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Colegios se adaptan a nueva ley y dejan de vender confites en recreos

ETIQUETADO. Una semana de aplicación lleva la normativa que prohibe la venta de alimentos altos en grasa y azúcar en recintos educacionales. Hasta el típico "queso caliente" pasó a la historia y fue reemplazado por frutas, leche y cereales. Los establecimientos se adaptan, pero comerciantes dicen que sus ventas se desplomaron.
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Rodrigo Alarcón

L a semana pasada comenzó a regir la nueva Ley de Etiquetado Nutricional, que consiste en que los envoltorios de los alimentos (cuyo envase mida más de 30 centímetros cuadrados) deben tener los signos octagonales que indican si son altos en grasas, azúcares o sodio.

La normativa fue ideada principalmente con miras a disminuir las alarmantes cifras de sobrepeso que existen hoy en nuestro país, sobre todo en niños menores de 14 años, grupo en el que Chile lidera los índices de obesidad en América Latina. Y en ese sentido, uno de los cambios más trascendentales es la nueva prohibición a los locales y quioscos que están dentro de establecimientos educacionales para vender cualquier alimento que tenga este tipo de señalética, que los considera poco saludables.

A una semana de su entrada en vigencia y en un recorrido por colegios y escuelas de Osorno es posible apreciar que todos están adecuándose a la norma, pero no sin inconvenientes. Atrás quedaron las galletas, chocolates y las papas fritas que los estudiantes podían comprar en los recreos.

Todos ellos son altos en grasas y azúcar, por lo que su venta quedó prohibida dentro de los recintos. Pero no sólo esos. Inclusive el típico sandwich de jamón o el queso caliente serán desde ahora apenas un recuerdo que reconfortaba las frías mañanas de invierno. Ni el pan, ni el jamón, ni el queso se escaparon del rótulo de "altos en grasa".

Ayer la seremi de Salud, Eugenia Schnake, visitó la Escuela Italia de Rahue Bajo para dar el vamos oficial a la nueva normativa. Allí mencionó que "el objetivo de esta política pública es disminuir los indicadores de enfermedades crónicas que hoy tenemos, las que incluso se presentan desde la adolescencia. Es el caso de la hipertensión, la resistencia a la insulina y otros síndromes metabólicos asociados a la obesidad. Estas enfermedades antes se presentaban de los 40 años hacia arriba. Hoy los tenemos en niños muy jóvenes", detalló.

Establecimientos

"Fueron muchos los productos que tuvimos que eliminar porque todos son altos en algo y ahora están prohibidos. Aquí hartos chicos comen frutas y huevos, pero las ventas son mínimas. Nos bajaron un 85%", sentencia Regina Velásquez, quien atiende un pequeño quiosco al interior del Colegio San Mateo.

Ella hace especial hincapié en la diferencia de costos que hay entre la comida saludable y los típicos confites que los alumnos estaban acostumbrados a comer en los recreos. "Todo lo saludable es caro. Nosotros tenemos que cobrar mucho más porque tampoco tenemos distribuidores mayoristas, entonces los alumnos no compran porque siempre andan con monedas y no les alcanza", cuenta.

El director académico del establecimiento, Ricardo Cárcamo, agrega que recibieron el instructivo del Ministerio de Educación y tuvieron el tiempo necesario para adelantarse.

"Nosotros sabíamos que la ley venía, así que nos preparamos con los concesionarios de los quioscos del colegio para ver qué alimentos permitiríamos, las normas de etiquetado y que no nos pille por sorpresa esta implementación. Fue un cambio preparado e informado después que nos llegó el instructivo del Ministerio de Educación", comentó.

Es por eso que muchos de los pequeños comerciantes que operan casinos y locales dentro de colegios y escuelas tuvieron que deshacerse de la mercadería que les quedaba en los estantes y que desde ahora ya no están autorizados a vender.

Cintia Azócar atiende una pequeña cafetería al interior del Liceo Carmela Carvajal. Al momento de recibir a El Austral precisamente se informaba en un noticiero de televisión sobre las restricciones que le impone la nueva normativa.

"A nosotros nos afectó la toma del liceo porque no podíamos entrar a cambiar los productos". Agregó que "a los chicos yo siempre les he tenido frutas, vasos con tutti fruti, uvas en bolsitas y cosas así, pero a veces ellos andan con $100 o 200 pesos y la fruta es harto más cara. Antes, por ejemplo, teníamos un sandwich de pollo con palta para no ofrecer hamburguesas, pero ahora tampoco podemos venderlo", detalló.

Nutrición

La ingeniera en alimentos de la Universidad de los Lagos (ULagos), Betty Ronceros, plantea que hizo falta más tiempo para que los emprendedores puedan haber desarrollado nuevos productos para este nicho de mercado.

"Yo sé que en estos momentos se hace mucha promoción a la alimentación saludable, y hay bastantes proyectos de fondos concursables que apuntan a eso, pero tal vez este incentivo debió hacerse antes, porque hoy uno queda con la sensación de que nada se puede comer, todo está con semáforos", acotó la profesional.

Agregó que lo importante debería ser la educación alimenticia que el niño lleva desde la casa, donde se le debe enseñar los sabores de la comida más sana para que el niño prefiera comer una fruta y no una golosina.

"Es un poco complicado poder sortear una forma de poder llegar a los niveles que establece la nueva ley, principalmente por el sabor. Creo que es muy importante que un producto sea rico, sabroso, que después el consumidor quiera volver a probarlo", dice la académica de ULagos.

Por su parte el rector del Colegio San Mateo, Alejandro Aguirre, agregó que "en los claustros estudiantiles los mismos alumnos nos habían pedido que vayamos incorporando comida saludable en los quioscos mucho antes de esta norma. Pero no querían que saquemos los otros productos".

La misma opinión tienen los estudiantes del Carmela Carvajal. Anita Rojas, de segundo medio, reconoce que "uno en los recreos siempre compra dulces, chocolates y cosas así porque es lo más fácil y lo más barato. También hay compañeros que comen frutas, pero casi nadie, son los menos. Es súper fome toda esta cuestión", expresó la joven.

Según el instructivo que envió el Ministerio de Educación a los establecimientos de todo el país, los colegios debían estar en condiciones de cumplir la norma desde el pasado lunes 27 de junio. Por eso algunos colegios simplemente optaron por dejar de vender confites.

"Hasta el año pasado nosotros tuvimos un quiosco que estaba a cargo del Centro de Padres y desde este año, para adecuarnos a la ley, lo sacamos. Estamos trabajando con los profesores para que les informen a los apoderados que son los que envían a los niños con colaciones extraordinarias. Ya no se expende ningún tipo de alimento dentro del colegio, salvo las comidas que se dan en el casino a través de la Junaeb", cuenta la directora de la Escuela Leonila Folch, Luisa Monardes.

Sin embargo, uno de los puntos que esta norma deja en evidencia es la falta de control a los comerciantes ambulantes que venden fuera de los establecimientos educacionales.

Algunos de ellos también se han adaptado a la norma pero sin eliminar confites y golosinas de los productos que ofrecen, sino combinándolos con frutas y jugos naturales.

Otro aspecto llamativo es que la prohibición de los alimentos etiquetados y altos en grasas no se remite solamente a los recreos o a los comercios establecidos al interior de los establecimientos. Las convivencias, kermesses y peñas donde se expendan este tipo de alimentos también quedan prohibidos.

Así, si un curso o un centro de padres quisiera hacer los típicos "completos" para juntar recursos, aunque sea como actividad extraprogramática y fuera del horario de clases, dentro del establecimiento ya no se podrán realizar.

"El objetivo es disminuir los indicadores de enfermedades crónicas que están presentando niños y adolescentes como hipertensión, resistencia a la insulina y otros".

Eugenia Schnake, Seremi de Salud

OBESIDAD INFANTIL

El 34% de menores de 6 años sufre obesidad o sobrepeso actualmente en Chile, según indica un estudio del Ministerio de salud.

Aysén y Magallanes son las regiones con más obesidad infantil. Les siguen la Araucanía, los Ríos y Los Lagos.

"Hasta el año pasado tuvimos un quiosco de los apoderados, pero para cumplir con la norma este año lo cerramos".

Luisa Monardes, Directora Escuela Leonila Folch

"Nos afectó la toma del liceo porque no podíamos entrar a cambiar los productos que ya no podemos vender".

Cintia Azócar, Atiende cafetería del C. Carvajal

70% de los niños chilenos será obeso en el corto plazo, según un reciente estudio del INTA, de la U. de Chile. La alarmante cifra nos ubica en el primer lugar de A. Latina y sextos a nivel mundial.

Confites altos en azúcar, grasa e hipercalóricos ya no pueden venderse en los quioscos y cafeterías de escuelas y liceos. Sólo pueden ofrecer comidas y snacks saludables y bajos en calorías.

lunes 27 de junio comenzó a regir oficialmente la nueva Ley de Etiquetado Nutricional, que obliga a marcas de productos a indicar en octágonos negros si son altos en sodio, azúcar o grasas.

Colegios se adaptan a nueva ley y dejan de vender confites en recreos

ETIQUETADO. Una semana de aplicación lleva la normativa que prohibe la venta de alimentos altos en grasa y azúcar en recintos educacionales. Hasta el típico "queso caliente" pasó a la historia y fue reemplazado por frutas, leche y cereales. Los establecimientos se adaptan, pero comerciantes dicen que sus ventas se desplomaron.
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Rodrigo Alarcón

L a semana pasada comenzó a regir la nueva Ley de Etiquetado Nutricional, que consiste en que los envoltorios de los alimentos (cuyo envase mida más de 30 centímetros cuadrados) deben tener los signos octagonales que indican si son altos en grasas, azúcares o sodio.

La normativa fue ideada principalmente con miras a disminuir las alarmantes cifras de sobrepeso que existen hoy en nuestro país, sobre todo en niños menores de 14 años, grupo en el que Chile lidera los índices de obesidad en América Latina. Y en ese sentido, uno de los cambios más trascendentales es la nueva prohibición a los locales y quioscos que están dentro de establecimientos educacionales para vender cualquier alimento que tenga este tipo de señalética, que los considera poco saludables.

A una semana de su entrada en vigencia y en un recorrido por colegios y escuelas de Osorno es posible apreciar que todos están adecuándose a la norma, pero no sin inconvenientes. Atrás quedaron las galletas, chocolates y las papas fritas que los estudiantes podían comprar en los recreos.

Todos ellos son altos en grasas y azúcar, por lo que su venta quedó prohibida dentro de los recintos. Pero no sólo esos. Inclusive el típico sandwich de jamón o el queso caliente serán desde ahora apenas un recuerdo que reconfortaba las frías mañanas de invierno. Ni el pan, ni el jamón, ni el queso se escaparon del rótulo de "altos en grasa".

Ayer la seremi de Salud, Eugenia Schnake, visitó la Escuela Italia de Rahue Bajo para dar el vamos oficial a la nueva normativa. Allí mencionó que "el objetivo de esta política pública es disminuir los indicadores de enfermedades crónicas que hoy tenemos, las que incluso se presentan desde la adolescencia. Es el caso de la hipertensión, la resistencia a la insulina y otros síndromes metabólicos asociados a la obesidad. Estas enfermedades antes se presentaban de los 40 años hacia arriba. Hoy los tenemos en niños muy jóvenes", detalló.

Establecimientos

"Fueron muchos los productos que tuvimos que eliminar porque todos son altos en algo y ahora están prohibidos. Aquí hartos chicos comen frutas y huevos, pero las ventas son mínimas. Nos bajaron un 85%", sentencia Regina Velásquez, quien atiende un pequeño quiosco al interior del Colegio San Mateo.

Ella hace especial hincapié en la diferencia de costos que hay entre la comida saludable y los típicos confites que los alumnos estaban acostumbrados a comer en los recreos. "Todo lo saludable es caro. Nosotros tenemos que cobrar mucho más porque tampoco tenemos distribuidores mayoristas, entonces los alumnos no compran porque siempre andan con monedas y no les alcanza", cuenta.

El director académico del establecimiento, Ricardo Cárcamo, agrega que recibieron el instructivo del Ministerio de Educación y tuvieron el tiempo necesario para adelantarse.

"Nosotros sabíamos que la ley venía, así que nos preparamos con los concesionarios de los quioscos del colegio para ver qué alimentos permitiríamos, las normas de etiquetado y que no nos pille por sorpresa esta implementación. Fue un cambio preparado e informado después que nos llegó el instructivo del Ministerio de Educación", comentó.

Es por eso que muchos de los pequeños comerciantes que operan casinos y locales dentro de colegios y escuelas tuvieron que deshacerse de la mercadería que les quedaba en los estantes y que desde ahora ya no están autorizados a vender.

Cintia Azócar atiende una pequeña cafetería al interior del Liceo Carmela Carvajal. Al momento de recibir a El Austral precisamente se informaba en un noticiero de televisión sobre las restricciones que le impone la nueva normativa.

"A nosotros nos afectó la toma del liceo porque no podíamos entrar a cambiar los productos". Agregó que "a los chicos yo siempre les he tenido frutas, vasos con tutti fruti, uvas en bolsitas y cosas así, pero a veces ellos andan con $100 o 200 pesos y la fruta es harto más cara. Antes, por ejemplo, teníamos un sandwich de pollo con palta para no ofrecer hamburguesas, pero ahora tampoco podemos venderlo", detalló.

Nutrición

La ingeniera en alimentos de la Universidad de los Lagos (ULagos), Betty Ronceros, plantea que hizo falta más tiempo para que los emprendedores puedan haber desarrollado nuevos productos para este nicho de mercado.

"Yo sé que en estos momentos se hace mucha promoción a la alimentación saludable, y hay bastantes proyectos de fondos concursables que apuntan a eso, pero tal vez este incentivo debió hacerse antes, porque hoy uno queda con la sensación de que nada se puede comer, todo está con semáforos", acotó la profesional.

Agregó que lo importante debería ser la educación alimenticia que el niño lleva desde la casa, donde se le debe enseñar los sabores de la comida más sana para que el niño prefiera comer una fruta y no una golosina.

"Es un poco complicado poder sortear una forma de poder llegar a los niveles que establece la nueva ley, principalmente por el sabor. Creo que es muy importante que un producto sea rico, sabroso, que después el consumidor quiera volver a probarlo", dice la académica de ULagos.

Por su parte el rector del Colegio San Mateo, Alejandro Aguirre, agregó que "en los claustros estudiantiles los mismos alumnos nos habían pedido que vayamos incorporando comida saludable en los quioscos mucho antes de esta norma. Pero no querían que saquemos los otros productos".

La misma opinión tienen los estudiantes del Carmela Carvajal. Anita Rojas, de segundo medio, reconoce que "uno en los recreos siempre compra dulces, chocolates y cosas así porque es lo más fácil y lo más barato. También hay compañeros que comen frutas, pero casi nadie, son los menos. Es súper fome toda esta cuestión", expresó la joven.

Según el instructivo que envió el Ministerio de Educación a los establecimientos de todo el país, los colegios debían estar en condiciones de cumplir la norma desde el pasado lunes 27 de junio. Por eso algunos colegios simplemente optaron por dejar de vender confites.

"Hasta el año pasado nosotros tuvimos un quiosco que estaba a cargo del Centro de Padres y desde este año, para adecuarnos a la ley, lo sacamos. Estamos trabajando con los profesores para que les informen a los apoderados que son los que envían a los niños con colaciones extraordinarias. Ya no se expende ningún tipo de alimento dentro del colegio, salvo las comidas que se dan en el casino a través de la Junaeb", cuenta la directora de la Escuela Leonila Folch, Luisa Monardes.

Sin embargo, uno de los puntos que esta norma deja en evidencia es la falta de control a los comerciantes ambulantes que venden fuera de los establecimientos educacionales.

Algunos de ellos también se han adaptado a la norma pero sin eliminar confites y golosinas de los productos que ofrecen, sino combinándolos con frutas y jugos naturales.

Otro aspecto llamativo es que la prohibición de los alimentos etiquetados y altos en grasas no se remite solamente a los recreos o a los comercios establecidos al interior de los establecimientos. Las convivencias, kermesses y peñas donde se expendan este tipo de alimentos también quedan prohibidos.

Así, si un curso o un centro de padres quisiera hacer los típicos "completos" para juntar recursos, aunque sea como actividad extraprogramática y fuera del horario de clases, dentro del establecimiento ya no se podrán realizar.

"El objetivo es disminuir los indicadores de enfermedades crónicas que están presentando niños y adolescentes como hipertensión, resistencia a la insulina y otros".

Eugenia Schnake, Seremi de Salud

OBESIDAD INFANTIL

El 34% de menores de 6 años sufre obesidad o sobrepeso actualmente en Chile, según indica un estudio del Ministerio de salud.

Aysén y Magallanes son las regiones con más obesidad infantil. Les siguen la Araucanía, los Ríos y Los Lagos.

"Hasta el año pasado tuvimos un quiosco de los apoderados, pero para cumplir con la norma este año lo cerramos".

Luisa Monardes, Directora Escuela Leonila Folch

"Nos afectó la toma del liceo porque no podíamos entrar a cambiar los productos que ya no podemos vender".

Cintia Azócar, Atiende cafetería del C. Carvajal

70% de los niños chilenos será obeso en el corto plazo, según un reciente estudio del INTA, de la U. de Chile. La alarmante cifra nos ubica en el primer lugar de A. Latina y sextos a nivel mundial.

Confites altos en azúcar, grasa e hipercalóricos ya no pueden venderse en los quioscos y cafeterías de escuelas y liceos. Sólo pueden ofrecer comidas y snacks saludables y bajos en calorías.

lunes 27 de junio comenzó a regir oficialmente la nueva Ley de Etiquetado Nutricional, que obliga a marcas de productos a indicar en octágonos negros si son altos en sodio, azúcar o grasas.