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Colombia: "sí" y "no" compiten con la abstención en el plebiscito

FARC. Para que el acuerdo de paz sea refrendado se necesitan 4,5 millones de votos de los 35 millones de ciudadanos.
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Mabel González / Agencias

Ya no se trata de votar por el "sí" o por el "no". Ahora la pregunta es cuántos colombianos acudirán mañana a las urnas. El abstencionismo, que según los analistas tendrá gran protagonismo en el plebiscito sobre el acuerdo de paz, se convirtió en un desafío para los actores políticos de Colombia que no logran convencer a la gente de participar en ese tipo de ejercicios pese a sus grandes implicaciones para el país.

"Es difícil saber cuánta gente va a votar. Nosotros estamos diciendo que es el 37% de las personas (habilitadas), que de última nos está dando unas 10 millones de personas", explicó a The Associated Press el consultor César Caballero de la encuestadora Cifras & Conceptos.

Unas 35 millones de personas están habilitadas para votar en la consulta popular en la que deberán responder si avalan o rechazan el acuerdo de paz entre el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmado el lunes en Cartagena.

Aunque los carteles llamando a votar por el "sí" o por el "no" cubren las calles, la TV repite en forma constante avisos sobre el plebiscito y las radios llenan su programación con apasionadas entrevistas y debates, se estima que la mayoría de los colombianos no irá a votar.

Caballero consideró que el grueso de la población de Colombia, donde el sufragio no es obligatorio, "se va a abstener" y que de ese 37% que concurrirá a los comicios, el "62% votarán por el 'sí' y el 38% por el 'no"'.

Como en otros países de la región, el abstencionismo no es un fenómeno nuevo en Colombia. El consultor recordó que en 1991, en las elecciones para los constituyentes de la nueva carta magna, votó sólo 30% del electorado y en el referendo convocado por el ex Presidente Alvaro Uribe en 2003 apenas un 25%.

"No creo que haya peligro de que se ponga en riesgo el umbral del 'sí' pero va a haber una abstención alta", se lamentó el senador Iván Cepeda, un reconocido defensor del acuerdo de paz.

Para que el acuerdo de paz sea refrendado se necesitan poco más de 4,5 millones de votos de los 35 millones de ciudadanos aptos para sufragar.

Colombia se jacta de tener una de las democracias más estables de la región, pero muchos apuntan que su histórica desigualdad económica y política ha minado la participación de la población en los comicios, además de que algunos no alcanzan a ver el impacto de su voto.

"La sociedad no sabe a qué aporta y en qué se construye un país distinto eso de salir a refrendar los acuerdos de paz", dijo a AP Karen Cortés, una bogotana de 26 años que no votará.

FARC comienzan a entregar explosivos

El Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Sergio Jaramillo, confirmó ayer que las FARC comenzaron a entregar explosivos a la misión especial de la ONU tal y como fue acordado en las negociaciones de paz. "Todo esto ya comenzó, eso va a ocurrir, y los responsables de informar, que son la misión política especial de las naciones unidas, lo va a hacer", dijo Jaramillo en declaraciones a periodistas.

Obama en funeral de Peres: "La paz es un asunto no terminado"

JERUSALÉN. Líderes mundiales despidieron al ex Mandatario israelí.
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El ex Presidente israelí y premio Nobel de la paz Simon Peres fue enterrado ayer en Jerusalén en una emotiva ceremonia de Estado en la que el Presidente de EE.UU., Barack Obama, exhortó a los israelíes a volver al proceso de paz.

"Nuestra presencia aquí es un gesto y un recordatorio de que la paz es un asunto no terminado", proclamó Obama.

"Peres me dijo una vez que, desde su creación, el pueblo judío ha estado contra esclavos y amos (...) y que los palestinos deben ser tratados de igual a igual, porque ese era su sentido de justicia", declaró antes de pasar a describir el legado de un "soñador".

"Soy el décimo Presidente desde John F. Kennedy que sucumbe a sus encantos", afirmó Obama en su discurso, el último de diez en una ceremonia que duró aproximadamente dos horas y en la que el féretro estuvo cubierto en todo momento con la bandera de Israel y arropado en el horizonte por el cielo azul de Jerusalén. El Presidente estadounidense había llegado apenas una hora antes de comenzar el funeral, que tuvo lugar en el Monte Herzl de Jerusalén y al que asistieron decenas de líderes y delegaciones internacionales. Antes, en las exequias, el Presidente israelí, Reuvén Rivlin, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, elogiaron el talante del difunto como persona, político y estadista.