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Demuelen antigua casa Münzenmayer para construir sala de venta de carnes

DESARME. El inmueble, con casi 100 años y ubicado en República, fue desde sus inicios local comercial y casa habitación. Arquitecto y un dirigente vecinal rahuino califican de lamentable su desaparición.
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Leonardo Yevenes

En pleno desarme luego de casi un siglo de existencia, se encuentra la casa Münzenmayer, emblemática casona de Rahue Bajo ubicada en plena intersección de avenida República con Chillán, y que desde sus inicios sirvió a sus dueños como casa habitación y local comercial, donde tanto los rahuinos como la gente que venía desde los sectores rurales de Osorno -especialmente desde La Costa- llegaban comprar todo tipo de provisiones.

La casona, que perteneció hasta hace 4 meses a la familia Münzenmayer, está en pleno desarme debido a que la empresa Frigoríficos del Sur, proveniente de Temuco, compró éste y otros inmuebles adyacentes con el fin de construir un local para venta de carne idéntico al que se encuentra actualmente en calle Lynch con Amunátegui.

No obstante, el desarme de la casona construida enteramente en madera ha generado la molestia de los dirigentes vecinales de Rahue, ya que la consideran un patrimonio histórico del sector, que será reemplazado por una estructura comercial.

Uno de ellos es el presidente del Consejo de Desarrollo Social Pro Comuna Rahue (organización que agrupa a 60 organizaciones rahuinas), Omar Andrade, quien señala que lo ideal hubiese sido salvar de alguna manera la casona, con el fin de conservar las estructuras del tradicional barrio osornino.

"Las casas que poseen un gran valor patrimonial e histórico, como lo es la Münzenmayer, debieran tener un poco más de atención por parte de las autoridades. Hay que tratar de preservar la historia de la comuna para las nuevas generaciones y no sólo preocuparse por la 'modernidad'", aseveró Andrade.

Andrade señala que con el desarme del inmueble se pierde la oportunidad de preservar un espacio que podría haber servido como centro cultural para Rahue o como un espacio de preservación arquitectónica para los turistas.

Para Andrade, el municipio osornino debió haberse hecho cargo de la compra del inmueble, con el fin de que fuese preservado como patrimonio histórico de Rahue y Osorno.

La demolición de la casona rahuina se suma a otros inmuebles que han sido desmantelados en los últimos años, como la casona Aubel en calle Julio Buschmann, con más de un siglo de existencia, que fue desarmada para dar espacio a la nueva avenida Mackenna; y una gran casona de calle Prat, entre Bilbao y Rodríguez, entre otras.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Osorno, Ismael Rivera, indicó que con la venta y posterior desarme de un inmueble como la casona Münzenmayer, la ciudad pierde su identidad e historia y comienza a parecerse a cualquier otra ciudad.

"Es verdad que tal vez los dueños necesitaban venderla, pero es el Estado el verdadero responsable de no apoyar a los propietarios a través de fondos para conservar o adquirir estos inmuebles y darles un nuevo uso", aseguró.

Se vende por partes...

Rodemil Fernández, de actuales 74 años de edad, recuerda que cuando pequeño más de alguna vez fue hasta la casona Münzenmayer para comprar abarrotes en el almacén que funcionó por décadas en la misma esquina, mandados que hacía tras las órdenes de sus padres.

"Aquí se vendía de todo: ropa, víveres, ollas y todo lo que uno se podía imaginar", dice Rodemil, quien hoy en día es el encargado de desarmar el inmueble y vender toda la madera y mobiliario que se puede recuperar.

Dueño de la constructora Fernández, este rahuino explica que con su empresa está encargado de construir lo que será el nuevo local para la venta de carne, donde también se contará con un establecimiento de grandes dimensiones.

Pero antes de continuar con la construcción, Rodemil debe vender toda la madera nativa de la que está hecha la antigua vivienda, lo mismo que sus artefactos.

A modo de ejemplo, el dueño de la constructora Fernández -que también se encargó de construir el frigorífico que la empresa posee en calle Lynch- mantiene a la venta en un pasillo una serie de puertas, donde resalta una de lingüe que vende a 150 mil pesos.

"A pesar del tiempo que tenía, la casa se encontraba en un estado impecable debido a que estaba construida con madera nativa, como laurel y pellín. Por lo mismo, la idea es que esta madera pueda ser reutilizada para otras construcciones, a fin de que no se pierda", indicó.

Y si bien la madera podrá ser utilizada para otros fines de construcción, la fachada y el inmueble completo dejarán de existir pese a que en los años '30 y '40 del siglo XX resultó ser prácticamente el "mall" de Rahue y de aquellos campesinos que llegaban al emporio a comprar desde arroz o porotos sacados por una cuña desde un barril, hasta ropa y artículos como ollas y teteras.

Decisión de los dueños

Rolando Münzenmayer, dueño de la casona que al principio perteneció a Alfredo Dorner, indicó que se trató de vender el inmueble al municipio, iniciativa que finalmente no fructificó debido a que argumentaron no tener los fondos necesarios para aquella transacción que tenía como fin conservar el inmueble y la historia que representaba.

"Se hicieron los intentos para rescatarla, pero según nos explicaron en el municipio, no estaban las platas como para hacerlo y finalmente tuvimos que venderla a un particular", explica el dueño de casa, quien señala que el motivo de la venta radicó más que nada en que en el último tiempo sólo vivían en la casona él junto a su esposa y el espacio se les hacía demasiado grande de mantener, además de lo costoso que era calefaccionarla.

"Recuerdo que para el terremoto del '60 la casa se movió cinco metros y se le tuvo que poner vigas y rodillos para que aguantara las réplicas".

En tanto, su esposa Nancy Obando explica que el negocio funcionó hasta septiembre pasado, donde ya sólo les quedaban tres clientes que llegaban a comprar. "Queremos agradecer en especial a la gente del campo, que fue fiel durante muchos años. Al final, en la despedida, terminamos llorando con ellos", dice.

mil pesos cuesta una puerta de lingüe que fue utilizada en las habitaciones de la antigua casona rahuina. 150

meses atrás aproximadamente se vendió la casa Münzenmayer, la cual se 4

Demuelen antigua casa Münzenmayer para construir sala de venta de carnes

DESARME. El inmueble, con casi 100 años y ubicado en República, fue desde sus inicios local comercial y casa habitación. Arquitecto y un dirigente vecinal rahuino califican de lamentable su desaparición.
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Leonardo Yevenes

En pleno desarme luego de casi un siglo de existencia, se encuentra la casa Münzenmayer, emblemática casona de Rahue Bajo ubicada en plena intersección de avenida República con Chillán, y que desde sus inicios sirvió a sus dueños como casa habitación y local comercial, donde tanto los rahuinos como la gente que venía desde los sectores rurales de Osorno -especialmente desde La Costa- llegaban comprar todo tipo de provisiones.

La casona, que perteneció hasta hace 4 meses a la familia Münzenmayer, está en pleno desarme debido a que la empresa Frigoríficos del Sur, proveniente de Temuco, compró éste y otros inmuebles adyacentes con el fin de construir un local para venta de carne idéntico al que se encuentra actualmente en calle Lynch con Amunátegui.

No obstante, el desarme de la casona construida enteramente en madera ha generado la molestia de los dirigentes vecinales de Rahue, ya que la consideran un patrimonio histórico del sector, que será reemplazado por una estructura comercial.

Uno de ellos es el presidente del Consejo de Desarrollo Social Pro Comuna Rahue (organización que agrupa a 60 organizaciones rahuinas), Omar Andrade, quien señala que lo ideal hubiese sido salvar de alguna manera la casona, con el fin de conservar las estructuras del tradicional barrio osornino.

"Las casas que poseen un gran valor patrimonial e histórico, como lo es la Münzenmayer, debieran tener un poco más de atención por parte de las autoridades. Hay que tratar de preservar la historia de la comuna para las nuevas generaciones y no sólo preocuparse por la 'modernidad'", aseveró Andrade.

Andrade señala que con el desarme del inmueble se pierde la oportunidad de preservar un espacio que podría haber servido como centro cultural para Rahue o como un espacio de preservación arquitectónica para los turistas.

Para Andrade, el municipio osornino debió haberse hecho cargo de la compra del inmueble, con el fin de que fuese preservado como patrimonio histórico de Rahue y Osorno.

La demolición de la casona rahuina se suma a otros inmuebles que han sido desmantelados en los últimos años, como la casona Aubel en calle Julio Buschmann, con más de un siglo de existencia, que fue desarmada para dar espacio a la nueva avenida Mackenna; y una gran casona de calle Prat, entre Bilbao y Rodríguez, entre otras.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Osorno, Ismael Rivera, indicó que con la venta y posterior desarme de un inmueble como la casona Münzenmayer, la ciudad pierde su identidad e historia y comienza a parecerse a cualquier otra ciudad.

"Es verdad que tal vez los dueños necesitaban venderla, pero es el Estado el verdadero responsable de no apoyar a los propietarios a través de fondos para conservar o adquirir estos inmuebles y darles un nuevo uso", aseguró.

Se vende por partes...

Rodemil Fernández, de actuales 74 años de edad, recuerda que cuando pequeño más de alguna vez fue hasta la casona Münzenmayer para comprar abarrotes en el almacén que funcionó por décadas en la misma esquina, mandados que hacía tras las órdenes de sus padres.

"Aquí se vendía de todo: ropa, víveres, ollas y todo lo que uno se podía imaginar", dice Rodemil, quien hoy en día es el encargado de desarmar el inmueble y vender toda la madera y mobiliario que se puede recuperar.

Dueño de la constructora Fernández, este rahuino explica que con su empresa está encargado de construir lo que será el nuevo local para la venta de carne, donde también se contará con un establecimiento de grandes dimensiones.

Pero antes de continuar con la construcción, Rodemil debe vender toda la madera nativa de la que está hecha la antigua vivienda, lo mismo que sus artefactos.

A modo de ejemplo, el dueño de la constructora Fernández -que también se encargó de construir el frigorífico que la empresa posee en calle Lynch- mantiene a la venta en un pasillo una serie de puertas, donde resalta una de lingüe que vende a 150 mil pesos.

"A pesar del tiempo que tenía, la casa se encontraba en un estado impecable debido a que estaba construida con madera nativa, como laurel y pellín. Por lo mismo, la idea es que esta madera pueda ser reutilizada para otras construcciones, a fin de que no se pierda", indicó.

Y si bien la madera podrá ser utilizada para otros fines de construcción, la fachada y el inmueble completo dejarán de existir pese a que en los años '30 y '40 del siglo XX resultó ser prácticamente el "mall" de Rahue y de aquellos campesinos que llegaban al emporio a comprar desde arroz o porotos sacados por una cuña desde un barril, hasta ropa y artículos como ollas y teteras.

Decisión de los dueños

Rolando Münzenmayer, dueño de la casona que al principio perteneció a Alfredo Dorner, indicó que se trató de vender el inmueble al municipio, iniciativa que finalmente no fructificó debido a que argumentaron no tener los fondos necesarios para aquella transacción que tenía como fin conservar el inmueble y la historia que representaba.

"Se hicieron los intentos para rescatarla, pero según nos explicaron en el municipio, no estaban las platas como para hacerlo y finalmente tuvimos que venderla a un particular", explica el dueño de casa, quien señala que el motivo de la venta radicó más que nada en que en el último tiempo sólo vivían en la casona él junto a su esposa y el espacio se les hacía demasiado grande de mantener, además de lo costoso que era calefaccionarla.

"Recuerdo que para el terremoto del '60 la casa se movió cinco metros y se le tuvo que poner vigas y rodillos para que aguantara las réplicas".

En tanto, su esposa Nancy Obando explica que el negocio funcionó hasta septiembre pasado, donde ya sólo les quedaban tres clientes que llegaban a comprar. "Queremos agradecer en especial a la gente del campo, que fue fiel durante muchos años. Al final, en la despedida, terminamos llorando con ellos", dice.

mil pesos cuesta una puerta de lingüe que fue utilizada en las habitaciones de la antigua casona rahuina. 150

meses atrás aproximadamente se vendió la casa Münzenmayer, la cual se 4