Inseguridad en la Ruta 5 Sur
Es muy triste leer noticias de accidentes automovilísticos como la del lunes en nuestro diario: el choque por alcance de una camioneta a un vehículo menor donde perdió la vida una lactante de tan sólo seis meses. Debido al trabajo que desarrollo, uso frecuentemente esta vía que dentro de sus limitancias, es una carretera que debiera ser segura.
Me atrevo a decir que falta mucho control de parte de las autoridades pertinentes, ya que muchas, muchísimas veces soy testigo de infracciones gravísimas que ponen en riesgo a quienes transitamos por esta importante vía. Ver por ejemplo buses de todas las empresas que vienen al sur a velocidades que exceden, lejos, los 100 kilómetros; ni qué hablar de camiones de todo tipo que sobrepasan lejos esa misma velocidad.
Otra práctica frecuente cuando, en mi caso, muchas veces, adelantando a otro vehículo a una velocidad prudente, ver camionetas, furgones, buses, camiones y vehículos de alta gama que se aproximan de una manera imprudente, irrespetuosa y casi desafiante para que el vehículo se quite o cierre al adelantado, no respetando la distancia mínima, observando por el retrovisor a menos de tres metros al imprudente que se pega poniendo en riesgo la seguridad de todo el entorno del tráfico, ya que una mala maniobra deja los desastres que estamos acostumbrados a leer en nuestro diario.
Ni qué decir de familias que van de paseo con los menores de edad en el asiento delantero o infantes en los brazos de mamá. Entre semana, si uno va rumbo al sur en la mañana, la verdad que entre Puerto Varas y Puerto Montt, la circulación de vehículos es máxima y pareciera que todo el mundo va atrasado, pues es una locura y la verdad muchas veces he sentido la presión peligrosa que ejerce el trafico en ese tramo entre las 7 y 9:30 de la mañana.
Nos hemos acostumbrado tanto a todo tipo de tragedias en el mundo, tanto, que hemos perdido la sensibilidad ante estos infortunios. Yo me opongo a la insensibilidad y a que nuestras autoridades no asuman una fiscalización férrea por lo menos en nuestro tramo de esta arteria tan importante en la Región de los Lagos.
Yo me pregunto, ¿para qué leyes de tránsito que no se cumplen y no se fiscalizan? Mientras tanto, siguen las malas costumbres, la irresponsabilidad, miles de lesionados y otro tanto de muertos, familias destrozadas y autoridades relajadas.
Jorge Rodríguez-Castellanos
Agradecimiento de diabético
Hace cuatro años que me diagnosticaron diabetes, y desde ese entonces comencé a batallar con la enfermedad, pero lamentablemente me fueron amputando los dedos de los pies y hace ocho meses me amputaron desde la rodilla hacia abajo. En enero de 2016 me entraron a robar a mi domicilio y el dinero que logré juntar con tanto esfuerzo lo perdí y por ello mi familia organizó un bingo solidario que fue el 4 de junio.
Por eso quiero agradecer a mi familia y amigos que cooperaron conmigo, sobre todo a las siguientes personas: Carlos Ojeda, presidente del Club Deportivo Vecinal; a la Carnicería de Delfín Ojeda; Panadería La Suprema; Supermercado La Costa; Municipalidad de Osorno; Molino Rahue y amigos que cooperaron con premios sorpresas.
Agradecido por todos los gestos de apoyo para que yo y mi núcleo familiar podamos tener una esperanza de un futuro mejor, ya que cuando las personas manifiestan su generosidad pueden hacer grandes milagros.
Jaime Quezada Agüero
Maltrato en la vejez
Ayer se conmemoró en todo el mundo el Día de Toma de Conciencia sobre Abuso y Maltrato en la Vejez, una jornada que nos invita a reflexionar sobre la indiferencia que tenemos frente a los distintos tipos de maltrato hacia las personas mayores: violencia física y psíquica, negligencia en el cuidado, aprovechamiento patrimonial… y lo que es más sorprendente, el maltrato estructural.
Tal como define el Senama, el maltrato estructural es "aquel que ocurre desde y en las estructuras de la sociedad mediante normas legales, sociales, culturales, económicas que actúan como trasfondo de todas las otras formas de maltrato existente". Esta forma de maltrato alcanza su máxima expresión en la inexistencia de políticas públicas concretas y efectivas a favor de las personas mayores.
Chile es el segundo país más envejecido de América Latina. Cerca de 3 millones de habitantes son viejos en Chile. Y cada año se suman 100 mil personas a este segmento. Urge desarrollar políticas públicas que hagan frente a esta situación, que promuevan el envejecimiento activo, el respeto y la dignidad, la autonomía y no discriminación de las personas mayores; políticas que reconozcan el invaluable valor de su experiencia y que proteja especialmente a aquellos que requieren de más cuidados.
Como sociedad y como Estado no podemos ser autores y/o cómplices de esta forma de maltrato, es momento de actuar y de hacernos cargo de esta realidad nacional.
Consuelo Moreno, secretaria ejecutiva de la Red Mayor