Leonardo Yevenes
El mismo vicepresidente de la Feria Libre Rahue, Luis Cárdenas, reconoce haber consumido junto a su familia parte de los 390 moluscos -locos- que personal del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) incautó debido a que están en veda y, a la vez, un análisis detectó la presencia de marea roja. No obstante, el comerciante cuestiona dicho informe.
Las especies fueron hallados en el refrigerador de uno de los locales (La Carmencita) del recinto en donde se expenden mariscos. Por ello tanto para Luis como para otros trabajadores y locatarios de pescaderías de la feria, lo que está haciendo Sernapesca con esta denuncia, no es más que una represalia que nació durante la misma inspección que se llevó a cabo antes del "18" y donde el dirigente no dejó que los funcionarios de dicho organismo siguieran ingresando a más locales de la feria sin la autorización correspondiente.
"Yo en esa oportunidad les pedí una orden para que hicieran ingreso a los locales y no la tenían. En esa ocasión les revisaron hasta la olla donde estaba cocinando la dueña del local ese día", remarcó.
Cárdenas recalca eso sí, que los mariscos que Sernapesca inspeccionó no se encontraban destinados a la venta, pues se encontraban dentro de unos recipientes tapados y donde fueron varios los trabajadores del recinto popular quienes los consumieron.
Debido a que la mercadería inspeccionada estaba en veda y no portaba documentos de procedencia (donde también se requisaron 30 kilos de merluza del sur y 40 de congrio dorado), los dueños del local involucrado se arriesgan a una multa que parte en el millón 300 mil pesos, señaló a este diario en la edición del sábado Eduardo Aguilera, director de Sernapesca.
Frente a ello Cárdenas lamentó las consecuencias, ya que señaló que la pareja dueña del local está pasando por un mal momento económico, además de una enfermedad que los afecta a uno de ellos. "Es negativo porque esos productos no estaban para la venta del público y menos exhibidos".
Reacciones
José Arteaga, empleado de la pescadería El Flaco Amable, señala que lo sucedido con el local sancionado no pasa de ser un hecho fortuito, ya que en aquella oportunidad la mercadería que fue inspeccionada por Sernapesca formaba parte de un favor que el locatario estaba haciéndole a un amigo y donde justamente la entidad llegó a inspeccionar.
"En esa oportunidad los funcionarios llegaron prepotentes, se metieron a la fuerza y les registraron hasta la basura y resulta que ni siquiera el servicio pudo certificar en la oportunidad que la mercadería incautada era de los propietarios, ya que al momento de la revisión, el dueño del local no se encontraba presente".
En tanto Eva Castro, dueña de la pescadería El Chongo, es taxativa en su juicio y explica que en sus 50 años de trabajo en la feria, ningún locatario ha tenido para la venta un producto que esté contaminado con marea roja, pues sólo sería perjudicarse ellos mismos.
"Ese mismo día que vino Sernapesca (15 de septiembre), nosotros consumimos de ese producto y hasta el día de hoy no nos ha pasado nada", explica.
Se intentó conversar con Eduardo Aguilera, director de Sernapesca de Los Lagos, para que diera su versión de los hechos; lo que fue imposible debido a que no contestó ninguna de las llamadas que se efectuaron a su teléfono particular.
"En esa oportunidad los funcionarios llegaron prepotentes y se metieron a la fuerza"
José Arteaga, Pescadería El Flaco Amable"
"Ese mismo día que vino Sernapesca, nosotros consumimos ese producto y no nos ha pasado nada"
Eva Castro, Pescadería El Chongo"