Los valores son convicciones profundas de quienes integramos esta sociedad que determinan nuestra manera de ser y orientan las conductas. Los valores involucran nuestros sentimientos y emociones, y son entendidos como creencias o convicciones de que algo es preferible y digno de aprecio. Existen muchos tipos de valores según sus clasificaciones: personales, sociales, familiares, humanos, éticos, morales, culturales o artísticos, por ejemplo.
Al interior de la familia, núcleo fundamental de esta sociedad, existen valores imprescindibles que deben ser los pilares esenciales para construir la formación de los adultos del mañana, quienes serán los responsables tanto de sus derechos como de sus obligaciones y de construir un mañana sólido y cálido. Valores primordiales como el respeto, la responsabilidad, la honestidad, la lealtad, la solidaridad, el amor, la amistad y el agradecimiento son las bases de las acciones que tendrán nuestras próximas generaciones, y la tarea inicial surge de los padres o seres queridos que acompañan a niños y jóvenes en la vida cotidiana; sin embargo, también es una labor mancomunada y compartida que se refuerza en la educación básica, media y superior, donde todos tenemos el deber moral de aportar al bien común.
El diálogo honesto, escuchar de manera activa, la empatía y la correcta orientación, a través de hechos y mensajes, otorgan la adecuada dirección, y como padres o ciudadanos somos responsables de direccionar las transformaciones, cada uno en sus respectivos roles, como conductores o peatones, en el trabajo, en la comunidad a la cual pertenecemos, en organizaciones sociales o en nuestras relaciones interpersonales.
Asimismo, uno de los grandes cimientos de la sociedad chilena es la ética, que se identifica como una filosofía práctica que busca reglamentar la conducta anhelando un óptimo desarrollo humano. Remite a que los valores o ideales procedan a partir de la propia deliberación del ser humano. En consecuencia, la ética debe ser ingrediente diario en la vida de los futuros adultos de nuestro país, y para INACAP es una preocupación relevante que debe ser asumida por todos los actores sociales, donde cada uno de nosotros está llamado a reconocer sus derechos y obligaciones.
Carlos Alberto López Monje, Dir. de Comunicaciones y Asuntos Estudiantiles Universidad Tecnológica de Chile INACAP Osorno