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Monos capuchinos pueden crear herramientas con piedras

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Los monos capuchinos de Brasil rompen piedras de forma deliberada, con lo que obtienen esquirlas afiladas similares a las herramientas de los primeros homínidos. Sin embargo, no las usan, por lo que los expertos consideran que crean esos utensilios de manera "involuntaria", según un estudio que publicó ayer Nature. Científicos británicos y brasileños observaron por primera vez ese comportamiento de los simios, pero no los vieron usar las esquirlas para afilar o cortar otros objetos, como carne o huesos. La Universidad de Oxford, el University College de Londres y la Universidad de Sao Paulo colaboraron en una investigación que demuestra que las tallas que producen los primates modernos son semejantes a restos arqueológicos que hasta ahora se consideraban propios de los humanos primigenios.

Hawking inaugura un centro de inteligencia artificial

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El científico británico Stephen Hawking subrayó ayer la importancia de investigar a fondo las aplicaciones de la inteligencia artificial, en la inauguración de un centro destinado a ese fin en la universidad inglesa de Cambridge. "El surgimiento de una poderosa inteligencia artificial será lo mejor o lo peor que le haya pasado a la humanidad, todavía no lo sabemos", advirtió el académico durante el acto. "La investigación que llevará a cabo este centro será crucial para el futuro de nuestra civilización y de nuestra especie", añadió. El Centro Leverhulme para el futuro de la inteligencia (CFI, por sus siglas en inglés) resulta de una colaboración entre varias universidades del Reino Unido y EE.UU.

Hacer ejercicio ayuda a retener información tras una jornada de estudio

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Después de una jornada de estudio, hacer ejercicio puede ser una buena forma para retener la información, según un estudio publicado esta semana.

Expertos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Alta Austria descubrieron que realizar actividad física moderada, como correr, tiene un efecto directo en la capacidad de recordar los contenidos estudiados. De esta forma, el equipo sugiere a escolares y universitarios optar por actividades activas en lugar de pasivas, como jugar en el computador, si lo que lo que se quiere es poder retener lo aprendido.

El autor principal del análisis, Harald Kindermann, explicó que le interesaba saber si la falta de ejercicio puede impactar en la habilidad para memorizar materias escolares.

Para ello, el científico y su equipo reclutaron a 60 hombres de entre 16 y 29 años, a quienes les pidieron recordar varios tipos de información, desde aprenderse una ruta del mapa de la ciudad hasta memorizar pares de palabras en alemán y turco.

Luego, los voluntarios fueron divididos en tres grupos: el primero jugó videojuegos violentos en un computador, otro corrió y un tercero, que sirvió como grupo de control, pasó tiempo al aire libre.

Después, los académicos compararon el desempeño que tuvieron las personas de cada grupo en la retención de la información que se les proporcionó.

Los resultados revelaron que los corredores tuvieron un mejor rendimiento y que recordaron más datos después de ejercitarse. A los del grupo de control les fue un poco peor, mientras que los recuerdos de la gente que jugó en el computador fueron significativamente menores.

"Nuestros datos demuestran que jugar videojuegos no es útil para la mejora de los efectos del aprendizaje", opinó Kindermann en un comunicado. "En lugar de ello, es aconsejable para los más jóvenes, y probablemente para los adultos, hacer ejercicio moderado en un ciclo de aprendizaje", agregó el especialista.

El análisis

Memorización

En el estudio participaron hombres de entre 16 y 29 años, quienes debieron memorizar distintos tipos de información, desde rutas en un mapa hasta palabras.

Rendimiento

Las personas que corrieron tuvieron un mejor rendimiento en la retención de información. Los que jugaron en el PC registraron menor desempeño.

Sonda europea logra entrar en órbita en Marte, pero hay dudas sobre el aterrizaje de su módulo

EXOMARS. Se espera que hoy se conozcan detalles de lo que pasó con Schiaparelli, cuyo fin es preparar el envío de un rover que en 2020 buscará indicios de vida.
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Mabel González

Faltaban 30 segundos para que el módulo Schiaparelli tocara la superficie de Marte cuando la Agencia Espacial Europea (ESA) perdió contacto con el vehículo. La sensación que esto dejó en el equipo de la misión europeo-rusa ExoMars fue que la sonda, que fue lanzada al espacio hace siete meses, aterrizó en el planeta, pero sin saberse en qué condiciones.

"Está claro que las señales no son buenas, pero aún necesitamos más información", dijo Paolo Ferri, jefe de la división de Operaciones de la ESA, sobre el segundo intento de Europa, en conjunto con Rusia, de llevar a cabo un aterrizaje en Marte. La primera vez fue en 2003, con el módulo británico Beagle 2. Hasta ahora, EE.UU. es el único país que ha logrado tal hazaña.

Objetivo

Schiaparelli, uno de los dos componentes de la nave no tripulada ExoMars 2016, entró en la atmósfera marciana ayer a las 11.42 horas de Chile (14.42 hora GMT). Su objetivo es probar la tecnología necesaria para que en el año 2020 la ESA envíe un vehículo robótico (rover) que busque indicios de vida en el cuerpo celeste.

Sin embargo, horas más tarde, el centro de operaciones de la agencia espacial ubicado en Darmstadt, Alemania, no recibía señales de que el aterrizaje -o "amartizaje"- fue exitoso.

Sí logró tomar contacto con la sonda Trace Gas Orbiter (TGO), el otro elemento del proyecto, que se colocó bien en una órbita alrededor de Marte, desde donde estudiará el origen de gases como el metano y, por tanto, indicios de vida, pasada o actual, en el planeta.

"Tenemos una misión en órbita de Marte", anunció el director de vuelo de la ESA, Michel Denis, desde el centro de control de operaciones.

La ESA recibió la confirmación de que la compleja maniobra de la puesta en órbita se produjo bien y que el Orbitador de Gases Traza (el nombre de TGO en español) se movía alrededor del planeta rojo.

Ahora, la ESA tiene dos misiones en Marte: Exomars y Mars Express, que fue el primer proyecto europeo en ese planeta, según explicó Denis.

Complicada maniobra

El Orbitador de Gases Traza había alcanzado su destino y era necesario cambiar su trayectoria mediante una complicada maniobra de frenado para que entrara en la órbita de Marte, al ser capturado por la gravedad del planeta rojo.

Para frenar, el Orbitador encendió un motor que permaneció activo más de dos horas y una vez en la órbita la nave apuntó hacia la Tierra.

El Orbitador habrá grabado la secuencia de entrada, descenso y aterrizaje en Marte del módulo Schiaparelli.

El Orbitador de Gases Traza se encuentra orbitando Marte, pero todavía no se sabe si lo está en la posición definitiva.

Tipo de órbita

Su órbita final pretende ser muy elíptica, cuya distancia a Marte varia de 300 a 96 mil kilómetros, por ello necesitará cuatros días marcianos en completarla (un día marciano es de 24 horas y 37 minutos). La ESA espera contar con más datos de la misión a las 8 horas GMT de hoy (5 horas de Chile).

El lugar de aterrizaje

Se esperaba que Schiaparelli aterrizara en una región de Marte llamada Meridiani Planum, cerca del lugar donde trabaja el vehículo de la NASA Opportunity, que fue lanzado en 2014. Uno de los responsables de ExoMars, Vincenzo Giorgio, explicó en el diario español El Mundo que "el sitio del aterrizaje no es tan importante" como en ExoMars2020, la segunda etapa de la misión, cuando se espera lanzar un rover. Schiaparelli fue llamado así en honor al astrónomo italiano que en 1877 comenzó a cartografiar la topografía de Marte.