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Participación cae 6,5 puntos en las últimas tres municipales

ELECCIONES. En 2004 llegaron a las urnas de la provincia el 49,2% de los electores, cifra que cayó a 42,7% en 2012. Expertos plantean que mañana, tras conocerse a los vencedores, el análisis apuntará a saber cuántas personas participaron del proceso eleccionario.
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Rodrigo Alarcón

La provincia vive esta jornada un día clave para el futuro de cada una de sus siete comunas, donde la madre de todas las batallas de hoy no será la que dé cada uno de los candidatos a alcalde y concejal, sino que apuntará a la asistencia -o no- de las 208 mil 352 personas habilitadas para sufragar.

En esta ocasión, la segunda municipal con voto voluntario desde el retorno de la democracia, se deberá luchar contra el fantasma más peligroso que viene acechando a los procesos eleccionarios: la baja participación ciudadana.

Y eso queda de manifiesto al comprobar la asistencia de los electores en las últimas municipales, cuando la participación cayó 6,5 puntos en los últimos tres procesos: si en 2004 asistió a las urnas el 49,2% del padrón electoral en la provincia, dicha cifra cayó a un 42,7% en 2012.

Desidia, desconfianza, rabia contra la clase política y la sensación de que sin importar si se vota o no las cosas seguirán igual que antes, son siempre los argumentos que aluden quienes optan por no asistir a su local de votación a participar del acto eleccionario, sin entender que cada voto es el que finalmente marca la diferencia a la hora de elegir cómo cada ciudadano estima que debiera seguir siendo su ciudad.

Servel

En la página web del Servicio Electoral, de hecho, se puede evidenciar que de esos más de 200 mil electores inscritos en la provincia y analizando la participación electoral en las últimas tres municipales (2004, 2008 y 2012), cerca de la mitad de los inscritos sufragaron en las dos primeras. No obstante, en la última elección de alcaldes y concejales dicha cifra bajó en al menos seis de las siete comunas.

A nivel provincial, el dato indica que en 2004 votaron 102 mil 583 personas (49,2%); en la del 2008 lo hicieron 102 mil 143 personas (49%). En tanto en la de 2012 ese número cayó a 89 mil 116 personas (42,7%).

Vale la pena anotar un dato relevante: en las dos primeras el voto era obligatorio, en tanto que los comicios del año 2012 fueron los primeros en los que operó el voto voluntario en nuestro país, lo que a juicio de los expertos también explica esa baja de 9,2 puntos en Osorno, comuna que registra el mayor descenso en los últimos tres procesos eleccionarios municipales.

Según comenta el doctor en Planificación Territorial y Desarrollo Regional de la Universidad de los Lagos (ULagos), Guillermo Díaz, "en general las elecciones municipales siempre tienen un nivel de participación menor que las presidenciales. Eso al menos es lo que dice la historia", aunque agrega que en las elecciones municipales que se desarrollan hoy se suman factores relevantes, como el cuestionamiento general a la clase política y el escándalo por los errores en el padrón electoral.

"Es difícil saber cuánto va a influir. Pero lo que tiene que ver con los niveles de participación va a ser el impacto que va a tener esta distorsión del padrón y, lo otro, todo este contexto nacional con los supuestos errores y mala gestión que en general han tenido las autoridades políticas, que afecta toda la imagen de la clase política", plantea el docente.

Datos

Al analizar los datos electorales comuna por comuna en las últimas tres municipales se puede evidenciar que en Osorno, de los 138 mil 682 electores inscritos, en los comicios del 2004 sólo votaron 63 mil 366 personas, lo que corresponde a un 45,6 por ciento de participación. Ese es un dato relevante toda vez que, incluso cuando el voto era obligatorio, la comuna ya tenía una participación inferior a la mitad de su padrón electoral. Cuatro años después, en 2008, votaron 62 mil 622 personas, manteniéndose estadísticamente en el 45,1 por ciento.

Sin embargo una vez que entró a operar el voto voluntario, la participación electoral de la comuna de Osorno cayó hasta las 50 mil 483 personas, o sea, votó apenas el 36,4 por ciento del padrón electoral.

Una situación similar se vivió en las otras dos comunas con mayor población de la provincia.

En Purranque, por ejemplo, de un padrón electoral de 19 mil 534 electores en las elecciones de 2004 votaron 10 mil 718 personas (54,8%); en las de 2008 hubo un solo elector más: 10 mil 719 (54,8%); mientras que en 2012 la votación fue de 10 mil 318 personas (52,8%).

En Río Negro, en tanto, con un padrón de 13 mil 81 electores, en los comicios de 2004 votaron 7 mil 365 personas (56,3%); en las de 2008 votaron 7 mil 357 (56,2%); mientras que en las de 2012 votaron 7 mil 333 personas (56%).

Es notorio el dato de que en estas dos últimas comunas tanto con voto obligatorio como voluntario la participación electoral se haya mantenido por encima del 50 por ciento, mientras que en Osorno con el estreno del voto voluntario ésta haya caído bajo el 40% en la última elección.

"En general, cuando los países optan por votaciones voluntarias, obviamente los niveles de participación electoral bajan. Esto se puede ver de dos perspectivas: una electoral y otra política. Electoralmente la baja votación en las elecciones municipales favorece a los actuales alcaldes y concejales. Lo que dice la evidencia es que cuando el votante quiere producir algún cambio o sacar a una autoridad, los niveles de participación aumentan", comenta el docente de la Universidad de los Lagos, Guillermo Díaz.

El doctor en Planificación Territorial y Desarrollo Regional adelanta que "sería interesante ver después de esta elección qué va a pasar en las comunas donde no habrán alcaldes reelectos, como es el caso de Puerto Octay. Yo creo que quizás ahí los niveles de participación van a ser menores, porque la gente en general no va a participar cuando no se identifica con ningún candidato", detalló.

Precisamente en Puerto Octay, comuna con 8 mil 684 electores, en 2004 votaron 4 mil 820 personas (55,5%); en 2008 votaron 4.796 personas (55,2%) y en 2012 acudieron a las urnas 4 mil 543 personas (52,3%).

única al alza

En Puyehue, en tanto, con 11 mil dos electores en las elecciones de 2004 acudieron a votar 6 mil 215 personas (56,4%); en 2008 fueron 6 mil 423 votantes (58,3%); y en los comicios de 2012 sufragaron 6 mil 699 electores (60,8%). Como muestran los datos, Puyehue es la única comuna donde la participación electoral ha subido con cada elección.

San Juan de la Costa, por su parte, tiene un padrón de 7 mil 671 electores y en las elecciones municipales de 2004 mostró una participación 4 mil 235 personas (55,2%); en las de 2008 votaron 4 mil 270 (55,6%); y en las de 2012 mostró una leve baja cuando fueron a votar 4 mil 210 electores (54,8%).

En San Pablo, en tanto, con un padrón de 9 mil 698 electores en las municipales de 2004 mostró una participación de 5 mil 864 electores (60,4%); en 2008 de 5 mil 956 (61,4%) y en los comicios de 2012 una leve baja en la votación, con 5 mil 530 personas (57%).

Según comenta Díaz, con respecto a la participación electoral que se pueda pronosticar para hoy es imprescindible considerar dos antecedentes de la coyuntura: la desconfianza generalizada por la política en general en base a los casos de corrupción denunciados en los último años; y los errores en el padrón electoral detectados en el Servel.

"Eso va a ser un factor muy importante que influirá en esta elección y que seguramente causará que la abstención sea más alta. De hecho hay algunos especialistas que sugieren de un 5% a un 7% menos de participación electoral. Estaríamos llegando a un 35%", plantea el docente de la ULagos.

"En general los niveles de participación van a bajar a nivel nacional. Las estimaciones creen que podría estar en el rango del 35 al 40 por ciento. Si tenemos niveles de participación por debajo del 35 por ciento a nivel nacional yo creo que estamos frente a un problema. Eso daría a entender que este modelos de democracia representativa está en duda", agrega Díaz.

Sobre si esa eventual baja podría representar un real peligro para la democracia, el doctor en Gestión Territorial sostiene que "cuando en un sistema electoral el sustento es el representativo, aunque haya un bajo porcentaje una autoridad está legitimada. Ahora, hay que decir qué se va a hacer si los niveles de participación son bajos. Pero yo creo que no hay duda que la baja participación será el tema principal después de la elección. Y precisamente porque dado este nivel de participación las dos fuerzas políticas preponderantes van a seguir estables y concentrando la mayor cantidad de alcaldes y concejales. Habrá que analizar qué comportamiento tienen las nuevas fuerzas políticas emergentes"

Guillermo Díaz agrega que "hay que ir transitando hacia procesos democráticos en que los niveles de representación también se puedan conjugar con mayores niveles de participación, donde los agentes sociales más relevantes o movimientos sociales vean reflejado que sus propuestas tienen cabida a la hora de tomar decisiones".

"Lo que dice la evidencia es que cuando el votante quiere producir algún cambio o sacar a una autoridad, los niveles de participación aumentan"

Guillermo Díaz, Doctor en Planificación Territorial y Desarrollo Regional"

Participación cae 6,5 puntos en las últimas tres municipales

ELECCIONES. En 2004 llegaron a las urnas de la provincia el 49,2% de los electores, cifra que cayó a 42,7% en 2012. Expertos plantean que mañana, tras conocerse a los vencedores, el análisis apuntará a saber cuántas personas participaron del proceso eleccionario.
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Rodrigo Alarcón

La provincia vive esta jornada un día clave para el futuro de cada una de sus siete comunas, donde la madre de todas las batallas de hoy no será la que dé cada uno de los candidatos a alcalde y concejal, sino que apuntará a la asistencia -o no- de las 208 mil 352 personas habilitadas para sufragar.

En esta ocasión, la segunda municipal con voto voluntario desde el retorno de la democracia, se deberá luchar contra el fantasma más peligroso que viene acechando a los procesos eleccionarios: la baja participación ciudadana.

Y eso queda de manifiesto al comprobar la asistencia de los electores en las últimas municipales, cuando la participación cayó 6,5 puntos en los últimos tres procesos: si en 2004 asistió a las urnas el 49,2% del padrón electoral en la provincia, dicha cifra cayó a un 42,7% en 2012.

Desidia, desconfianza, rabia contra la clase política y la sensación de que sin importar si se vota o no las cosas seguirán igual que antes, son siempre los argumentos que aluden quienes optan por no asistir a su local de votación a participar del acto eleccionario, sin entender que cada voto es el que finalmente marca la diferencia a la hora de elegir cómo cada ciudadano estima que debiera seguir siendo su ciudad.

Servel

En la página web del Servicio Electoral, de hecho, se puede evidenciar que de esos más de 200 mil electores inscritos en la provincia y analizando la participación electoral en las últimas tres municipales (2004, 2008 y 2012), cerca de la mitad de los inscritos sufragaron en las dos primeras. No obstante, en la última elección de alcaldes y concejales dicha cifra bajó en al menos seis de las siete comunas.

A nivel provincial, el dato indica que en 2004 votaron 102 mil 583 personas (49,2%); en la del 2008 lo hicieron 102 mil 143 personas (49%). En tanto en la de 2012 ese número cayó a 89 mil 116 personas (42,7%).

Vale la pena anotar un dato relevante: en las dos primeras el voto era obligatorio, en tanto que los comicios del año 2012 fueron los primeros en los que operó el voto voluntario en nuestro país, lo que a juicio de los expertos también explica esa baja de 9,2 puntos en Osorno, comuna que registra el mayor descenso en los últimos tres procesos eleccionarios municipales.

Según comenta el doctor en Planificación Territorial y Desarrollo Regional de la Universidad de los Lagos (ULagos), Guillermo Díaz, "en general las elecciones municipales siempre tienen un nivel de participación menor que las presidenciales. Eso al menos es lo que dice la historia", aunque agrega que en las elecciones municipales que se desarrollan hoy se suman factores relevantes, como el cuestionamiento general a la clase política y el escándalo por los errores en el padrón electoral.

"Es difícil saber cuánto va a influir. Pero lo que tiene que ver con los niveles de participación va a ser el impacto que va a tener esta distorsión del padrón y, lo otro, todo este contexto nacional con los supuestos errores y mala gestión que en general han tenido las autoridades políticas, que afecta toda la imagen de la clase política", plantea el docente.

Datos

Al analizar los datos electorales comuna por comuna en las últimas tres municipales se puede evidenciar que en Osorno, de los 138 mil 682 electores inscritos, en los comicios del 2004 sólo votaron 63 mil 366 personas, lo que corresponde a un 45,6 por ciento de participación. Ese es un dato relevante toda vez que, incluso cuando el voto era obligatorio, la comuna ya tenía una participación inferior a la mitad de su padrón electoral. Cuatro años después, en 2008, votaron 62 mil 622 personas, manteniéndose estadísticamente en el 45,1 por ciento.

Sin embargo una vez que entró a operar el voto voluntario, la participación electoral de la comuna de Osorno cayó hasta las 50 mil 483 personas, o sea, votó apenas el 36,4 por ciento del padrón electoral.

Una situación similar se vivió en las otras dos comunas con mayor población de la provincia.

En Purranque, por ejemplo, de un padrón electoral de 19 mil 534 electores en las elecciones de 2004 votaron 10 mil 718 personas (54,8%); en las de 2008 hubo un solo elector más: 10 mil 719 (54,8%); mientras que en 2012 la votación fue de 10 mil 318 personas (52,8%).

En Río Negro, en tanto, con un padrón de 13 mil 81 electores, en los comicios de 2004 votaron 7 mil 365 personas (56,3%); en las de 2008 votaron 7 mil 357 (56,2%); mientras que en las de 2012 votaron 7 mil 333 personas (56%).

Es notorio el dato de que en estas dos últimas comunas tanto con voto obligatorio como voluntario la participación electoral se haya mantenido por encima del 50 por ciento, mientras que en Osorno con el estreno del voto voluntario ésta haya caído bajo el 40% en la última elección.

"En general, cuando los países optan por votaciones voluntarias, obviamente los niveles de participación electoral bajan. Esto se puede ver de dos perspectivas: una electoral y otra política. Electoralmente la baja votación en las elecciones municipales favorece a los actuales alcaldes y concejales. Lo que dice la evidencia es que cuando el votante quiere producir algún cambio o sacar a una autoridad, los niveles de participación aumentan", comenta el docente de la Universidad de los Lagos, Guillermo Díaz.

El doctor en Planificación Territorial y Desarrollo Regional adelanta que "sería interesante ver después de esta elección qué va a pasar en las comunas donde no habrán alcaldes reelectos, como es el caso de Puerto Octay. Yo creo que quizás ahí los niveles de participación van a ser menores, porque la gente en general no va a participar cuando no se identifica con ningún candidato", detalló.

Precisamente en Puerto Octay, comuna con 8 mil 684 electores, en 2004 votaron 4 mil 820 personas (55,5%); en 2008 votaron 4.796 personas (55,2%) y en 2012 acudieron a las urnas 4 mil 543 personas (52,3%).

única al alza

En Puyehue, en tanto, con 11 mil dos electores en las elecciones de 2004 acudieron a votar 6 mil 215 personas (56,4%); en 2008 fueron 6 mil 423 votantes (58,3%); y en los comicios de 2012 sufragaron 6 mil 699 electores (60,8%). Como muestran los datos, Puyehue es la única comuna donde la participación electoral ha subido con cada elección.

San Juan de la Costa, por su parte, tiene un padrón de 7 mil 671 electores y en las elecciones municipales de 2004 mostró una participación 4 mil 235 personas (55,2%); en las de 2008 votaron 4 mil 270 (55,6%); y en las de 2012 mostró una leve baja cuando fueron a votar 4 mil 210 electores (54,8%).

En San Pablo, en tanto, con un padrón de 9 mil 698 electores en las municipales de 2004 mostró una participación de 5 mil 864 electores (60,4%); en 2008 de 5 mil 956 (61,4%) y en los comicios de 2012 una leve baja en la votación, con 5 mil 530 personas (57%).

Según comenta Díaz, con respecto a la participación electoral que se pueda pronosticar para hoy es imprescindible considerar dos antecedentes de la coyuntura: la desconfianza generalizada por la política en general en base a los casos de corrupción denunciados en los último años; y los errores en el padrón electoral detectados en el Servel.

"Eso va a ser un factor muy importante que influirá en esta elección y que seguramente causará que la abstención sea más alta. De hecho hay algunos especialistas que sugieren de un 5% a un 7% menos de participación electoral. Estaríamos llegando a un 35%", plantea el docente de la ULagos.

"En general los niveles de participación van a bajar a nivel nacional. Las estimaciones creen que podría estar en el rango del 35 al 40 por ciento. Si tenemos niveles de participación por debajo del 35 por ciento a nivel nacional yo creo que estamos frente a un problema. Eso daría a entender que este modelos de democracia representativa está en duda", agrega Díaz.

Sobre si esa eventual baja podría representar un real peligro para la democracia, el doctor en Gestión Territorial sostiene que "cuando en un sistema electoral el sustento es el representativo, aunque haya un bajo porcentaje una autoridad está legitimada. Ahora, hay que decir qué se va a hacer si los niveles de participación son bajos. Pero yo creo que no hay duda que la baja participación será el tema principal después de la elección. Y precisamente porque dado este nivel de participación las dos fuerzas políticas preponderantes van a seguir estables y concentrando la mayor cantidad de alcaldes y concejales. Habrá que analizar qué comportamiento tienen las nuevas fuerzas políticas emergentes"

Guillermo Díaz agrega que "hay que ir transitando hacia procesos democráticos en que los niveles de representación también se puedan conjugar con mayores niveles de participación, donde los agentes sociales más relevantes o movimientos sociales vean reflejado que sus propuestas tienen cabida a la hora de tomar decisiones".

"Lo que dice la evidencia es que cuando el votante quiere producir algún cambio o sacar a una autoridad, los niveles de participación aumentan"

Guillermo Díaz, Doctor en Planificación Territorial y Desarrollo Regional"