Asistente social enseña danza contemporánea y árabe a niñas para potenciar su autoconfianza
EN EL SOFÍA HOTT. La profesional Emilia Espinoza presentó hace unos días el fruto de su trabajo en un evento abierto a la comunidad, donde pequeñas de 4 a 15 años mostraron todo lo aprendido en las clases.
"Empecé a hacer clases de danza cuando estaba en la universidad en un proyecto que involucraba a alumnas que querían aprender a bailar y así han transcurrido 15 años, y actualmente le hago clases a niñas de forma independiente".
Con estas palabras la asistente social Emilia Espinoza, de 36 años, explica parte de su trayectoria en la danza, labor que combina actualmente con su trabajo en el Cesfam Pampa Alegre de Osorno, ya que los viernes pone en marcha su veta artística.
El pasado sábado, Emilia junto a su grupo de alumnas desarrolló una presentación abierta al público en el Centro Cultural Sofía Hott, con el fin de mostrar los avances de las pequeñas que aprenden danza contemporánea, árabe, baile entretenido y zumba, entre otros.
Proyecto
Emilia Espinoza enseña este arte a través de su proyecto personal llamado "Danza para la vida", porque según explica, las niñas que participan tienen entre 4 y 15 años y aprenden habilidades sociales útiles para su vida diaria, como la tolerancia, respeto y disfrutar, todo a través de la interacción grupal, considerando que la infancia es un momento importante para incorporar hábitos y valores.
Sobre qué llevó a una asistente social a enseñar danza, Espinoza cuenta que se dio de forma natural, pero potenciado por su trabajo en el área de la salud, que la motivó a incorporar una mirada de beneficio integral.
"Desde la universidad empecé a realizar clases particulares, pero a medida que transcurrió el tiempo enseñar a bailar se transformó en enseñar a vivir y compartir la vida", destaca la profesional.
Cualquiera está invitado a participar en el proyecto, aunque es bastante personalizado, porque no realiza propaganda, debido a que desea cubrir bien sus grupos en formación, que hoy suman a doce niñas.
"Danza para la Vida" tiene la particularidad de añadir a la capacidad artística, una metodología que no presiona a las participantes, sino que las invita a crear libremente.
"Desde el momento en que disfrutan con las clases, ellas se relajan, desarrollan mejor su autoestima y autoconfianza y eso es lo que les permite bailar mejor, porque no están bloqueadas o rígidas. Aquí no hay tanta exigencia de por medio, ya que si las niñas se sienten más felices bailarán mejor", señala la instructora respecto de su formato.
Beneficios
Dicha metodología se reflejó el sábado pasado, cuando las pequeñas junto a su maestra se presentaron ante el público en el salón de eventos del Sofía Hott, donde mostraron que relajarse da buenos resultados.
"Mi hija Isidora, de 4 años, anticipa desde marzo y nos gusta porque es personalizado y a ella le encanta y le hace bien", sostiene Javier Rodríguez, padre de una alumna.
Mientras que otra mamá, Valezca Browne, señala que la forma de enseñar es óptima y su hija la disfruta mucho, porque no se siente presionada.
El taller de danza se realiza los viernes, a partir de las 17 horas, en una sala del café La Bottega, ubicado en calle Bilbao de Osorno.
12 niñas participan en las clases "Danza para la Vida" que impulsa una asistente social osornina.
15 años lleva enseñando danza la profesional Emilia Espinoza, quien ayuda a socializar a través del baile.
36 años tiene la profesional que logró una metodología de trabajo con menores.