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Lo que está en juego en las elecciones municipales 2016

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Nos encontramos nuevamente en un proceso electoral clave que se constituye en el ejercicio cívico y de cultura política más importante para mejorar la calidad de las democracias locales a través de las elecciones municipales destinadas a la elección de alcaldes y concejales de todo el país.

Manipulación

No obstante lo anterior, es necesario mencionar que no existe ninguna fórmula electoral perfecta en el mundo, todas las formulas de la ingeniería electoral "manipulan" los votos respecto al número de escaños o cargos disponibles.

En este sentido, la fórmula inventada por el profesor D´Hondt, que es la que se utiliza para la elección de concejales desde la reforma de 2004 -que separó de una misma papeleta a alcaldes y concejales- es una fórmula proporcional simple con uso de una "cifra repartidora", que no es otra cosa que el número de cargos disponibles y que distribuye la votación con relación a la disponibilidad de escaños.

Pero el sesgo que tiene es que indirectamente beneficia más a las listas que a los candidatos en particular, es decir, siempre tendrá una mayor chance de ser electo/a alguien que pertenece a un bloque o a un partido político por sobre un candidato/a que va de manera independiente. Además, si en una lista alguien obtiene una alta votación se produce el efecto "arrastre", en donde otros candidatos, incluso con menor votación que aspirantes de otras listas, pueden ser electos -por lo tanto, "no es tan proporcional" en relación a la conversión de votos v/s escaños-.

Por otra parte, el mecanismo electoral para elegir a los alcaldes es mayoritario simple y no es tan complejo como el de los concejales, porque en este caso logra vencer quien concentre la mayor cantidad de votos acumulados dentro del menú de aspirantes.

Sin embargo, tampoco esta es una fórmula electoral "muy pulcra", porque uno de sus efectos ocultos es que beneficia la elección de un alcalde en funciones que va a la reelección por sobre los demás aspirantes, y en esto hay muchas lecturas e interpretaciones, pero a fin de cuentas, los alcaldes/as que van a la reelección saben algo de esto. -No obstante aquello, siempre importan los resultados en la gestión del alcalde que va a la reelección y la percepción ciudadana respecto a lo mismo a través del voto-.

Además, este criterio electoral de elección de alcaldes incide indirectamente en la votación de concejales, porque si él o la candidata que va a la reelección pertenece a un bloque o partido fuerte, el elector/a que vote por él tendrá altas probabilidades de votar por el candidato/a a concejal de la misma lista que representa a su candidato a alcalde.

Osorno

De esta manera, y aplicando la racionalidad política, en Osorno no debiese haber mayores novedades para la reelección del actual alcalde Bertín, cuyo reto es mantener o superar su capital electoral pasado que alcanzó los 28.761 votos (60%), lo cual dependerá de la nueva percepción y votación de la comunidad local respecto a la evaluación de su reciente gestión.

En el caso del Concejo Municipal, se amplía el abanico de postulantes y se pasa de tener 36 candidatos en la elección pasada a más de 50 en esta elección. Además, siete de los actuales concejales van a la reelección.

Ciertamente, y como ya se explicó, para la elección de concejales existe una fórmula proporcional "sesgada" que tenderá a arrastrar indirectamente a los candidatos/as que se acoplen al candidato más fuerte de la elección de alcalde, pero como aumentó el menú de candidatos y de pactos electorales, es muy probable que ingresen candidatos/as nuevos al Concejo y que lo renueven en a lo menos un tercio del total de sus ocho integrantes.

En cualquier caso, lo anterior forma parte de un pronóstico electoral basado en el historial político de la comuna según datos históricos del Servel y también en base a los estudios de ingeniería electoral respecto a las fórmulas proporcionales que se aplican en distintos países del mundo.

Retos

Finalmente, las elecciones municipales son fundamentales para medir y proyectar el pulso electoral actual y los resultados son siempre extrapolables para predecir eventuales resultados de las elecciones parlamentarias y presidenciales venideras. De ahí la importancia de distintos actores políticos para que la ciudadanía vaya a votar.

El primer reto es no bajar el umbral promedio de votación en las municipales del país, que se encuentra en los 5 millones de electores. En el caso de Osorno el umbral de participación electoral pasado fue de 50 mil votantes para concejales y de 90 mil votantes para elección de alcalde.

El segundo desafío será revisar el comportamiento de votación de los electores y sus tendencias, debido a la evaluación (voto castigo) que se espera que afectará a la clase política producto de los destapes de corrupción y colusión política del último tiempo -en donde algunos partidos y bloques serán más perjudicados que otros-. Además, es probable que la nueva generación de jóvenes -entre 18 a 25 años- que están más informados y son más críticos del sistema decidan ir a votar, lo cual constituye una tendencia global como el caso español, en donde los jóvenes se volcaron a las urnas electorales y derribaron el bipartidismo extremo del país.

El Gobierno, la élite política, los partidos y sus actores deberán sortear esta nueva "prueba de fuego" con estas elecciones municipales que servirán de base para proyectar un nuevo gobierno a partir de las nuevas preferencias ciudadanas.

"El primer reto es no bajar el umbral promedio de votación en las municipales del país, que se encuentra en los 5 millones de electores""

Gerardo González A.,

Doctor en Ciencia Política, U. de Salamanca, España.

Académico de la ULagos.

Lo que está en juego en las elecciones municipales 2016

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Nos encontramos nuevamente en un proceso electoral clave que se constituye en el ejercicio cívico y de cultura política más importante para mejorar la calidad de las democracias locales a través de las elecciones municipales destinadas a la elección de alcaldes y concejales de todo el país.

Manipulación

No obstante lo anterior, es necesario mencionar que no existe ninguna fórmula electoral perfecta en el mundo, todas las formulas de la ingeniería electoral "manipulan" los votos respecto al número de escaños o cargos disponibles.

En este sentido, la fórmula inventada por el profesor D´Hondt, que es la que se utiliza para la elección de concejales desde la reforma de 2004 -que separó de una misma papeleta a alcaldes y concejales- es una fórmula proporcional simple con uso de una "cifra repartidora", que no es otra cosa que el número de cargos disponibles y que distribuye la votación con relación a la disponibilidad de escaños.

Pero el sesgo que tiene es que indirectamente beneficia más a las listas que a los candidatos en particular, es decir, siempre tendrá una mayor chance de ser electo/a alguien que pertenece a un bloque o a un partido político por sobre un candidato/a que va de manera independiente. Además, si en una lista alguien obtiene una alta votación se produce el efecto "arrastre", en donde otros candidatos, incluso con menor votación que aspirantes de otras listas, pueden ser electos -por lo tanto, "no es tan proporcional" en relación a la conversión de votos v/s escaños-.

Por otra parte, el mecanismo electoral para elegir a los alcaldes es mayoritario simple y no es tan complejo como el de los concejales, porque en este caso logra vencer quien concentre la mayor cantidad de votos acumulados dentro del menú de aspirantes.

Sin embargo, tampoco esta es una fórmula electoral "muy pulcra", porque uno de sus efectos ocultos es que beneficia la elección de un alcalde en funciones que va a la reelección por sobre los demás aspirantes, y en esto hay muchas lecturas e interpretaciones, pero a fin de cuentas, los alcaldes/as que van a la reelección saben algo de esto. -No obstante aquello, siempre importan los resultados en la gestión del alcalde que va a la reelección y la percepción ciudadana respecto a lo mismo a través del voto-.

Además, este criterio electoral de elección de alcaldes incide indirectamente en la votación de concejales, porque si él o la candidata que va a la reelección pertenece a un bloque o partido fuerte, el elector/a que vote por él tendrá altas probabilidades de votar por el candidato/a a concejal de la misma lista que representa a su candidato a alcalde.

Osorno

De esta manera, y aplicando la racionalidad política, en Osorno no debiese haber mayores novedades para la reelección del actual alcalde Bertín, cuyo reto es mantener o superar su capital electoral pasado que alcanzó los 28.761 votos (60%), lo cual dependerá de la nueva percepción y votación de la comunidad local respecto a la evaluación de su reciente gestión.

En el caso del Concejo Municipal, se amplía el abanico de postulantes y se pasa de tener 36 candidatos en la elección pasada a más de 50 en esta elección. Además, siete de los actuales concejales van a la reelección.

Ciertamente, y como ya se explicó, para la elección de concejales existe una fórmula proporcional "sesgada" que tenderá a arrastrar indirectamente a los candidatos/as que se acoplen al candidato más fuerte de la elección de alcalde, pero como aumentó el menú de candidatos y de pactos electorales, es muy probable que ingresen candidatos/as nuevos al Concejo y que lo renueven en a lo menos un tercio del total de sus ocho integrantes.

En cualquier caso, lo anterior forma parte de un pronóstico electoral basado en el historial político de la comuna según datos históricos del Servel y también en base a los estudios de ingeniería electoral respecto a las fórmulas proporcionales que se aplican en distintos países del mundo.

Retos

Finalmente, las elecciones municipales son fundamentales para medir y proyectar el pulso electoral actual y los resultados son siempre extrapolables para predecir eventuales resultados de las elecciones parlamentarias y presidenciales venideras. De ahí la importancia de distintos actores políticos para que la ciudadanía vaya a votar.

El primer reto es no bajar el umbral promedio de votación en las municipales del país, que se encuentra en los 5 millones de electores. En el caso de Osorno el umbral de participación electoral pasado fue de 50 mil votantes para concejales y de 90 mil votantes para elección de alcalde.

El segundo desafío será revisar el comportamiento de votación de los electores y sus tendencias, debido a la evaluación (voto castigo) que se espera que afectará a la clase política producto de los destapes de corrupción y colusión política del último tiempo -en donde algunos partidos y bloques serán más perjudicados que otros-. Además, es probable que la nueva generación de jóvenes -entre 18 a 25 años- que están más informados y son más críticos del sistema decidan ir a votar, lo cual constituye una tendencia global como el caso español, en donde los jóvenes se volcaron a las urnas electorales y derribaron el bipartidismo extremo del país.

El Gobierno, la élite política, los partidos y sus actores deberán sortear esta nueva "prueba de fuego" con estas elecciones municipales que servirán de base para proyectar un nuevo gobierno a partir de las nuevas preferencias ciudadanas.

"El primer reto es no bajar el umbral promedio de votación en las municipales del país, que se encuentra en los 5 millones de electores""

Gerardo González A.,

Doctor en Ciencia Política, U. de Salamanca, España.

Académico de la ULagos.