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Crean un dispositivo para proteger los vinos de sismos

DESARROLLO. El terremoto de 2010 significó una pérdida de 125 millones de litros, lo que equivale al 12,5 % de la producción del año 2009.
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Carolina Collins/Agencias

Investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile, desarrollaron un sistema de aislamiento sísmico para contenedores de líquidos, destinado específicamente a proteger los estanques de vinos de los terremotos.

El proyecto, según informó ayer la universidad en un comunicado, busca revertir las pérdidas de la industria vitivinícola tras los eventos sísmicos que han afectado al país en los últimos años.

"Lo últimos terremotos demostraron que los estanques de acero inoxidable de pared delgada para la guarda y fermentación de vino son estructuras sísmicamente muy vulnerables", explicó José Luis Almazán, académico de Ingeniería Estructural y director del proyecto.

El caso más reciente

El experto precisó que en el terremoto de 8,8 grados que devastó varias regiones del centro y sur de Chile el 27 de febrero de 2010, falló al menos uno de cada cuatro contenedores que estaban llenos de vino, afectando parte o la totalidad del contenido.

Lo anterior significó una pérdida de 125 millones de litros, equivalente al 12,5 % de la producción del año 2009.

"El daño pudo ser mucho mayor, ya que el sismo ocurrió poco tiempo antes de la vendimia, por lo cual menos del 50% de la capacidad de almacenamiento estaba utilizada", indicó Almazán.

El sistema consta de un conjunto de dispositivos flexibles que se instalan en los soportes del contenedor, lo que produce un efecto de aislamiento.

Según el experto, "la idea es que la energía del sismo sea absorbida por dispositivos de aislamiento de las vibraciones".

El desarrollo

En un modelo a escala, el equipo de investigación demostró cómo la energía de un sismo se transfiere al sistema de aislamiento, formado por dispositivos capaces de aislar tanto los movimientos horizontales como verticales del suelo.

"Esta tecnología permite filtrar las ondas sísmicas, de modo tal que la energía que llega al estanque en sí, es mucho más baja", destacó Almazán.

El sistema, según los investigadores, se puede escalar al tamaño y peso que se necesite proteger y es igualmente efectivo para proteger equipos industriales en general.

"Gran parte del trabajo apunta a disponer de dispositivos comercialmente atractivos. La idea es que el costo de protección sísmica, que se realiza una sola vez, esté entre un 2 y un 5 % de la inversión total del contenedor", señaló el jefe del proyecto, que espera que los nuevos dispositivos, al igual que otras tecnologías antisísmicas puedan salir al mercado en 2018.

Problemática importante

Además de los daños sufridos por la vitivinicultura en febrero de 2010, otras empresas perdieron hasta veinte millones de litros de cerveza, al igual que productores vino y pisco de la Región de Coquimbo, a causa del terremoto de 8,4 grados que sacudió a esa zona el 16 de septiembre de 2015.

La industria vitivinícola es fundamental en la economía nacional y representa exportaciones por más de 1.700 millones de dólares anuales, según cifras oficiales.

De ahí la importancia de innovaciones como esta, que permite disminuir las pérdidas en este mercado por una problemática propia de nuestra geografía que no puede ser prevista pero sí se puede anticipar sus efectos con desarrollos que permitan paliarlos.

Apoyo económico a la iniciativa

La investigación fue llevada a cabo por un grupo de expertos de Ingeniería Estructural y Geotécnica, de Diseño-Ingeniería y de Mecánica y Metalúrgica de la Universidad Católica (UC), y fue apoyada a nivel de financiamiento por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), mediante el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef). Los investigadores esperan incorporar su tecnología a los proveedores de estanques y poder salir al mercado en 2018.

millones de litros, equivalentes al 12.5% de la producción de vinos del año 2009 se perdieron por el terremoto de 2010. 125

Los expertos trabajan con proveedores de estanques para incorporar la tecnología y poder salir al mercado en 2018. 2018

Crean un dispositivo para proteger los vinos de sismos

DESARROLLO. El terremoto de 2010 significó una pérdida de 125 millones de litros, lo que equivale al 12,5 % de la producción del año 2009.
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Carolina Collins/Agencias

Investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile, desarrollaron un sistema de aislamiento sísmico para contenedores de líquidos, destinado específicamente a proteger los estanques de vinos de los terremotos.

El proyecto, según informó ayer la universidad en un comunicado, busca revertir las pérdidas de la industria vitivinícola tras los eventos sísmicos que han afectado al país en los últimos años.

"Lo últimos terremotos demostraron que los estanques de acero inoxidable de pared delgada para la guarda y fermentación de vino son estructuras sísmicamente muy vulnerables", explicó José Luis Almazán, académico de Ingeniería Estructural y director del proyecto.

El caso más reciente

El experto precisó que en el terremoto de 8,8 grados que devastó varias regiones del centro y sur de Chile el 27 de febrero de 2010, falló al menos uno de cada cuatro contenedores que estaban llenos de vino, afectando parte o la totalidad del contenido.

Lo anterior significó una pérdida de 125 millones de litros, equivalente al 12,5 % de la producción del año 2009.

"El daño pudo ser mucho mayor, ya que el sismo ocurrió poco tiempo antes de la vendimia, por lo cual menos del 50% de la capacidad de almacenamiento estaba utilizada", indicó Almazán.

El sistema consta de un conjunto de dispositivos flexibles que se instalan en los soportes del contenedor, lo que produce un efecto de aislamiento.

Según el experto, "la idea es que la energía del sismo sea absorbida por dispositivos de aislamiento de las vibraciones".

El desarrollo

En un modelo a escala, el equipo de investigación demostró cómo la energía de un sismo se transfiere al sistema de aislamiento, formado por dispositivos capaces de aislar tanto los movimientos horizontales como verticales del suelo.

"Esta tecnología permite filtrar las ondas sísmicas, de modo tal que la energía que llega al estanque en sí, es mucho más baja", destacó Almazán.

El sistema, según los investigadores, se puede escalar al tamaño y peso que se necesite proteger y es igualmente efectivo para proteger equipos industriales en general.

"Gran parte del trabajo apunta a disponer de dispositivos comercialmente atractivos. La idea es que el costo de protección sísmica, que se realiza una sola vez, esté entre un 2 y un 5 % de la inversión total del contenedor", señaló el jefe del proyecto, que espera que los nuevos dispositivos, al igual que otras tecnologías antisísmicas puedan salir al mercado en 2018.

Problemática importante

Además de los daños sufridos por la vitivinicultura en febrero de 2010, otras empresas perdieron hasta veinte millones de litros de cerveza, al igual que productores vino y pisco de la Región de Coquimbo, a causa del terremoto de 8,4 grados que sacudió a esa zona el 16 de septiembre de 2015.

La industria vitivinícola es fundamental en la economía nacional y representa exportaciones por más de 1.700 millones de dólares anuales, según cifras oficiales.

De ahí la importancia de innovaciones como esta, que permite disminuir las pérdidas en este mercado por una problemática propia de nuestra geografía que no puede ser prevista pero sí se puede anticipar sus efectos con desarrollos que permitan paliarlos.

Apoyo económico a la iniciativa

La investigación fue llevada a cabo por un grupo de expertos de Ingeniería Estructural y Geotécnica, de Diseño-Ingeniería y de Mecánica y Metalúrgica de la Universidad Católica (UC), y fue apoyada a nivel de financiamiento por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), mediante el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef). Los investigadores esperan incorporar su tecnología a los proveedores de estanques y poder salir al mercado en 2018.

millones de litros, equivalentes al 12.5% de la producción de vinos del año 2009 se perdieron por el terremoto de 2010. 125

Los expertos trabajan con proveedores de estanques para incorporar la tecnología y poder salir al mercado en 2018. 2018

El hallazgo de mutaciones genéticas no siempre es indicador de algo malo

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Entender por qué algunas personas con determinadas mutaciones genéticas no se enferman y otras sí ha sido un reto para la ciencia. Un estudio a partir del análisis de datos en levaduras sería la clave.

En los genes se dan variaciones que nos hacen a unos y a otros diferentes -color de ojos o de pelo- y que, por lo general, no son importantes desde el punto de vista de la salud. Sin embargo, hay algunos cambios en el ADN que sí son negativos, ya que pueden convertirse en desencadenante de algunas enfermedades.

Por eso, usualmente se asocian las mutaciones con errores en los genes y con enfermedad. Pero no todos los errores son malos, algunos incluso pueden cancelar las consecuencias negativas que provocan esas mutaciones genéticas que se saben que causan una enfermedad.

Este proceso se llama supresión genética y sus principios fundamentales se describen en un artículo que publica Science, liderado por la U. de Toronto.

Los investigadores han realizado el catálogo más completo de mutaciones supresoras en una célula, lo que ayudará a comprender cómo estas, en combinación con las mutaciones genéticas que causan enfermedad, se combinan para "suavizar el golpe e incluso protegerse completamente" de enfermedades como la fibrosis quística.

Según los autores, hallar estas mutaciones no es fácil. Para eso, usaron dos métodos: el análisis de estudios previos a partir de 1.700 artículos, con lo que conformaron un catálogo de 1.800 mutaciones supresoras, y experimentos propios en levaduras -organismo modelo que con sólo 6.000 genes supone una versión simple nuestra.

"Hemos descubierto los principios fundamentales de la supresión genética y hemos constatado que las mutaciones dañinas y sus supresores se encuentran en genes cuyas funciones están relacionadas", resume Charles Boone (U. de Toronto).

Este trabajo plantea "una nueva forma de entender, quizás incluso tratar, los trastornos genéticos", concluye.

Datos clave

Estudio

Los expertos analizaron mutaciones en levaduras porque sólo tienen seis mil genes, lo que los hace una especie de versión simple de los humanos.

Hallazgos

Algunas mutaciones contrarrestan efectos negativos, según el estudio que permitiría incluso ayudar a tratar trastornos genéticos.

El hallazgo de mutaciones genéticas no siempre es indicador de algo malo

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Entender por qué algunas personas con determinadas mutaciones genéticas no se enferman y otras sí ha sido un reto para la ciencia. Un estudio a partir del análisis de datos en levaduras sería la clave.

En los genes se dan variaciones que nos hacen a unos y a otros diferentes -color de ojos o de pelo- y que, por lo general, no son importantes desde el punto de vista de la salud. Sin embargo, hay algunos cambios en el ADN que sí son negativos, ya que pueden convertirse en desencadenante de algunas enfermedades.

Por eso, usualmente se asocian las mutaciones con errores en los genes y con enfermedad. Pero no todos los errores son malos, algunos incluso pueden cancelar las consecuencias negativas que provocan esas mutaciones genéticas que se saben que causan una enfermedad.

Este proceso se llama supresión genética y sus principios fundamentales se describen en un artículo que publica Science, liderado por la U. de Toronto.

Los investigadores han realizado el catálogo más completo de mutaciones supresoras en una célula, lo que ayudará a comprender cómo estas, en combinación con las mutaciones genéticas que causan enfermedad, se combinan para "suavizar el golpe e incluso protegerse completamente" de enfermedades como la fibrosis quística.

Según los autores, hallar estas mutaciones no es fácil. Para eso, usaron dos métodos: el análisis de estudios previos a partir de 1.700 artículos, con lo que conformaron un catálogo de 1.800 mutaciones supresoras, y experimentos propios en levaduras -organismo modelo que con sólo 6.000 genes supone una versión simple nuestra.

"Hemos descubierto los principios fundamentales de la supresión genética y hemos constatado que las mutaciones dañinas y sus supresores se encuentran en genes cuyas funciones están relacionadas", resume Charles Boone (U. de Toronto).

Este trabajo plantea "una nueva forma de entender, quizás incluso tratar, los trastornos genéticos", concluye.

Datos clave

Estudio

Los expertos analizaron mutaciones en levaduras porque sólo tienen seis mil genes, lo que los hace una especie de versión simple de los humanos.

Hallazgos

Algunas mutaciones contrarrestan efectos negativos, según el estudio que permitiría incluso ayudar a tratar trastornos genéticos.