Terremoto electoral y castigo ciudadano
Los resultados de las recientes elecciones municipales no han dejado a nadie indiferente, sobre todo a las huestes oficialistas que representan al gobierno de turno y a sus partidos que la componen por la gran pérdida de escaños y votos tanto de alcaldes como de concejales. Todo lo anterior sumado a la abstención más baja obtenida desde la recuperación de la democracia que refleja un malestar nunca antes visto hacia el sistema político y que fue refrendado por esta abstención que representa directamente al "voto castigo".
Después de una larga jornada de espera y una vez conocidos los resultados electorales para la elección de alcaldes y concejales, quedó al descubierto el nuevo giro electoral de los votantes y sus nuevas preferencias políticas que a través del voto popular se manifestaron para lo que era previsible, reprochar el orden actual establecido, tanto a nivel de gobierno como de sus propias autoridades representativas de los gobiernos comunales, todo lo cual fue condimentado con una alta abstención electoral que en gran medida encuentra su explicación por el hecho de que los votantes se dieron cuenta que muchos alcaldes y concejales que iban a la reelección ya tenían asegurado sus triunfos y en definitiva, quienes se movilizaron lo hicieron para mantener o cambiar directamente sus preferencias por otros alcaldes y/o concejales. Además, el desencanto generalizado por la política y los políticos post-destape de corrupción se manifestó con una alta abstención y un voto castigo evidente hacia la clase gobernante y que a fin de cuentas, son de ambos bloques políticos mayoritarios del país, a esto hay que agregar el propio desencanto de militantes y simpatizantes de partidos que lisa y llanamente prefirieron manifestar su rechazo no concurriendo a votar.
Hubo sorpresas, reproches y algunos ganaron con lo justo y algo más. Sorpresas como la tragedia del PS a nivel regional y de provincias que perdió varias comunas incluso aquellas definidas por el propio partido como emblemáticas, siendo Frutillar una de aquellas en donde estaba el propio hermano del diputado Fidel Espinoza, no se ganó Puerto Varas con Leonhard ni Fresia con el ex Core Bernardo Espinoza -tío del diputado- y muchas otras como Chiloé que pasó a ser la "guinda de la torta", por nombrar algunas. Reproches, como la alta abstención y poca participación que hizo que con lo justo algunos tuvieran una reelección muy ajustada obteniendo una votación mucho menor respecto a la anterior votación, es el caso por ejemplo del alcalde Bertín en Osorno que logró algo más de un 5% de ventaja respecto a Jorge Tejeda que fue la sorpresa osornina. Se ratificó a Gervoy Paredes en la capital regional Puerto Montt -que a pesar de ser la segunda ciudad con la más alta abstención del país- obtuvo un 55% de las preferencias en su reelección y se alza como el gran salvador de la debacle al interior del PS pero queda como una "isla" en lo que respecta a la representación del gobierno y del PS en la región. No obstante lo anterior, el partido oficialista que saca cuentas alegres en esta vuelta a nivel regional es la DC que se quedó con 8 alcaldes, el PPD y PR con 2 y como ya se comentó, el PS sólo con 1. Mención aparte para quién se destacó de la provincia de Osorno con votación inédita a nivel nacional y que fue el alcalde DC reelecto de Purranque Héctor Barría que se encumbra por sobre un 84 % de votación. La UDI y RN también sacan cuentas alegres en la región, el primero se quedó con 5 alcaldes y el segundo con 2, además de otros 5 alcaldes electos dentro del pacto Chile Vamos. A fin de cuentas, ambos bloques en la región se quedan con 13 alcaldes pero esto es producto de los escaños perdidos por la Nueva Mayoría y en particular del propio PS.
Con estos resultados se aprecia un profundo malestar y desencanto que refleja un profundo desmarque ciudadano que reprocha directamente a la actual gestión política y de gobierno, a sus actores y representantes, a la manera de hacer política y al propio sistema político como a sus instituciones. Por lo tanto, los retos y desafíos para el bloque de la Nueva Mayoría se materializan en muchas tareas para no profundizar la crisis electoral que dejaron las municipales, por ejemplo, urgen medidas inmediatas y señales políticas orientadas a un cambio profundo en la manera de gobernar, es decir, se debe propiciar un cambio de las principales autoridades políticas de gobierno, desde ministros a intendentes, gobernadores/as y jefes de servicios a todo nivel, obviamente conservando a los mejores funcionarios que todos reconocen sus labores pero que pasan a ser "excepciones" a la regla.
Finalmente y a la luz de los resultados con una alta abstención histórica, se refleja un cambio paradigmático en las preferencias ciudadanas que ahora giran hacia el centro y hacia la derecha política del país en lo que se denomina "escala ideológica de izquierda y derecha". Además, se vislumbran nuevos aires rupturistas y desideologizados que empiezan a desplazar a los bloques políticos mayoritarios como lo sucedido en la elección a alcalde en Valparaíso, es por esta y otras razones que siempre los resultados de las municipales se convierten en el mejor predictor del pulso de las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales.
Gerardo González A.
Doctor en Ciencia Política. U. Salamanca.
Académico U. de Los Lagos.