Vanessa Rojas: la maquinista que sorprende con su valentía y vocación de servicio
LABOR. La joven de 30 años conduce uno de los carros de la Tercera Compañía de Bomberos de La Unión. Confiesa que siempre quiso pertenecer a la institución, donde asegura la han recibido muy bien.
Cuando la vieron por primera vez, causó sorpresa; y es que se trataba de una mujer muy joven que guiaba un pesado carro bomba y pedía vía libre para llegar rápido a una emergencia.
Se trata de Vanessa Rojas Pierotic, de 30 años, empleada pública que con su juventud da seguridad a los 8 voluntarios que caben en la cabina del pesado carro de la Tercera Compañía de esta ciudad.
El Berliet Camiva K-770 que lleva 3.000 litros de agua, se desplaza con rapidez y seguridad por las estrechas calles unioninas, buscando el espacio en el congestionado tránsito para avanzar y cumplir con el compromiso de los bomberos locales y Vanessa va enumerando detalles, escucha la radio y conversa con el oficial a cargo sobre el lugar y la forma en que deberán actuar.
Centímetros más atrás los voluntarios van colocándose los trajes y evaluando los artefactos que van a emplear y si son necesarios los tubos de oxígeno. Una vez en terreno cada uno asume sus responsabilidades bajo la guía del comandante a cargo.
Admiraba a bomberos
Vanessa reconoce que le atraía la posibilidad de vestir el uniforme de los bomberos y trabajar para ayudar a quienes los necesitaban y por eso cuando fue invitada junto a una amiga, no dudó en aceptar para transformarse en aspirante y luego en voluntaria de la Tercera Compañía hace 4 años, labor nada fácil considerando que era una compañía mayoritariamente de hombres.
"Pero ha sido fácil y hoy como secretaria, maquinista y voluntaria tengo el afecto y cariño de todos los voluntarios", menciona.
Y relata que "ahí vamos con la adrenalina al cien, vamos pegados de la radio y preparando lo que va a ser nuestro trabajo en el lugar del siniestro, con el afán de hacer menos dolorosa la tragedia que afecta a una familia o varias familias de la ciudad o el campo".
La joven asegura que ya no me parece extraordinario que una mujer vaya a cargo del carro, "porque somos capaces de hacer muchas cosas y si hay que subirse al techo de una casa, lo hacemos, trasladar una escalera, o conducir el carro, porque es un trabajo voluntario y nadie nos obliga. Lo hacemos con más alegría", sostiene Vanessa.
Tienen 123 años
En su familia no había antecedentes de algún bombero, aunque después de preguntar descubrió que su padre fue voluntario en Coquimbo.
Se refiere con respeto a su capitán Felipe Fehrember Quezada, a su director Ricardo Fehremberg de La Fuente y a todos los oficiales, y agradece a los voluntarios que les han entregado su respaldo en cada actividad.
El teniente Diver Burgos dice que en una emergencia y en la compañía ella es una más, de hecho traslada a los voluntarios a combatir un incendio con bastante serenidad y vocación de servicio.
Dice que no es la única maquinista en el Cuerpo de Bomberos de La Unión, ya que existe otra voluntaria en la Sexta Compañía del balneario lacustre de Puerto Nuevo, y en la Tercera son 7 mujeres sin incluir a las aspirantes y casi 40 voluntarios. Todos ellos el 7 de junio pasado celebraron los 123 años de existencia de la entidad, festejo que los llena de orgullo, porque es una tradición de La Unión que ahora integra a mujeres.
123 años de existencia cumplió el 7 de junio la Tercera Compañía de Bomberos de La Unión.