Hace poco más de un mes los osorninos comprobaron con orgullo que la calidad de vida de la que gozan en su ciudad experimentó un notable salto en comparación con las mediciones anteriores, ubicándose en el lugar número 13 de las 93 urbes analizadas por un estudio anual que realizan la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Cámara Chilena de la Construcción. Aunque el brinco se explicó principalmente por los indicadores de Salud y Medio Ambiente, y en Vivienda y Entorno, el desempeño de la ciudad arrojó positivas cifras en casi todos los ámbitos, posibilitando que por primera vez Osorno se acerque al top ten de las mejores ciudades de Chile para vivir.

Ciertamente han ayudado a esto también las mediciones periódicas de seguridad ciudadana, que si bien forman parte de estudios de otro tipo y con otras pretensiones, han reflejado una ocurrencia menor de delitos en Osorno si se le compara con otras urbes de similar tamaño. No obstante, en el último tiempo se ha producido una serie de hechos en esta ciudad que debiera encender las alarmas de la autoridad comunal y de las policías, pues no es normal que en poco más de un mes se hayan registrado cinco robos y asaltos en un reducido perímetro del sector céntrico, al punto de que en el último de ellos hubo una abierta intimidación a los funcionarios de la tienda afectada.

La seguidilla de hechos delictuales anotada entre mayo y lo que va de junio ha tenido como objeto, en este orden, a un cajero automático ubicado frente a la plaza de Armas, una casa de cambio, una farmacia, una zapatería y una perfumería, que a la postre fue el más violento de todos. Para enfrentar esta ola delictual, el Ministerio Público dispuso la conformación de un equipo especial con integrantes de Carabineros y de la PDI, que tendrá por misión investigar para dar pronto con los responsables, con el efecto añadido de llevar tranquilidad al gremio del comercio, que naturalmente espera desarrollar con tranquilidad su labor para seguridad de sus dependientes y de los propios clientes.

En lo inmediato, lo que debería pasar es que se revise la mecánica de las rondas policiales, que claramente tienen que mejorar, habida cuenta del tiempo que han tenido los delincuentes para operar.

Los rectores de las universidades del Estado, organizados en el Consorcio de Universidades del Estado de Chile, plantean la reconstrucción de un sistema de educación superior pública que garantice educación de calidad, pluralista, equitativa, participativa e impulsora del desarrollo regional y nacional como columna vertebral del sistema público. Este sistema debe representar una parte significativa de la oferta global. Es importante esta definición, en tanto el financiamiento público debe focalizarse hacia una oferta que entregue garantías de fe pública y que, en consecuencia, responda a un modelo que fortalezca la oferta pública en educación superior.

Esta propuesta de los rectores sugiere los incentivos necesarios para que la oferta actual evolucione desde un enfoque de maximización de la rentabilidad privada a uno de maximización de la rentabilidad social, con un mayor alcance en la cantidad de beneficiarios de la educación superior en todos sus ámbitos, generando la provisión de bienes públicos estratégicos para el país y en cada una de sus regiones.

Entre las propuestas que proponemos son las siguientes:

a) Una política estratégica de crecimiento de matrícula, con la definición de criterios de equidad y pertinencia regional, donde se rompa con indicadores de centralismo y se generen ofertas de acuerdo al contexto y demandas regionales, según las estrategias de desarrollo de las regiones.

b) Financiamiento por cumplimiento de estándares de calidad , transparencia y provisión de bienes públicos, es decir, reemplazar los criterios de mercado, determinando cuanto debe invertir el país generando el capital humano profesional y avanzado de acuerdo los niveles de competitividad que Chile necesita.

c) Transparencia y fiscalización de recursos públicos en cualquier institución que reciba financiamiento estatal, es decir, trato igualitario para todas las universidades, independiente de su naturaleza jurídica.

d) Fortalecimiento de un Sistema de Universidades del Estado, es decir, donde la educación superior estatal no compita, sino que colaboren entre sí y en beneficio del país.

e) Democracia en el gobierno de las universidades estatales, es decir, la idea de comunidad y oportunidades de participación de los estamentos en cuerpos colegiados y del gobierno de las universidades.

Óscar Garrido Álvarez, rector

de la Universidad de Los Lagos

Los rectores de las universidades del Estado, organizados en el Consorcio de Universidades del Estado de Chile, plantean la reconstrucción de un sistema de educación superior pública que garantice educación de calidad, pluralista, equitativa, participativa e impulsora del desarrollo regional y nacional como columna vertebral del sistema público. Este sistema debe representar una parte significativa de la oferta global. Es importante esta definición, en tanto el financiamiento público debe focalizarse hacia una oferta que entregue garantías de fe pública y que, en consecuencia, responda a un modelo que fortalezca la oferta pública en educación superior.

Esta propuesta de los rectores sugiere los incentivos necesarios para que la oferta actual evolucione desde un enfoque de maximización de la rentabilidad privada a uno de maximización de la rentabilidad social, con un mayor alcance en la cantidad de beneficiarios de la educación superior en todos sus ámbitos, generando la provisión de bienes públicos estratégicos para el país y en cada una de sus regiones.

Entre las propuestas que proponemos son las siguientes:

a) Una política estratégica de crecimiento de matrícula, con la definición de criterios de equidad y pertinencia regional, donde se rompa con indicadores de centralismo y se generen ofertas de acuerdo al contexto y demandas regionales, según las estrategias de desarrollo de las regiones.

b) Financiamiento por cumplimiento de estándares de calidad , transparencia y provisión de bienes públicos, es decir, reemplazar los criterios de mercado, determinando cuanto debe invertir el país generando el capital humano profesional y avanzado de acuerdo los niveles de competitividad que Chile necesita.

c) Transparencia y fiscalización de recursos públicos en cualquier institución que reciba financiamiento estatal, es decir, trato igualitario para todas las universidades, independiente de su naturaleza jurídica.

d) Fortalecimiento de un Sistema de Universidades del Estado, es decir, donde la educación superior estatal no compita, sino que colaboren entre sí y en beneficio del país.

e) Democracia en el gobierno de las universidades estatales, es decir, la idea de comunidad y oportunidades de participación de los estamentos en cuerpos colegiados y del gobierno de las universidades.

Óscar Garrido Álvarez, rector

de la Universidad de Los Lagos

Hace poco más de un mes los osorninos comprobaron con orgullo que la calidad de vida de la que gozan en su ciudad experimentó un notable salto en comparación con las mediciones anteriores, ubicándose en el lugar número 13 de las 93 urbes analizadas por un estudio anual que realizan la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Cámara Chilena de la Construcción. Aunque el brinco se explicó principalmente por los indicadores de Salud y Medio Ambiente, y en Vivienda y Entorno, el desempeño de la ciudad arrojó positivas cifras en casi todos los ámbitos, posibilitando que por primera vez Osorno se acerque al top ten de las mejores ciudades de Chile para vivir.

Ciertamente han ayudado a esto también las mediciones periódicas de seguridad ciudadana, que si bien forman parte de estudios de otro tipo y con otras pretensiones, han reflejado una ocurrencia menor de delitos en Osorno si se le compara con otras urbes de similar tamaño. No obstante, en el último tiempo se ha producido una serie de hechos en esta ciudad que debiera encender las alarmas de la autoridad comunal y de las policías, pues no es normal que en poco más de un mes se hayan registrado cinco robos y asaltos en un reducido perímetro del sector céntrico, al punto de que en el último de ellos hubo una abierta intimidación a los funcionarios de la tienda afectada.

La seguidilla de hechos delictuales anotada entre mayo y lo que va de junio ha tenido como objeto, en este orden, a un cajero automático ubicado frente a la plaza de Armas, una casa de cambio, una farmacia, una zapatería y una perfumería, que a la postre fue el más violento de todos. Para enfrentar esta ola delictual, el Ministerio Público dispuso la conformación de un equipo especial con integrantes de Carabineros y de la PDI, que tendrá por misión investigar para dar pronto con los responsables, con el efecto añadido de llevar tranquilidad al gremio del comercio, que naturalmente espera desarrollar con tranquilidad su labor para seguridad de sus dependientes y de los propios clientes.

En lo inmediato, lo que debería pasar es que se revise la mecánica de las rondas policiales, que claramente tienen que mejorar, habida cuenta del tiempo que han tenido los delincuentes para operar.