Cambios al sistema de AFPS
Ha quedado establecido ya en el país que el sistema debe ser modificado. La clave será encontrar la mejor fórmula. El cambio tiene que hacerse cargo de las modificaciones del mercado laboral y de la realidad de quienes evitan o no pueden cotizar de manera regular.
Los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados dijeron -tras reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet- que los cambios al sistema de pensiones incluirán cuatro proyectos, y que el primero de ellos se presentaría a fin de año. Las iniciativas estarán vinculadas al mercado del trabajo, al sistema de pensiones propiamente tal y a eventuales mejoras al mecanismo de AFP.
El sistema de pensiones está en crisis, pero no necesariamente por razones económico-financieras, sino porque ha perdido legitimidad y existe mucho desconocimiento sobre cómo funciona. A lo menos desde 1995, expertos habían advertido que se requerían cambios, considerando que el país comenzaba a ver una tercera edad más prolongada y una menor tasa de natalidad. Hoy, tanto la esperanza de vida al nacer como la del pensionado es bastante más prolongada que la que existía en 1980, cuando nació el mecanismo previsional.
Las AFP administran fondos por casi 180 mil millones de dólares, que son ahorros de los cotizantes. Una cifra muy alta, cuyos dos tercios se explican por la rentabilidad del sistema, vale decir, el modelo funciona desde esa perspectiva. No obstante, no es suficiente para que un número significativo de trabajadores logre una pensión digna para su vejez.
Un estudio de la Asociación de AFP concluye que sólo uno de cada cuatro trabajadores que se pensionó cotizó durante más de 25 años y el 52% registró aportes por menos de 15 años, menos de la mitad de la vida laboral. Sólo un 16% de los que se jubilaron cotizó por más de 30 años, lo que les permitió una pensión promedio superior a $ 650.000. Pero la mayoría cotizó muy poco. Más del 50% no cumplió con el supuesto estimado en el diseño original del modelo que contempla un ahorro continuo de, al menos, 30 años de vida laboral activa.
¿Son las AFP exclusivas responsables de esta realidad? No, aunque hay aspectos de su funcionamiento que mejorar. El mercado laboral ha cambiado, hay mucha movilidad y poco apego por cotizar; están los trabajadores por cuenta propia, que no siempre aportan porque ven el tema de la pensión como algo lejano, y están también aquellos que ahorran por un mínimo y no por el total de sus ingresos, de lo que resulta que al final de su vida laboral los recursos no serán suficientes para una buena pensión. Hay que abordar el asunto con calma, seriedad y evitando el populismo que tanto daño hace.