Sergio SIlva

"Lo dejé de ver a las siete de la mañana cuando me fui a la casa, se quedó en el local porque tenía que hacer hora para ir al colegio donde trabajaba (...) era un buen hombre y trabajador, lo conozco desde hace 2 años cuando llegó de cliente al pool".

El testimonio corresponde a Marco Alvarado, hijo del propietario del local Pool de avenida Portales al llegar a Ramírez, quien cerca del mediodía de ayer se paseaba entre el salón de juegos y un local de ventas de muebles vecino tratando de asimilar la muerte de su cliente y amigo Omar Cristian Marmolejo Ambiado, de 53 años.

Su cadáver estaba en el suelo, a un costado de una de las mesas de pool del local que estaba cerrado a la atención de público.

Marmolejo Ambiado realizaba trabajos de pintura y carpintería en un recinto escolar del sector oriente de la ciudad.

La mañana de ayer, y tras quedarse al interior del local de pool, llamó a una de sus hijas pasadas las 9 de la mañana para pedir que le compraran un medicamento, porque no se sentía bien.

"La llamada fue recibida por una de sus hijas, a quien le pidió que vaya a la farmacia. Cerca de las 9.40 horas de ayer habló con su señora y le expresó que se sentía mal. A mí me avisaron que ellas estaban en el local y que nadie le abría la puerta, por lo que llegué lo más rápido posible y cuando entramos Omar estaba muerto en el suelo", recordó Marco Alvarado.

Katia Bazán, esposa del fallecido, señaló que su pareja realizaba trabajos en madera y pintura y que la última vez que habló con él fue la mañana de ayer, cuando le dijo que se sentía mal.

"El ya había tenido un infarto tiempo atrás y cuando me llamó dijo que se sentía mal, por lo que vinimos al pool donde trabajaba. Pero el portón estaba cerrado, por lo que ubicamos al dueño, abrimos el local y hallamos sin vida a Omar", sostuvo la mujer.

El pololo de una de las hijas de Marmolejo le comenzó a realizar maniobras de reanimación, mientras que sus familiares solicitaron una ambulancia para su traslado al hospital, pensando en que aún tendría salvación.

No obstante, pese al esfuerzo del equipo de salud, el trabajador ya no tenía signos vitales.

"Aún no creo que el Cristian se haya muerto (...) por qué no salió a pedir ayuda a la calle, sé que el vecino de los muebles podría haberlo auxiliado mientras se pedía una ambulancia. Es muy lamentable lo que ocurrió", manifestó Marco Alvarado, quien estaba visiblemente afectado.

Diligencias

Carabineros fue informado del hallazgo del cuerpo cerca de las 11 de la mañana, tras lo cual dieron cuenta al fiscal Guillermo Cáceres, quien dispuso la presencia de funcionarios de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI) para examinar en primera instancia el cuerpo y descartar alguna intervención de terceras personas.

Pasado el mediodía de ayer llegó personal de la PDI para hacerse cargo de los peritajes en el salón de pool, donde revisaron el cuerpo de la víctima, el cual no evidenciaba lesiones atribuibles a terceros.

"La data de muerte corresponde a cerca de las 10 de la mañana, lo que coincide con el relato entregado por sus familiares, a quienes el fallecido llamó horas antes", expresó el inspector Marcelo Lausen, oficial a cargo de la BH.

Sobre la causa de la muerte, el funcionario manifestó que Omar Marmolejo presentaba problemas cardiacos, por lo que su deceso se habría debido a esa situación.

"Según la información entregada por la familia y el responsable del local, el hombre, quien pernoctaba esporádicamente en el pool, habría sufrido hace 2 años un infarto y no siguió un tratamiento especial", indicó Lausen.

El cuerpo de Cristian -como gran parte de sus amistades lo conocían- fue retirado desde el salón de pool pasadas las 13 horas por funcionarios del Servicio Médico Legal (SML) para la autopsia respectiva.

"Aún no está del todo clara la muerte de este hombre, por ello estoy a la espera del informe que entregue la PDI y el SML con su reporte pericial de autopsia. Eso me permitirá saber qué causó el deceso", explicó el abogado.

"El ya había tenido un infarto tiempo atrás y cuando me llamó dijo que se sentía mal, por lo que vinimos al pool donde trabajaba".

Katia Bazán, Esposa del fallecido"

tenía el trabajador, quien era casado y tenía dos hijas. Había pasado las Fiestas Patrias con sus padres en San Fernando. 53 años