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Déficit hídrico: se intensifica uso de maíz y remolacha como forrajeras

TENDENCIA. Ganaderos y lecheros han aumentado los cultivos más resistentes a las altas temperaturas y con buenos rendimientos, para afrontar así períodos complejos como el invierno y verano. Con ello buscan diversificar la matriz alimenticia del ganado, evitar que pierdan peso y optimizar los costos. Entre los más utilizados también están los nabos, raps forrajero, brassicas y coles. En la actualidad, el déficit de lluvias en Osorno llega a 41 por ciento en relación a 2015.
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Leonardo Yevenes

En la actualidad el déficit de lluvias en Osorno alcanza el 41% con relación al año pasado, lo que refleja el déficit hídrico que afecta a la zona desde los últimos años.

Por lo mismo, ganaderos y lecheros de la provincia y la Región han optado por intensificar el uso cultivos suplementarios venidos desde regiones o zonas más secas, los cuales se presentan más resistentes a los bajos niveles de agua y a las altas temperaturas, tendencia en alza que es confirmada por la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago).

Ello, como una forma de ofrecer alternativas alimenticias al ganado durante el verano y no depender de las praderas, tal como ocurre gran parte del año, las cuales presentan un menor rendimiento en periodos de escasez hídrica, tal como ha sucedido en los últimos veranos. Con esto evitan consumir de forma anticipada el forraje almacenado para el invierno y el ganado no pierde peso o baja su producción de leche.

Y si bien varios de estos cultivos se introdujeron de manera "tímida" y a modo de experimento hace un par de décadas, algunos se están masificando actualmente en los campos de la zona, debido a que la ventana climática favorable se ha acortado en el último tiempo.

En algunos casos, ganaderos y lecheros han tenido que aprender a manejarlos en el mismo proceso, ya que todavía se está "experimentando".

Entre los cultivos que están tomando mayor fuerza debido a su menor costo y más fácil manejo, están los nabos, la remolacha forrajera y en mayor medida el maíz.

Experiencia

Desde Best Fed, una empresa de consultoría en producción animal que se dedica principalmente al mejoramiento de la rentabilidad a través de la maximización del consumo de pradera, entre otras actividades, señalan que actualmente la estrategia forrajera se ha diversificado, principalmente en aquellos predios que no disponen de riego, ya que la ventana climática para producir el forraje del año, tanto en pastoreo directo como ensilaje, se ha acortado.

Y si bien admiten que la tendencia se viene dando desde hace años, también apuntan a que se ha fortalecido en las últimas dos a tres temporadas, las cuales se han presentado secas.

La estrategia de producción de cultivos suplementarios antes sólo se enfocaba en algunos predios como medida para aumentar la carga animal y con ello la producción por hectárea, pero que ahora ha tomado mayor fuerza.

En cuanto a los costos y comparado con lo que cuesta la producción de una pradera, desde Best Fed indican que estas alternativas forrajeras no son más baratas que lo que se produce en un predio, pero sí mucho más económicas que sus alternativas, como es el caso del heno, de los silos u otros subproductos.

Eso sí, desde la empresa con sede en Osorno afirman que si los rendimientos son adecuados, el costo es menor que comprar otra alternativa, aunque lo más relevante es que muchas veces resultan de mejor calidad y se puede esperar una mejor respuesta productiva a la inversión.

Historia

En tanto, desde la Sago, su presidente Cristian Arntz, señala que hace unos 20 años, cuando recién se presentaron los primeros indicios de déficit hídrico en la zona, se comenzó a utilizar alfalfa, que era un cultivo atípico para la zona antaño

Tras ello siguieron muchos otros cultivos hasta que unos seis o siete años se introdujeron los nabos forrajeros que se adaptaban bien a las tierras con poca agua.

"Se han ido introduciendo cultivos forrajeros y tecnología de acuerdo a las necesidades, con el fin de adaptarnos al cambio climático y entre lo más reciente está el maíz", indicó Arntz.

Según el titular de la Sago, este cultivo ha tomado preponderancia entre los agricultores gracias a que posee un periodo vegetativo relativamente corto, en el cual produce una cantidad de materia seca muy importante.

"Comparado con la pradera, posee mayor producción. Un buen ensilaje de maíz tiene un costo muy similar al de la pradera por unidad de materia seca y hace que sea una alternativa real e interesante al momento de planificar el balance forrajero del año", explica.

Y aunque no es un cultivo barato (ronda el millón de pesos por hectárea) produce hasta el doble de lo que puede hacerlo una pradera.

Justamente debido a estas cualidades, actualmente los productores no sólo lo usan como cultivo suplementario, sino que como una base estándar de producción, sobre todo en lechería.

"Ha aumentado en la zona de Osorno porque el periodo seco también lo ha hecho y de esta manera los productores no pierden competitividad", concluyó.

Buenos resultados

Germán Stolzenbach, ex gerente general de Cooprinsem y ganadero de la comuna de Los Muermos, mantiene un cultivo de maíz forrajero desde hace cuatro años, con el cual alimenta en parte y durante el invierno a unas 800 cabezas de producción de leche y de carne. Ello lo complementa con raps forrajero, mezclado con brassica y coles, debido a que los crecimientos de la pradera han bajado mucho.

"Esto lo hago para abaratar los costos, pues el maíz es suficientemente resistente a la sequía y requiere de muy poca agua. De hecho, un año se nos ocurrió regarlo y resultó un fracaso porque le crecieron hongos", cuenta a modo de experiencia.

Según Stolzenbach, poco a poco aprenden más de este tipo de cultivos forrajeros que son relativamente nuevos en la zona, los cuales están presentando rendimientos suficientemente buenos.

Lo único peligroso -explica- pueden ser las heladas, que lo afectan mucho, y es uno de los riesgos.

"Hay que trabajar con estos cultivos y especialmente el maíz, porque en invierno el silo de pasto no alcanza para todos los animales, hay que complementar las praderas en crecimiento con algo de silo de maíz y que éste alcance desde la primavera hasta enero", dijo.

Y a pesar de que el maíz ocupa una parte fundamental de los cultivos suplementarios que utiliza Stolzenbach, también trabaja con otros como el raps y coles forrajeras.

En cuanto a los costos, el productor indica que éstos son mucho menores que si comprara forraje y tuviera que movilizarlo.

Félix Casas, gerente general de Dairy Trade, empresa que agrupa productores con un volumen ganadero de 35 mil cabezas y donde llevan a cabo negociaciones por volumen, explica que hoy los agricultores se han tenido que adaptar a los cambios climáticos, utilizando cultivos complementarios que aportan durante las épocas críticas, que son verano e invierno.

"La introducción de nuevos cultivos se registra desde hace tiempo, pero se ha agudizado en los últimos años debido a que hay que buscar aquellos que se puedan adaptar para ocuparlos en época de déficit", manifestó.

Explicó que hace un par de años se utilizaba la brassica, el nabo, el raps y las coles. Lo que se está introduciendo desde 2015, es la remolacha forrajera, por los buenos rendimientos que presenta.

"Durante mucho tiempo se hicieron ensayos y se empezó a masificar desde el año pasado con buenos resultados. Por ejemplo, el rendimiento de este cultivo es de 25 toneladas por hectárea y el del nabo es de ocho", detalló.

En cuanto a las ventajas del maíz, Casas explica que los manejos son muy sencillos y los rendimientos andan en las 20 a 24 toneladas de materia seca por hectárea y con riego entre las 30-34 toneladas.

"En seis a siete meses logra rendimientos de 20 a 30 toneladas. A ese maíz se le coloca avena y te da cinco toneladas más; por eso, con riego se podría llegar de 35 a 40 toneladas anuales de producción por hectárea y en secano de 25 a 35", afirmó.

La seremi de Agricultura, Pamela Bertín, señaló que los cultivos suplementarios son muy útiles para épocas de escasez de forraje, por ejemplo, cuando enfrentamos déficit hídrico, pero también se puede usar como parte de la dieta estable del ganado para aportar un forraje de buena digestibilidad.

Datos

En las últimas temporadas, el maíz es el cultivo suplementario que ha tomado mayor fuerza.

La remolacha forrajera es uno de los cultivos que presenta mayor rendimiento por hectárea.

"La introducción de nuevos cultivos se viene dando desde hace tiempo, pero se ha agudizado en los últimos años".

Félix Casas, Gerente de Dairy Trade"

"Esto lo hago para abaratar los costos, pues el maíz es suficientemente resistente a la sequía y requiere de muy poca agua".

Germán Stolzenbach, Productor lechero"

Déficit hídrico: se intensifica uso de maíz y remolacha como forrajeras

TENDENCIA. Ganaderos y lecheros han aumentado los cultivos más resistentes a las altas temperaturas y con buenos rendimientos, para afrontar así períodos complejos como el invierno y verano. Con ello buscan diversificar la matriz alimenticia del ganado, evitar que pierdan peso y optimizar los costos. Entre los más utilizados también están los nabos, raps forrajero, brassicas y coles. En la actualidad, el déficit de lluvias en Osorno llega a 41 por ciento en relación a 2015.
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Leonardo Yevenes

En la actualidad el déficit de lluvias en Osorno alcanza el 41% con relación al año pasado, lo que refleja el déficit hídrico que afecta a la zona desde los últimos años.

Por lo mismo, ganaderos y lecheros de la provincia y la Región han optado por intensificar el uso cultivos suplementarios venidos desde regiones o zonas más secas, los cuales se presentan más resistentes a los bajos niveles de agua y a las altas temperaturas, tendencia en alza que es confirmada por la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago).

Ello, como una forma de ofrecer alternativas alimenticias al ganado durante el verano y no depender de las praderas, tal como ocurre gran parte del año, las cuales presentan un menor rendimiento en periodos de escasez hídrica, tal como ha sucedido en los últimos veranos. Con esto evitan consumir de forma anticipada el forraje almacenado para el invierno y el ganado no pierde peso o baja su producción de leche.

Y si bien varios de estos cultivos se introdujeron de manera "tímida" y a modo de experimento hace un par de décadas, algunos se están masificando actualmente en los campos de la zona, debido a que la ventana climática favorable se ha acortado en el último tiempo.

En algunos casos, ganaderos y lecheros han tenido que aprender a manejarlos en el mismo proceso, ya que todavía se está "experimentando".

Entre los cultivos que están tomando mayor fuerza debido a su menor costo y más fácil manejo, están los nabos, la remolacha forrajera y en mayor medida el maíz.

Experiencia

Desde Best Fed, una empresa de consultoría en producción animal que se dedica principalmente al mejoramiento de la rentabilidad a través de la maximización del consumo de pradera, entre otras actividades, señalan que actualmente la estrategia forrajera se ha diversificado, principalmente en aquellos predios que no disponen de riego, ya que la ventana climática para producir el forraje del año, tanto en pastoreo directo como ensilaje, se ha acortado.

Y si bien admiten que la tendencia se viene dando desde hace años, también apuntan a que se ha fortalecido en las últimas dos a tres temporadas, las cuales se han presentado secas.

La estrategia de producción de cultivos suplementarios antes sólo se enfocaba en algunos predios como medida para aumentar la carga animal y con ello la producción por hectárea, pero que ahora ha tomado mayor fuerza.

En cuanto a los costos y comparado con lo que cuesta la producción de una pradera, desde Best Fed indican que estas alternativas forrajeras no son más baratas que lo que se produce en un predio, pero sí mucho más económicas que sus alternativas, como es el caso del heno, de los silos u otros subproductos.

Eso sí, desde la empresa con sede en Osorno afirman que si los rendimientos son adecuados, el costo es menor que comprar otra alternativa, aunque lo más relevante es que muchas veces resultan de mejor calidad y se puede esperar una mejor respuesta productiva a la inversión.

Historia

En tanto, desde la Sago, su presidente Cristian Arntz, señala que hace unos 20 años, cuando recién se presentaron los primeros indicios de déficit hídrico en la zona, se comenzó a utilizar alfalfa, que era un cultivo atípico para la zona antaño

Tras ello siguieron muchos otros cultivos hasta que unos seis o siete años se introdujeron los nabos forrajeros que se adaptaban bien a las tierras con poca agua.

"Se han ido introduciendo cultivos forrajeros y tecnología de acuerdo a las necesidades, con el fin de adaptarnos al cambio climático y entre lo más reciente está el maíz", indicó Arntz.

Según el titular de la Sago, este cultivo ha tomado preponderancia entre los agricultores gracias a que posee un periodo vegetativo relativamente corto, en el cual produce una cantidad de materia seca muy importante.

"Comparado con la pradera, posee mayor producción. Un buen ensilaje de maíz tiene un costo muy similar al de la pradera por unidad de materia seca y hace que sea una alternativa real e interesante al momento de planificar el balance forrajero del año", explica.

Y aunque no es un cultivo barato (ronda el millón de pesos por hectárea) produce hasta el doble de lo que puede hacerlo una pradera.

Justamente debido a estas cualidades, actualmente los productores no sólo lo usan como cultivo suplementario, sino que como una base estándar de producción, sobre todo en lechería.

"Ha aumentado en la zona de Osorno porque el periodo seco también lo ha hecho y de esta manera los productores no pierden competitividad", concluyó.

Buenos resultados

Germán Stolzenbach, ex gerente general de Cooprinsem y ganadero de la comuna de Los Muermos, mantiene un cultivo de maíz forrajero desde hace cuatro años, con el cual alimenta en parte y durante el invierno a unas 800 cabezas de producción de leche y de carne. Ello lo complementa con raps forrajero, mezclado con brassica y coles, debido a que los crecimientos de la pradera han bajado mucho.

"Esto lo hago para abaratar los costos, pues el maíz es suficientemente resistente a la sequía y requiere de muy poca agua. De hecho, un año se nos ocurrió regarlo y resultó un fracaso porque le crecieron hongos", cuenta a modo de experiencia.

Según Stolzenbach, poco a poco aprenden más de este tipo de cultivos forrajeros que son relativamente nuevos en la zona, los cuales están presentando rendimientos suficientemente buenos.

Lo único peligroso -explica- pueden ser las heladas, que lo afectan mucho, y es uno de los riesgos.

"Hay que trabajar con estos cultivos y especialmente el maíz, porque en invierno el silo de pasto no alcanza para todos los animales, hay que complementar las praderas en crecimiento con algo de silo de maíz y que éste alcance desde la primavera hasta enero", dijo.

Y a pesar de que el maíz ocupa una parte fundamental de los cultivos suplementarios que utiliza Stolzenbach, también trabaja con otros como el raps y coles forrajeras.

En cuanto a los costos, el productor indica que éstos son mucho menores que si comprara forraje y tuviera que movilizarlo.

Félix Casas, gerente general de Dairy Trade, empresa que agrupa productores con un volumen ganadero de 35 mil cabezas y donde llevan a cabo negociaciones por volumen, explica que hoy los agricultores se han tenido que adaptar a los cambios climáticos, utilizando cultivos complementarios que aportan durante las épocas críticas, que son verano e invierno.

"La introducción de nuevos cultivos se registra desde hace tiempo, pero se ha agudizado en los últimos años debido a que hay que buscar aquellos que se puedan adaptar para ocuparlos en época de déficit", manifestó.

Explicó que hace un par de años se utilizaba la brassica, el nabo, el raps y las coles. Lo que se está introduciendo desde 2015, es la remolacha forrajera, por los buenos rendimientos que presenta.

"Durante mucho tiempo se hicieron ensayos y se empezó a masificar desde el año pasado con buenos resultados. Por ejemplo, el rendimiento de este cultivo es de 25 toneladas por hectárea y el del nabo es de ocho", detalló.

En cuanto a las ventajas del maíz, Casas explica que los manejos son muy sencillos y los rendimientos andan en las 20 a 24 toneladas de materia seca por hectárea y con riego entre las 30-34 toneladas.

"En seis a siete meses logra rendimientos de 20 a 30 toneladas. A ese maíz se le coloca avena y te da cinco toneladas más; por eso, con riego se podría llegar de 35 a 40 toneladas anuales de producción por hectárea y en secano de 25 a 35", afirmó.

La seremi de Agricultura, Pamela Bertín, señaló que los cultivos suplementarios son muy útiles para épocas de escasez de forraje, por ejemplo, cuando enfrentamos déficit hídrico, pero también se puede usar como parte de la dieta estable del ganado para aportar un forraje de buena digestibilidad.

Datos

En las últimas temporadas, el maíz es el cultivo suplementario que ha tomado mayor fuerza.

La remolacha forrajera es uno de los cultivos que presenta mayor rendimiento por hectárea.

"La introducción de nuevos cultivos se viene dando desde hace tiempo, pero se ha agudizado en los últimos años".

Félix Casas, Gerente de Dairy Trade"

"Esto lo hago para abaratar los costos, pues el maíz es suficientemente resistente a la sequía y requiere de muy poca agua".

Germán Stolzenbach, Productor lechero"