De la calle al altar: la nueva vida que comienza la pareja Huentru-Martínez
FAMILIA. Luego de dos años recorriendo las avenidas de Osorno, el destino tuvo un giro para ambos: hoy tienen un hogar y pretenden sellar su compromiso por la iglesia a fines de noviembre.
Luego de un año de relación, Yanela Martínez (29) y Orlando Huentru (63), contrajeron matrimonio el miércoles pasado. Su vida es especial: estuvieron dos años en situación de calle, refugiándose en los albergues temporales que se habilitan durante la temporada de invierno. Hoy la historia cambió radicalmente.
"Empezamos a salir, a conversar. Salíamos del brazo o tomados de la mano. Nos íbamos por el Jumbo y almorzábamos por ahí", recuerda Yanela Martínez, siempre con una sonrisa en el rostro, sobre cómo conoció a su esposo, quien en ese momento -al igual que ella- vivía en situación de calle y recorrían juntos las avenidas de Osorno.
Orlando Huentru asegura que los 34 años de diferencia no fueron un impedimento para consagrar su amor. "Nos llevamos bien, trabajamos unidos y lo hacemos todo juntos. Nos ayudamos mutuamente", reconoce el marido.
"Me gustó de Orlando que es pasivo y atento conmigo", dice con timidez la novia. Sin embargo, Orlando es más expresivo y recuerda anécdotas de la época de pololeo: "Ella fue amable conmigo. Cuando salía a trabajar siempre me llamaba por teléfono, me preguntaba 'cómo estaba'. Se preocupaba de mí y yo me preocupaba de Yanela, yo igual la llamaba. Nos preguntábamos qué hacíamos y nos poníamos de acuerdo de dónde juntarnos, quizá en algún albergue".
Yanela fue diagnosticada con epilepsia desde niña y es miembro hace cinco años de la Corporación Contra la Epilepsia, que ha sido un organismo de gran ayuda para ella. Mientras recorría las calles la institución se preocupaba de su bienestar, ya que "a mí me diagnosticaron a temprana edad, porque yo nací con problemas. Estoy con medicamentos que tomo a diario", confiesa la ahora flamante esposa.
Sin embargo, su problema médico no ha sido impedimento para manifestarse muestras de amor con Orlando, ya que "a mí me toca recordarle. En la mañana a la hora que tiene que tomar sus pastillas. Y así estamos bien, yo igual tomo pastillas", asegura el reciente esposo. "Él me hace recordar mis pastillas y yo las suyas", reafirma ella, mirándose a los ojos y tomándose la mano; ambos con una sonrisa en el rostro.
Dejaron la calle y arriendan una pieza en el sector de Ovejería gracias al trabajo en el campo de Orlando. Él asegura que no será su esposa quien deba realizar las tareas del hogar, ya que sabe cocinar, lavar y planchar, lo que le ilumina el rostro a Yanela, aunque para ella no sería un inconveniente hacer las cosas porque "lo único que quiero es que sigamos juntos, porque él se lo merece y no me gusta verlo solo", reconoce.
En el civil
Sobre su matrimonio civil, Orlando cuenta orgulloso detalles del evento: "Fue un acontecimiento importante ya que en mi vida nunca lo había pensado. Incluso la gobernadora estuvo en la convivencia, mis hermanos y amigos de Yanela también. Vinieron de Río Negro y Río Bueno a acompañarnos a la ceremonia".
Cuando la pareja cumpla más de un mes de casados, darán otro gran paso: hacer una boda por la iglesia. Así lo dice el feliz marido: "Ahora será por la iglesia a fines de noviembre". Ella bromea al respecto: "No tiré el ramo ahora, porque lo haré cuando sea la ceremonia religiosa", remata con una sonrisa en su rostro.
La presidenta de la Corporación Contra la Epilepsia, Ketty Delgado, dijo que "esta unión ha sido un momento de mucha felicidad. Yanela estaba muy sola, pero nunca es tarde para encontrar el amor".
"Lo único que quiero es que sigamos juntos, porque él se lo merece y no me gusta verlo solo".
Yanela Martínez, Esposa de Orlando"