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Expertos descartan que envíos sean un riesgo para el rebaño nacional

TENDENCIA. Con el último embarque a Turquía ya son 40 mil los bovinos vivos que salen fuera del país. Los actores del rubro aseguran que ello genera un incentivo extra para el a veces alicaído rubro ganadero y bien podría contribuir a generar un repunte en la disminuida masa ganadera chilena. Además, las exportaciones representan una vía económica alternativa para los productores.
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Leonardo Yevenes

El embarque de ganado bovino que partió el lunes pasado hacia Turquía con 5.106 cabezas evidenció que la venta de casi 40 mil unidades exportadas al exterior en casi 2 años (desde que en diciembre de 2012 se envió el primer embarque a China), ha sido claramente una opción de negocios para los actores del rubro y en ningún caso representa un riesgo de disminuir el número de ejemplares que componen el rebaño nacional.

Así lo estiman los expertos y profesionales del rubro, quienes aseguran que más bien ha significado un incentivo para aumentar la masa ganadera nacional, que actualmente es menor a los 3 millones de cabezas en todo el país (en los años '60 la cifra superó los 3 millones 200 mil ejemplares).

Algunos, como el presidente de Frigosorno y gerente general del holding Feria de Osorno S.A, Harry Jürgensen, van más allá y señalan que la salida de ganado de leche y de carne es un panorama positivo para los productores en general, ya que ha impedido que se sigan desarrollando prácticas de sacrificio de terneros ha terminado por mermar profundamente el rebaño actual de nuestra zona, que con esta alternativa económica y la revitalización del área puede comenzar a recuperarse.

Para Jürgensen, el que casi 40 mil animales hayan partido a mercados extranjeros en menos de dos años no es un problema para el sector. Al contrario, está satisfecho que tras las matanzas de terneros recién nacidos de razas lecheras realizadas entre 2007 y 2015 en Los Lagos y Los Ríos, donde 150 mil ejemplares desaparecieron del mercado, por fin se haya podido encontrar un espacio para comercializarlos.

Si bien reconoce que esta exportación podría llegar a afectar en algún momento al mercado de la carne, también admite que lo que actualmente sucede le entrega importancia a un segmento ganadero que hasta hace unos años estaba despreciado.

Requisitos y reunión

Según el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), los requisitos para exportar ganado de pie tanto a China como a Turquía son altos y sólo pueden ser cumplidos por algunos países como Australia, Nueva Zelanda, Uruguay o Chile.

Las cifras que maneja la entidad señalan que hasta el momento se han llevado a cabo nueve embarques de ganado al exterior desde el 2014, de los cuales el 54% de ellos (21.827 cabezas) han sido trasladadas a China para la producción de leche, un 0,2% a Paraguay (80 bovinos) y el restante 45% (17.942 unidades) han sido transportadas a Turquía, quien solicitó ganado para engorda (con pesos máximos entre 200 y 250 kilos) para luego ser sacrificados allá.

Al respecto de este último punto, Andrés Duval, director regional del SAG, explica que la necesidad de importar ganado vivo a Turquía en reemplazo de carne ya faenada desde Chile, se debe a que las tasas arancelarias turcas "castigan" fuertemente a la importación de carne, contrario a lo que sucede con el ganado en pie, el cual no presentaría arancel de entrada.

De esta manera, y con estos envíos, el productor ganadero está contando con una nueva opción de negocio que poco a poco se puede ir extendiendo hacia otros países.

"Tenemos acuerdos comerciales con muchos más países, aunque todavía no hay nada concreto con el tema específico del ganado vivo. Eso sí, hay opciones como México o Egipto", detalló.

Una de las empresas que trabaja como coordinadora en la "reunión" del ganado hacia China (una vez) y a Turquía (en tres oportunidades) es Tattersall, quien ha actuado como nexo entre el país oriental, los empresarios que realizan la exportación y los productores que exportan su ganado.

Al respecto, Alejandro Lira, gerente general de Tattersall Ganado, explica que reunir a los animales es una labor que se lleva a cabo en aproximadamente cuatro meses, donde se deben coordinar acciones tales como ubicarlos en los lugares de acopio y supervisar las cuarentenas, entre otras acciones.

"En ese proceso nos encargamos de comprar sólo los animales que cumplan con los requerimientos exigidos como raza, peso y sanidad, para luego pasar al proceso de embarque, que es hasta donde llegamos nosotros", dijo.

Afirma que este es un negocio completamente nuevo para el país y con ello se abre una puerta al mercado ganadero que ha estado deprimido en los últimos años.

"Este tipo de exportación que nunca habíamos tenido en el país le está dando una 'lucecita' al final del túnel a todos los productores cárnicos", dice.

embarques y experiencia

Felipe Gottschalk, gerente comercial de Cooprinsem, tiene claro que la exportación de ganado al exterior es una nueva opción de negocios para el alicaído rubro local.

Incluso él, en representación de la empresa, junto al SAG, fueron justamente quienes iniciaron los trámites sanitarios necesarios para abrir el mercado chino a este tipo de venta.

"Estuvimos trabajando durante cuatro años con el SAG, con el fin de firmar el protocolo sanitario que nos permitiera exportar hacia China, el cual se firmó finalmente en abril de 2014", explica Gottschalk, quien aclara que irónicamente, y una vez concluido el protocolo con el país oriental, no fueron ellos los primeros en realizar este embarque a China, sino que otra empresa lo hizo antes, en diciembre del mismo año.

Sin embargo, el gerente comercial de Cooprinsem agrega que está más que satisfecho de que el acuerdo haya logrado que distintas empresas o productores estén haciendo uso de él desde hace casi dos años, y que, probablemente, haya sido un precedente para abrir un mercado como Turquía.

"Todo esto se inició porque nos dimos cuenta que Chile posee un envidiable patrimonio sanitario y genético para exportar. Ya para fines de este año estamos trabajando para concretar un nuevo embarque a China".

"complementario"

Quien ha participado de estos embarques es el productor lechero y ex gerente general de Cooprinsem, Germán Stolzenbach, quien actuó como uno de los ganaderos que realizó el envío de vaquillas a China junto a la cooperativa osornina en julio de 2015, donde 3.844 animales fueron trasladados con el fin de producir leche.

Stolzenbach está consciente de cuáles son los beneficios de participar en este tipo de negocios y cuáles son las exigencias que se hacen del ganado a enviar.

"Como negocio podemos catalogarlo como una opción complementaria de lo que se hace siempre en el rubro. Especialmente cuando hay periodos de baja del mercado en nuestro país", explica el también genetista, quien aclara que de no haberse producido estas "ventanas", el ganado exportado prácticamente hubiese pasado a la matanza, lo que para él hubiese sido lamentable.

Para Germán Stolzenbach, cualquier opción que se abra para el mercado ganadero es una alternativa comercial digna de ser tomada en cuenta cuando el escenario económico se torna más complejo.

Y aunque califica los precios en el exterior como bastante mejores a los locales, también explica que los costos para contar con un producto exportable son altos.

"Si bien por un lado los precios de compra en el extranjero son bastantes más altos, por otro lado se debe invertir en temas de vacunación o cuarentena, ya que el mercado internacional es exigente", señala el productor de la provincia de Llanquihue.

Datos

Cuatro años trabajó Cooprinsem junto al SAG para lograr un protocolo sanitario de ganado vivo.

Sólo países como Australia, Nueva Zelandia, Uruguay y Chile están enviando ganado vivo a China actualmente.

"Todo se inició porque sabíamos que Chile tenía todas las condiciones para exportar ganado".

Felipe Gottschalk, Gerente comercial de Cooprinsem"