ficción a la realidad de un suburbio californiano donde debe reconectarse con su ex esposa Edie y su hijo Alan.

Presentaciones de Libros

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Como es periodo de ferias librescas me ha tocado presentar más de algún libro. En Santiago presenté la novela histórica "Balmaceda" de Carlos Tromben y un texto poético, "La Ciudad que No Es" del poeta de San Antonio Roberto Bescós.

La novela reconstruye el último periodo de la guerra civil de 1891 en Chile que terminó con la batalla de Placilla, incluyendo el suicidio del presidente de la época. Es impresionante cómo ha proliferado el género histórico, esto debe ser porque hay una tendencia cultural a mirar el pasado como espejo del presente, lo que implica también un interés por el futuro próximo. Recordemos que Allende se miraba en la figura del presidente Balmaceda, tanto fue así que también terminó en suicidio su práctica política. Estos presidentes trágicos terminaron siendo recogidos por una especie de culpa colectiva que los pone a buen recaudo historiográfico.

Estamos lejos de una guerra entre chilenos, que es el subtítulo del libro, pero a veces la lucha política tiende a producir zonas de trinchera que nos recuerdan muy vívidamente situaciones límite en donde corrió sangre por las calles y los campos de Chile. La lectura de estas situaciones históricas debería neutralizar los ímpetus de nuevas generaciones que no han vivieron momentos dramáticos como esos, pero hay un serio temor a la repetición en la dinámica histórica.

La novela "Balmaceda" cumple con una función que alguna vez se le asignó a la ficción, ser correlato de la historia, y también, ilustrar el acontecimiento trágico que compromete a personajes clave o icónicos. En el fondo es una época catastrófica en que se cierra un periodo, siglo XIX, y se abre otro, el siglo XX, con un mensaje muy concreto, que tiene que ver con la continuidad de un orden o con el orden de las rupturas, análogo a la tradición de la ruptura y la ruptura de la tradición en la historia del arte.

La lectura del libro estuvo interrumpida por un acontecimiento con varias aristas que está relacionado con la construcción de historia política, pensando en una especie de ley de las homologías. No pude dejar de identificarme con el personaje de Eusebio Lillo, por ejemplo, un bardo cercano al presidente, que escribió el himno nacional, porque todo proceso político tiene su poeta o su cronista. Víctor Jara lo fue de la época de Allende. Yo mismo, guardando las distancias, participo de la entronización de un alcalde inesperado, fuera de la regularidad política, y me habría tocado el rol de la construcción del mito literario que genera el acontecimiento.

Imaginé poéticamente la tragedia del líder que quiebra con el canon de lo político y es sacrificado por ello. Es decir, se entra en zona de peligro cuando ocurren estos quiebres de la continuidad de un orden.

La novela es capaz de construir una imagen muy vívida de la guerra, a partir de cuadros interconectados, pero independientes, en donde predomina la acción de guerra y su trasfondo político. No podemos hacer la traducción directa con el momento presente, pero eso es irremediable como práctica analógica que funda en parte el análisis histórico, en donde el pasado funciona como espejo.

Por otro lado, en el largo poema "La Ciudad que No ES", la poesía es un recurso para conocer el mundo desde otro lugar del pensamiento, desde la figuralidad metafórica. El lenguaje poético debiera estar más a la mano y no pertenecerle sólo a los poetas (o a los publicistas). El discurso poético es una toma de registro de la subjetividad, una que funciona como un viaje introspectivo-retrospectivo por, en este caso, una ciudad interior, un camino de laberintos adoquinados y arenosos que parten de la casa familiar y que se va nutriendo de la observación experiencial de un Walking Around, parafraseando a Neruda. La urbe es un mapa archivado como documento de la memoria visual descriptiva. El poeta, probablemente, es un archivista de lo recóndito o coleccionista de objetos sin lugar.

Ambas expresiones del lenguaje literario, la narrativa y la poesía, tienen una relación distinta con la historia, la primera busca explicaciones y la otra sintetizar el espíritu de época o producir una nueva visión de mundo. Los dos sistemas de observación son fundamentales antropológicamente hablando.

Marcelo Mellado

* Escritor y profesor de Castellano, autor de "Humillaciones".

Las series de TV más esperadas para 2017

CABLE. "Twin Peaks" y una ficción con Nicole Kidman son algunas de las novedades.
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Cuando quedan menos de dos meses para que se acabe el año, ya comienzan a perfilarse las series que podrían acaparar la atención en 2017. Al regreso de la clásica serie de David Lynch "Twin Peaks", luego de más de 25 años desde su primera temporada en 1990, se suman las adaptaciones de "American Gods", la novela de Neil Gaiman, y de la película "Let the right one in" sobre vampiros y niños violentados.

También habrá espacio para la comedia de la mano de "Big little lies", sobre un grupo de madres en apuros y la parodia de "Son of Zorn", inspirada en el dibujo animado "He Man".

De culto

En su primera temporada, en el año 1990, "Twin Peaks" se extendió por nueve capítulos sobre el misterioso asesinato de Laura Palmer, una tranquila joven que deambuló por los oscuros caminos que dispuso Lynch en esta reflexión sobre el bien y el mal enquistado en un pequeño pueblo del noreste de Washington, Estados Unidos.

La segunda temporada, en 1991, llegó a 22 capítulos, número que necesitó el cineasta para desmenuzar los incidentes previos y posteriores a la muerte de Laura Palmer.

El regreso de la serie comenzó a levantarse como un murmullo en octubre de 2014 y de inmediato sobresaltó a sus seguidores. Según la gerencia de Showtime, que producirá los 18 capítulos de la tercera temporada, "Twin Peaks" estaría al aire el primer semestre de 2017.

En cuanto a los actores, ya está confirmado el regreso de Kyle MacLachlan (agente del FBI Dale Cooper) y también nuevas inclusiones como Jim Belushi, Jennifer Jason Leigh, Tim Roth, Michael Cera, Monica Belluci y Amanda Seyfried.

También se adelantó que tendrán roles Laura Dern y Naomi Watts, y que el soundtrack incluirá a Ángelo Badalamentti, Trent Reznor (Nine Inch Nails) y Sky Ferreira.

Dioses y vampiros

"American gods" también promete empezar en la primera mitad del año 2017 con una temporada de diez capítulos. Basada en la novela homónima de Neil Gaiman de 2001, la serie escarba en ese universo de misterio y fantasía que el autor plantea con la historia de Sombra, un reo que ha sido puesto en libertad y que consigue trabajo como guardaespaldas de un misterioso hombre con el que viaja por todo Estados Unidos conciendo a extraños personajes.

Lentamente una antigua mitología de dioses comienza a revelarse contra las nuevas deidades y una última conflagración también se perfila.

El adaptador de la novela fue Bryan Fuller, responsable de la serie "Hannibal", quien recibió apoyo de Gaiman para delinear al personaje de Shadow Moon, interpretado por Ricky Whittle. El reparto también suma a Crispin Glover como Mr. World, Ian McShane como Mr. Wednesday y Gillian Anderson, como Media.

Por su parte, "Let the right one in" utiliza el mismo nombre de la película sueca que Thomas Alfredson ("El espía") dirigió en 2008, una historia protagonizada por niños sobre vampiros, amor y muerte basada en el best seller de John Ajvide Lindqvist.

En 2010 se hizo una versión fílmica para Hollywood, "Déjame entrar", que presentó a una joven Chloê Grace Moretz como la solitaria niña vampiro que traba amistad con un niño.

Por lo que adelanta TNT, que producirá esta serie, esta vez la historia nace entre "Henry", un adolescente de 16 años que vive con su mamá, y "Eli", su recién llegada vecina de costumbres misteriosas que se volverá una potente aliada para enfrentar el bullying que sufre.

Un elenco femenino trae "Big little lies", una de las series que HBO prepara para 2017, y que está basada en la novela homónima de 2014 de Liane Moriarty.

Reese Witherspoon, Shailene Woodley y Nicole Kidman interpretan a Jane, Madeline y Celeste, tres madres con hijos preescolares que comparten experiencias dolorosas y divertidas, sobrellevando la crianza.

El primer ciclo tendrá siete capítulos, en los que también actuarán Laura Dern, Alexander Skarsgård y Zoe Kravitz.

Finalmente se espera para 2017 la llegada a Fox, de "Son of Zorn", una sitcom que acaba de debutar en pantallas del hemisferio norte.

Esta comedia, que mezcla actores de carne y hueso con dibujos animados, ya confirmó una segunda temporada para 2017 que seguirá a Zor, un guerrero muy parecido a He Man, que salta desde la ficción a la realidad de un suburbio californiano donde debe reconectarse con su ex esposa Edie y su hijo Alan.

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Como es periodo de ferias librescas me ha tocado presentar más de algún libro. En Santiago presenté la novela histórica "Balmaceda" de Carlos Tromben y un texto poético, "La Ciudad que No Es" del poeta de San Antonio Roberto Bescós.

La novela reconstruye el último periodo de la guerra civil de 1891 en Chile que terminó con la batalla de Placilla, incluyendo el suicidio del presidente de la época. Es impresionante cómo ha proliferado el género histórico, esto debe ser porque hay una tendencia cultural a mirar el pasado como espejo del presente, lo que implica también un interés por el futuro próximo. Recordemos que Allende se miraba en la figura del presidente Balmaceda, tanto fue así que también terminó en suicidio su práctica política. Estos presidentes trágicos terminaron siendo recogidos por una especie de culpa colectiva que los pone a buen recaudo historiográfico.

Estamos lejos de una guerra entre chilenos, que es el subtítulo del libro, pero a veces la lucha política tiende a producir zonas de trinchera que nos recuerdan muy vívidamente situaciones límite en donde corrió sangre por las calles y los campos de Chile. La lectura de estas situaciones históricas debería neutralizar los ímpetus de nuevas generaciones que no han vivieron momentos dramáticos como esos, pero hay un serio temor a la repetición en la dinámica histórica.

La novela "Balmaceda" cumple con una función que alguna vez se le asignó a la ficción, ser correlato de la historia, y también, ilustrar el acontecimiento trágico que compromete a personajes clave o icónicos. En el fondo es una época catastrófica en que se cierra un periodo, siglo XIX, y se abre otro, el siglo XX, con un mensaje muy concreto, que tiene que ver con la continuidad de un orden o con el orden de las rupturas, análogo a la tradición de la ruptura y la ruptura de la tradición en la historia del arte.

La lectura del libro estuvo interrumpida por un acontecimiento con varias aristas que está relacionado con la construcción de historia política, pensando en una especie de ley de las homologías. No pude dejar de identificarme con el personaje de Eusebio Lillo, por ejemplo, un bardo cercano al presidente, que escribió el himno nacional, porque todo proceso político tiene su poeta o su cronista. Víctor Jara lo fue de la época de Allende. Yo mismo, guardando las distancias, participo de la entronización de un alcalde inesperado, fuera de la regularidad política, y me habría tocado el rol de la construcción del mito literario que genera el acontecimiento.

Imaginé poéticamente la tragedia del líder que quiebra con el canon de lo político y es sacrificado por ello. Es decir, se entra en zona de peligro cuando ocurren estos quiebres de la continuidad de un orden.

La novela es capaz de construir una imagen muy vívida de la guerra, a partir de cuadros interconectados, pero independientes, en donde predomina la acción de guerra y su trasfondo político. No podemos hacer la traducción directa con el momento presente, pero eso es irremediable como práctica analógica que funda en parte el análisis histórico, en donde el pasado funciona como espejo.

Por otro lado, en el largo poema "La Ciudad que No ES", la poesía es un recurso para conocer el mundo desde otro lugar del pensamiento, desde la figuralidad metafórica. El lenguaje poético debiera estar más a la mano y no pertenecerle sólo a los poetas (o a los publicistas). El discurso poético es una toma de registro de la subjetividad, una que funciona como un viaje introspectivo-retrospectivo por, en este caso, una ciudad interior, un camino de laberintos adoquinados y arenosos que parten de la casa familiar y que se va nutriendo de la observación experiencial de un Walking Around, parafraseando a Neruda. La urbe es un mapa archivado como documento de la memoria visual descriptiva. El poeta, probablemente, es un archivista de lo recóndito o coleccionista de objetos sin lugar.

Ambas expresiones del lenguaje literario, la narrativa y la poesía, tienen una relación distinta con la historia, la primera busca explicaciones y la otra sintetizar el espíritu de época o producir una nueva visión de mundo. Los dos sistemas de observación son fundamentales antropológicamente hablando.

Marcelo Mellado

* Escritor y profesor de Castellano, autor de "Humillaciones".