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Putin y Obama fracasan en un nuevo intento de alcanzar un pacto por Siria

CONFLICTO. "Reducir las diferencias que existen es una negociación muy difícil", dijo el Mandatario de EE.UU. sobre el asunto más discutido en paralelo al G20.
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Mabel González / Agencias

Pese a los reiterados intentos de EE.UU. y Rusia, en distintas instancias internacionales, por alcanzar un alto al fuego en Siria y establecer las bases para un proceso que pueda conducir a al fin de la guerra que asola a ese país desde hace cinco años, los presidentes de Estados Unidos y Rusia sumaron ayer una nueva decepción. Barack Obama y Vladimir Putin se reunieron, en un encuentro paralelo a las actividades del G20 en las que ambos han participado desde la semana pasada en Hangzhou, el este de China.

La esperanza que aún existía ayer en finalizar la cumbre con un acuerdo sobre la mesa se desvaneció a media jornada, cuando fuentes diplomáticas anunciaron el fracaso de las negociaciones entre las delegaciones rusa y estadounidense. Previamente había habido un encuentro preparatorio entre el secretario de Estado John Kerry y el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Diferencias

Ambas partes habían estado buscando aproximar posturas desde el domingo para sellar un pacto que permitiese el envío de más ayuda humanitaria a Siria, después de infructuosas reuniones en Moscú, Washington y Ginebra en las últimas semanas.

Pero ayer tampoco pudo ser: "Reducir las diferencias que existen es una negociación muy difícil,y aún no hemos cerrado la brecha", subrayó Obama al término de la cumbre.

El Mandatario tomó el relevo de Kerry y, después de que no hubiera consenso entre su jefe de diplomacia y Lavrov, se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante unos largos 90 minutos de "conversaciones sinceras y directas".

Ambos, aseguró Obama después en su comparecencia, acordaron que sus equipos continuaran las negociaciones en los próximos días, sin especificar dónde y tras mantener "conversaciones productivas sobre cómo sería un alto al fuego real", luego del colosal fracaso del pactado en febrero.

Para el gobernante estadounidense, la clave radica en un alto al fuego "que nos permita centrar nuestra atención en nuestros enemigos comunes, como el Estado Islámico (EI) o (el Frente) Al Nusra", declaró Obama a la prensa.

El Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) fue uno de los principales asuntos de debate entre la parte rusa y la estadounidense, indicaron fuentes de la Casa Blanca, con ambos en desacuerdo sobre si los rebeldes a los que apoya la coalición de EE.UU. son oposición moderada o terroristas de Al Nusra.

Por su parte, EE.UU. busca, en principio, que el Ejército sirio, que cuenta con el respaldo del Kremlin, cese todos sus bombardeos. "El régimen de (Bashar al) Assad está bombardeando con impunidad", subrayó Obama, lo que crea "una dinámica peligrosa, al aumentar la capacidad de reclutamiento de personas que en principio no eran simpatizantes de los radicales".

A pesar de todas las diferencias entre Moscú y Washington sobre el alto al fuego, el Presidente Putin fue mucho más optimista que su par estadounidense. "Tengo mucha confianza en que esos acuerdos se alcancen y tengo argumentos para pensar que es cuestión de pocos días", afirmó el jefe del Kremlin. Incluso, la canciller alemana, Angela Merkel, apeló a Putin, a quien por otro lado reprende por la situación en Ucrania, a ejercer su "gran influencia" en la guerra siria para lograr una tregua en Alepo y que la ayuda pueda llegar a la población civil.