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Déficit hídrico deja sin reserva de agua a pozos superficiales

SEQUÍA. Las oficinas de emergencia comunales siguen distribuyendo agua en sectores rurales, tal como se hace en verano, debido a que los pozos no han recuperado su nivel. En paralelo, las solicitudes para realizar perforaciones de pozos profundos ha aumentado un 30% en los dos últimos años.
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Leonardo Yevenes

Hasta mayo, el indicador de precipitaciones registraba 86,9 milímetros menos de agua caída con respecto al mismo periodo de 2015 (337,5 mm. por sobre 250,6 mm. a la fecha). Como si ello no fuese poco para graficar la sequía por la que atraviesa la zona, el nivel normal de agua caída a la fecha debería alcanzar 482,4 milímetros, por lo que la provincia arroja un déficit del 48%.

Dichos indicadores respaldan el trabajo que han mantenido las comunas de la zona y sus respectivas oficinas de emergencias, las que se encuentran a esta altura del año aún trabajando en el reparto de agua potable en sectores rurales, tal como si se encontrasen en pleno verano.

Como consecuencia, la mayor parte de los pozos superficiales que durante esta fecha debiesen estar recuperados gracias a las lluvias de otoño y que "alimentan" a cientos de pequeños predios rurales de la zona tras el verano, se encuentran sin reservas de agua, por lo que la mayor parte de las familias que residen en la provincia y que no cuentan con planes de Agua Potable Rural (APR), no les queda más que esperar el reparto de agua potable municipal para paliar el déficit del líquido, tal como ocurría durante los meses estivales.

Y si bien las alarmas acerca de esta problemática provienen desde las mismas municipalidades, también lo hacen desde boca de los habitantes, quienes dependen exclusivamente del agua con la que los abastecen sus respectivos municipios.

Otro dato que corrobora la emergencia hídrica a la que está sometida la provincia, proviene del aumento en los dos últimos años de solicitudes en perforaciones de pozos profundos destinados especialmente a riego; esto, debido a que las napas superficiales se encuentran secas en gran parte de la provincia.

Quienes se dedican a perforaciones profundas señalan que el aumento de los pedidos se cuantifica en al menos un 30% en los últimos dos años y las solicitudes por este servicio ahora se realizan durante todo el año sin distinción, a diferencia de lo que pasaba hace sólo media década atrás, cuando existían periodos específicos para este tipo de faenas.

Experiencias

Entre quienes se han visto afectados por la sequía y el bajo nivel de sus pozos se encuentra Nancy Quintul, quien junto a su esposo vive desde hace seis años en el sector Forrahue, sector rural de la provincia de Osorno.

Si bien cuando recién llegaron a instalarse a la zona la pareja se abastecía de agua por un pozo que se encontraba excavado al fondo del sitio que poseen -de alrededor de 50 metros de extensión-, actualmente sólo dependen del agua que llega en los camiones aljibe del municipio. Dicho líquido les llega una vez a la semana.

"El fenómeno que se está dando en la zona, principalmente se debe a que en el último tiempo la lluvia ha sido muy escasa, pero también a que en la zona existen plantaciones de eucaliptos, los cuales se llevan gran parte del agua", explica Nancy, quien asegura que desde hace por lo menos dos años el pozo en esta fecha ya no les entrega agua, por lo que dependen sólo del reparto.

Actualmente las necesidades que tienen del líquido las deben resolver con racionamiento, ya que antes contaban con el pozo que les proporcionaba el recurso para sus actividades diarias.

Situación parecida a la que vive Juan Antriyao, quien vive en el sector de Trosco en San Juan de la Costa. Según dice, a esta fecha el pozo del que se abastecen él y su padre debiera estar lleno, pero que sin embargo está totalmente seco.

"En esta fecha siempre ha habido agua y el pozo lleno, pero se ha notado desde hace dos años atrás que la cosa está cambiando y bastante", asegura.

Para Juan, las cosas están simplemente empeorando en esta materia, ya que si bien el año pasado fue malo en materia de agua, el actual lo califica de aún peor. Por lo mismo señala que los animales que cría junto a su padre deben arreglárselas prácticamente con el agua que cae de la lluvia, ya que no tienen la suficiente para estar llenando bebederos.

"Lo único que nos queda es esperar que venga el camión municipal, el cual pasa cada ocho días", dice Juan.

Emergencia

Donde el problema del déficit de agua también preocupa, es en las oficinas de emergencias de los municipios, las cuales aseguran que el suministro que se está entregando es prácticamente igual al del verano.

Santiago Soto, quien está a cargo de lo que sucede en Puyehue, señala que el secado de pozos rurales es un panorama que se ve en varios sectores de la comuna, tales como Radales, Campo Lindo o Moncopulli, por mencionar algunos.

"A esta altura del año estamos igual que como comenzamos en enero. Incluso se han debido ampliar los recorridos de los camiones aljibe, cuando a esta fecha ya debía haber mermado el pedido de agua".

Como explica Soto, para esta fecha la gente ya debería haber contado con sus pozos con agua y ellos -por lo mismo- estar disminuyendo los recorridos.

Un panorama similar es el que registra San Pablo, donde desde el municipio indican que el recorrido y el número de familias que solicitan el agua sigue igual que hace cuatro a cinco meses atrás.

"Nosotros no sólo estamos entregando la misma cantidad de agua que distribuíamos en verano, sino que en algunos sectores están pidiendo más, porque se suponía que a esta fecha ya iban a contar con agua y no ha sido así", explica Santiago Soto, encargado de emergencias de la comuna.

Soto agrega que debido a la escasa lluvia registrada hasta ahora, el nivel de los pozos de los habitantes rurales se encuentra muy bajo y no alcanza a satisfacer las necesidades de los pobladores.

"En años anteriores los pozos ya se encontraban llenos y no nos encontrábamos trabajando en esta actividad en esta fecha. Los pozos no han subido nada. Estamos entregando la misma cantidad que repartíamos en enero, con el mismo número de camiones -con capacidad de 10 mil litros cada uno- y con la misma frecuencia de viaje", apuntó.

En Osorno los puntos rurales y semiurbanos que necesitan abastecimiento se elevan a 33, explica Héctor Alvarado, encargado del comité de emergencia comunal.

A su juicio, la falta de agua que se presenta en los sectores rurales es una tendencia que se ha venido dando desde hace bastante tiempo, por lo que para paliar este déficit registrado en los campos, se está trabajando durante todo el año con camiones aljibes.

A tanto ha llegado el déficit hídrico en la comuna, que incluso a esta fecha se solicitaron dos camiones más para poder cumplir con todos los requerimientos de agua, que suman 116 familias. "El déficit en la zona está arraigado definitivamente", remarca.

Faenas a profundidad

En tanto Arturo Hess, dueño de la empresa de perforación de pozos profundos Ghesstion, ubicada en Osorno, señala que efectivamente el tema del déficit hídrico está afectando a la zona, tanto a pozos como ríos.

Por lo mismo el pedido para perforaciones -especialmente en predios agrícolas-, se ha ido acentuando en los últimos dos años en al menos un 30%.

"La gente está solicitando pozos profundos especialmente para hacer andar sus lecherías o para regar sus terrenos agrícolas, ya que las napas superficiales ya no tienen líquido y hay que buscar en las subterráneas. Hay una mayor demanda", detalla el empresario.

Lo mismo señala Enrique Barrientos, encargado de la empresa Trébol Sur, quien explica que los pozos que se están secando son los llamados superficiales, que dependen exclusivamente de la lluvia y que generalmente se encuentran en los sectores rurales hasta 10 metros de profundidad; en cambio los pozos profundos llegan a los 40 ó 50 metros, que pueden contener agua de hace 30 años atrás, reservas que para algunos son vitales en esta época.

"A esta altura del año estamos igual que como comenzamos en enero. Incluso se han debido ampliar los recorridos de los camiones aljibe"

Santiago Soto, Emergencias Puyehue

"La gente está solicitando pozos profundos especialmente para hacer andar sus lecherías o para regar sus terrenos agrícolas, ya que las napas superficiales ya no tienen líquido"

Arturo Hess, Empresario

2 años de déficit hídrico profundo en la zona están experimentando las familias de los sectores rurales de la provincia, donde los pozos superficiales ya acabaron sus reservas.

40 a 50 metros de profundidad, se considera que es un pozo profundo. En cambio un pozo-noria, no se encuentra a más de 10 metros de profundidad desde el suelo.

33 sectores en la comuna de Osorno están solicitando agua derivada de camiones aljibes. Desde el comité de emergencias local señalan que se solicitaron dos camiones más de reparto.

La casa azul de Elicura La casa azul de Elicura

El poeta Elicura Chihuailaf Nahuelpán nació en la comunidad mapuche de Quechurewe, a 72 kilómetros de Temuco. Desde su residencia y principal espacio de inspiración, habla de su obra y de su postulación al Premio Nacional de Literatura 2016.
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En esta misma casa nació el poeta en 1952. El color "azul" dice es el color que fundamental de su escritura y pensamiento.

El principal espacio de inspiración del poeta se impone ante robustos castaños, nogales y hualles. Hay cuatro perros mansos que lo custodian y una alfombra multicolor de hojas otoñales que indican el camino. La casa impresiona en medio del silencio que sólo los pájaros rompen. Son dos pisos de madera, donde sólo los marcos naranjas que sostienen los amplios ventanales confunden el azul que guía al poeta.

Elicura Chihuailaf Nahuelpán nació el 15 de febrero de 1952 en una de las piezas de la casa azul, ayudado por Eulogia, la mujer de la época a cargo de los partos en Quechurewe, una comunidad mapuche ubicada a 12,5 kilómetros de Cunco y a 72 de Temuco.

La casa no tiene mayores lujos. En el primer piso convive un comedor amplio con dos piezas donde Elicura recopila su historia a través de libros y fotografías. En el segundo nivel, está la cocina, una estufa a leña y una sala con un balcón de madera donde nacen las principales creaciones del poeta.

El autor de "De sueños azules y contrasueños" tiene 7 hijos (de 37 a 3 años) y 6 nietos. Vive junto su pareja Camila; Andrea Kalfuray, la menor de sus hijas; y Rayén, una de sus hermanas.

Junto a sus tres mujeres, Elicura nos entrega una otoñal mañana para hablar de su obra, de su postulación al Premio Nacional de Literatura 2016, de la contingencia mapuche y de ese color azul que nace minutos antes de los rayos del sol, que representa el origen, lo infinito y la energía de la vida, y que, como lo reconoce, ha marcado su destino.

-El azul es un color determinante en la cultura mapuche y, por lo tanto, cruza toda su obra. Háblenos de lo que significa.

-Tiene que ver con un relato que no es muy conocido, pero que nuestros abuelos y padres referían. Ese relato dice que el espíritu mapuche viene partiendo por la idea de que la vida es un círculo, que comienza en el oriente, sigue hacia el poniente y retorna al lugar de origen. Entonces dice que el espíritu mapuche viene del oriente, desde donde se levanta el sol, y viene a alojarse en su casa transitoria que es el cuerpo. Ese azul, dice el relato, no es cualquier azul, sino el azul que uno puede ver cuando termina la noche y cuando comienza el día, antes que aparezcan los rayos del sol. Ese es el azul que me motiva, porque tiene que ver también con el hecho que si nosotros venimos del infinito también volvemos a él, ese es el camino. Si uno va a un cementerio mapuche se da cuenta que todas las tumbas están con la cabeza puesta hacia el poniente y una buena parte de ellas está pintada de azul o de celeste. Todo eso me marcó para que el azul fuera algo importante cuando comencé a escribir. El azul se fue transformando en la columna vertebral de mi pensamiento, de mi escritura.

-Usted se tituló de obstetra en la Universidad de Concepción. Sin embargo, nunca ejerció. ¿De qué manera influyó esa formación en su carrera literaria?

-Más que influencia me ha revelado una realidad. A quienes no han sido madres les cuesta imaginar esa realidad que revela el misterio de la vida. La obstetricia me enseñó a seguir el proceso de crecimiento de una vida que surge con más o menos amor, pero está ahí. El obstetra es el primero que escucha los sonidos del corazón y cómo cobra movimiento. Reflexionando me he dado cuenta que haber escogido esa carrera no era una causalidad. Con la escritura sucede lo mismo que con la creación. Cuando uno aborda el proceso de crear un cuadro o un diálogo de una obra teatral, una pieza musical, un poema o un texto en prosa, es como ver el crecimiento de un nuevo ser vivo.

-¿Se ha sentido discriminado por ser mapuche?

-Abiertamente, no. Por diversos factores he estado en un lugar de privilegio. Mis padres eran muy activos. Mi padre era profesor, director de una escuela y luego regidor. Todo eso me regaló la circunstancia de no recibir la discriminación. Además, era el primer alumno de mi curso. Esto ayudó para que la vida transcurriera un poco libre de eso, aunque vi la discriminación y sufrí por eso, a través de compañeras, sobre todo, y algún compañero que era mapuche. También me tocó pelear por eso, ya que siempre asumí mi mapuchidad sin problema.

Premio nacional

-¿Cree que tiene los méritos suficientes para obtener el Premio Nacional de Literatura?

-Sí, aunque siento un poco de vergüenza, porque hay grandes escritores que no han recibido el premio, como Enrique Lihn y Jorge Teillier. Lo que señalan los estudiosos es que no hay otro poeta que haya sido musicalizado por tantos autores. "Recado confidencial", por e-jemplo, se transformó en una obra de teatro. Además, ese impacto se muestra a través del hecho de que soy uno de los poetas vivos más incluidos en los textos de estudios, lo que me ha llevado a recorrer la ciudad y el campo para conversar y leer mi poesía. Entonces, creo que el Premio Nacional tiene diversos aspectos que son considerados.

-Debido al contexto que vive el país, y particularmente la Región de la Araucanía, donde hay cierta sensibilidad por las materias indígenas, ¿cree que es una ventaja ser mapuche en esta versión del Premio Nacional de Literatura?

-Estuve en la versión del premio hace cuatro años y no me lo otorgaron. Eso indica que no es precisamente una ventaja, aunque sí debiera ser considerada. Creo que mi escritura está a la altura de otros chilenos y chilenas.

-¿Cree que este premio sería un reconocimiento para la cultura mapuche?

-Pero desde luego. Sería un reconocimiento a su sabiduría, a la profundidad de su conocimiento, el cual la chilenidad debiera conocer mejor. Eso contribuiría, creo yo, a que de una buena vez el país asuma su hermosa morenidad.

-¿Y siente que la comunidad regional está alineada con esta posibilidad de que usted obtenga el galardón?

-Totalmente. Eso me ha conmovido. En todo caso, el apoyo es transversal. Cuando he ido a Cunco o cuando ando por las ciudades de Chile no faltan quienes me reconocen. Me cohíbe un poco, porque aún no logro superar mi timidez. A estas alturas agradezco a la comunidad, sobre todo regional, que esté en esa actitud de apoyo.

-¿Ha sido difícil instalar la lírica mapuche en un campo dominado básicamente por el español?

-Cuando comencé en esto no había nadie más que lo hiciera. Unos cuantos años caminé solo, buscando a algunos o algunas que hicieran lo mismo que yo. Luego, tuve la suerte de encontrarme con jóvenes que se iniciaban en la escritura y en la pintura. El otro día en la presentación de mi postulación había un pintor, Eduardo Rapimán, que es un pintor consolidado, mapuche, que me dijo: "yo estoy aquí porque tú fuiste quien inició este movimiento pictórico hoy día". Entonces, creo que ese movimiento de escritoras y escritores mapuche se ha ido instalando desde las comunidades.

-¿Vivir en el campo es una ventaja en su faceta creadora?

-No. Creo que la vida tiene que ver con la creatividad.

-¿Quién motivó este talento en usted?

-Muchos y muchas. Destaco a nivel local a don Tulio Mora Alarcón. Entre los poetas nacionales, Enrique Lihn y Jorge Teillier.

Contingencia -El obispo de la Iglesia Católica en Temuco, Héctor Vargas, dijo tras el discurso presidencial del 21 de mayo que daba la impresión que La Araucanía no existiese para los gobiernos del país. ¿Comparte ese juicio?

-Sí. Hay una mirada que no quiere asumir su identidad y por lo tanto no quiere asumir su historia. El árbol de la identidad está constituido por cuatro aspectos fundamentales, que son el territorio histórico, la historia, el idioma y un modo de ser, es decir, la visión de mundo. Entonces, aquí hay una historia que no se ha querido asumir. El asunto es que se quiere escabullir la solución, que comienza por asumir la deuda histórica. Aquí había una legitimidad que hay que asumir. La situación de nuestra región es un eufemismo, o sea, una manera de ocultar una realidad que es urgente que tenga una salida y esa salida tiene que ser el diálogo, pero para que haya diálogo hay dos cuestiones fundamentales: lo primero es escuchar al otro. Luego asumir que la salida a esto es poniendo la historia sobre la mesa, no para ahondar las divisiones sino para instalar el diálogo que debe estar dado sobre un principio básico que es la igualdad y no la imposición de un diálogo que es unilateral como ha sido hasta ahora.

-Usted se declara un escéptico optimista. ¿Cree que, en algún momento, se superarán todas estas diferencias y violencia?

-Es que eso requiere un abordar en la ideología de país, que hasta el momento camina solamente en dirección al denominado libre mercado, que sabemos que de libre no tiene absolutamente nada. Entonces, sigo siendo un escéptico optimista frente a ello, porque creo que para que eso ocurra faltan incluso décadas y por eso me produce desazón cuando en el poder central excluyen algo que no puede ser excluido, porque esta región es fundamental. Más allá del denominado desarrollo o progreso económico está la tranquilidad de asumirse en la mirada, en la identidad. Que Chile de una buena vez asuma su hermosa morenidad, que resalta sobre los demás colores, donde hoy día también está la "negritud", la que vemos caminando por las calles. Yo mismo tengo un nieto que es mulato, que tiene su hermosa "negritud". Entonces, es una realidad que no podemos seguir negando, ya que lo único que va a traer es la continuidad del conflicto. Nosotros como pueblo tenemos que sentirnos involucrados, sentirnos parte unos de los otros. Eso es mi escepticismo, pero ahora entro a mi optimismo, que tiene que ver con que en las escuelas los niños están viendo con otros ojos la realidad que les rodea. Creo que hay un camino que no pueden seguir desdeñando quienes gobiernan. Tenemos que ver que aquellos adelantados y adelantadas, como Neruda, Mistral, que luego le siguieron De Rokha, Violeta Parra, Víctor Jara y muchos otros y otras, que no estaban siendo considerados en su total dimensión, hicieron todo un aporte, y ellos son parte de la chilenidad con su hermosa morenidad. Creo que es hora que nos demos cuenta que hay una muralla que levantaron otros, para que no nos vieran. Además, es necesario remarcar la realidad que aquí en Chile hay dos chilenidades, una que es mayoritaria, que es la chilenidad profunda y huérfana, y una chilenidad que es mínima, que es superficial y enajenada porque vive mirando hacia otros lados, antes hacia Europa, a Francia, Inglaterra y ahora hacia Estados Unidos, y que instaló esa muralla. Me conmuevo, me emociono y admiro, por ejemplo, el canto a lo humano y a lo divino, que es la expresión del alma de esa chilenidad profunda. Debemos pensar por nosotros mismos, que la chilenidad profunda comience a cuestionar la historia y comience a reclamar su propia historia. La historia del pueblo chileno-obrero, del pueblo chileno-campesino, no está en la escuela, no se enseña, pero existe.

Padres y abuelos

-¿A quién admira?

-A mis padres, mucho, y a mis abuelos.

-¿Por qué le gustaría ser recordado?

-Por reclamar la morenidad.

-Aparte de la poesía, ¿qué lo emociona?

-La música.

-¿A qué le teme?

-A los que hacen las leyes. Y a todo el sistema político, y por lo tanto judicial. Me recuerda un paréntesis a Vicente Huidobro en su balance patriótico que debiera enseñarse en los colegios, donde dice la justicia chilena tendría que ser barrida entera. Me daría risa si no me dieran ganas de llorar.

-¿Le teme a la muerte?

-No. Para nosotros es la vuelta a la energía universal. La siento parte de mí, con toda tranquilidad, como siento la positividad y negatividad presente en mí.

Por Mauricio Rivas Alvear

"Mis padres eran muy activos. Mi padre era profesor, director de una escuela, y luego regidor".

"Siento un poco de vergüenza, porque hay escritores que no han recibido el premio, como Lihn y Jorge Teillier".

carlos valverde

"Que Chile de una buena vez asuma su hermosa morenidad, que resalta sobre los demás colores".