Prácticamente ningún ámbito del quehacer ciudadano ha permanecido sin resultar afectado en los últimos años por culpa de la contaminación atmosférica que se ha instalado en Osorno y las restantes ciudades del sur del país. Lo que hasta hace unas décadas era un fenómeno casi inexistente, hoy se ha transformado en una espada que en los meses de bajas temperaturas pende sobre los grandes conjuntos urbanos, los que para procurar su calefacción domiciliaria recurren inescrupulosamente a la combustión inadecuada de la leña, que sigue siendo el principal pilar para la generación de energía dentro de los hogares.

Esta creciente contaminación de las ciudades no ha dejado área sin que resulte afectada. De hecho, el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de Osorno que debutó hace exactamente dos meses contempla intervenciones sobre la propia matriz de calefacción, sobre aspectos de la vivienda para mejorar los cánones de aislación térmica, y sobre la enseñanza de niños y jóvenes en los colegios, para entregar desde temprana edad contenidos relativos a las consecuencias del aire tóxico y las maneras de contribuir desde el hogar en la meta de recuperar el medio ambiente en la ciudad.

La práctica deportiva en las zonas afectadas por la contaminación del aire también están incluidas en el PDA, pues se supone que en los días de preemergencia y emergencia ambiental no se puede realizar actividades físicas en los colegios, además de recomendar a la población que no haga ejercicios de manera prolongada. La razón es básica: el deporte y la contaminación atmosférica son incompatibles si se desea proteger la salud de las personas.

Quienes se han visto forzados a adecuar su régimen son las asociaciones de fútbol amateur de Osorno y Rahue. Ya están evaluando buscar otros lugares cuando haya preemergencia o emergencia, o bien modificar sus horarios.

Serán transformaciones grandes para quienes llevan años jugando durante cualquier día y a cualquier hora en el mismo sitio, pero cruciales para que sus organismos no se sometan a inadecuadas cantidades de aire tóxico que provocan un daño acumulativo en la salud. Es un paso insustituible.

El pasado domingo 29 de mayo se conmemoró a nivel nacional el Día del Patrimonio Cultural. Esta significativa celebración que se instauró en el año 1999, y se conmemora durante el último domingo del mes de mayo, tiene el objetivo principal de convertirse en una instancia para compartir, conocer y adquirir un sentido de pertenencia en torno al patrimonio cultural, histórico y arquitectónico de nuestro país. Es una fecha de celebración y reflexión ciudadana sobre las diferentes dimensiones, valores, rol y significado de nuestra herencia cultural.

En Osorno, al igual que en las diferentes ciudades del país, esta jornada festiva contempló una programación mediante diversas actividades con acceso gratuito a diferentes establecimientos y recintos que se adhirieron de manera voluntaria, abriendo sus puertas y exhibiendo sus dependencias. Cientos de personas visitaron una serie de lugares, entre los cuales destaca la excavación del sitio paleontológico Pilauco ubicado en el sector Los Notros, el Museo Interactivo, el Museo y Archivo Histórico, el Museo Surazo, el Fuerte Reina Luisa, las bibliotecas de Rahue y Francke, el Centro Cultural Sofía Hott, el Centro Cultural Alianza Francesa, o los salones del Club de La Unión, sede de la Gran Logia de Chile, que abrió por primera vez sus puertas a los visitantes.

A nivel institucional, el interés por relevar el patrimonio cultural es permanente y parte de la vinculación con el medio como función esencial, y se manifiesta a través de distintas iniciativas, proyectos y actividades que se desarrollan en directa coordinación y organización con las áreas de nuestra sede, tales como el Día de la Cocina Chilena, Osorno a Fuego Lento, participación en el Plan de Desarrollo Turístico con actividades como la Ruta de la Paleodieta, visita de alumnos y docentes de la carrera de Traducción Inglés-Español mención Negocios Internacionales a museos de la ciudad de Valdivia, entre otros.

Es nuestro deber como padres, docentes y ciudadanos, aportar individual y colectivamente a fomentar el interés y conocimiento en nuestros hijos hacia el patrimonio cultural, y fortalecer el respeto de la historia de Chile y las obras arquitectónicas que muestran el pasado de esta bella, majestuosa y gran nación.

Carlos López Monje, director de Comunicaciones

y Asuntos Estudiantiles de Inacap Osorno

Prácticamente ningún ámbito del quehacer ciudadano ha permanecido sin resultar afectado en los últimos años por culpa de la contaminación atmosférica que se ha instalado en Osorno y las restantes ciudades del sur del país. Lo que hasta hace unas décadas era un fenómeno casi inexistente, hoy se ha transformado en una espada que en los meses de bajas temperaturas pende sobre los grandes conjuntos urbanos, los que para procurar su calefacción domiciliaria recurren inescrupulosamente a la combustión inadecuada de la leña, que sigue siendo el principal pilar para la generación de energía dentro de los hogares.

Esta creciente contaminación de las ciudades no ha dejado área sin que resulte afectada. De hecho, el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de Osorno que debutó hace exactamente dos meses contempla intervenciones sobre la propia matriz de calefacción, sobre aspectos de la vivienda para mejorar los cánones de aislación térmica, y sobre la enseñanza de niños y jóvenes en los colegios, para entregar desde temprana edad contenidos relativos a las consecuencias del aire tóxico y las maneras de contribuir desde el hogar en la meta de recuperar el medio ambiente en la ciudad.

La práctica deportiva en las zonas afectadas por la contaminación del aire también están incluidas en el PDA, pues se supone que en los días de preemergencia y emergencia ambiental no se puede realizar actividades físicas en los colegios, además de recomendar a la población que no haga ejercicios de manera prolongada. La razón es básica: el deporte y la contaminación atmosférica son incompatibles si se desea proteger la salud de las personas.

Quienes se han visto forzados a adecuar su régimen son las asociaciones de fútbol amateur de Osorno y Rahue. Ya están evaluando buscar otros lugares cuando haya preemergencia o emergencia, o bien modificar sus horarios.

Serán transformaciones grandes para quienes llevan años jugando durante cualquier día y a cualquier hora en el mismo sitio, pero cruciales para que sus organismos no se sometan a inadecuadas cantidades de aire tóxico que provocan un daño acumulativo en la salud. Es un paso insustituible.

El pasado domingo 29 de mayo se conmemoró a nivel nacional el Día del Patrimonio Cultural. Esta significativa celebración que se instauró en el año 1999, y se conmemora durante el último domingo del mes de mayo, tiene el objetivo principal de convertirse en una instancia para compartir, conocer y adquirir un sentido de pertenencia en torno al patrimonio cultural, histórico y arquitectónico de nuestro país. Es una fecha de celebración y reflexión ciudadana sobre las diferentes dimensiones, valores, rol y significado de nuestra herencia cultural.

En Osorno, al igual que en las diferentes ciudades del país, esta jornada festiva contempló una programación mediante diversas actividades con acceso gratuito a diferentes establecimientos y recintos que se adhirieron de manera voluntaria, abriendo sus puertas y exhibiendo sus dependencias. Cientos de personas visitaron una serie de lugares, entre los cuales destaca la excavación del sitio paleontológico Pilauco ubicado en el sector Los Notros, el Museo Interactivo, el Museo y Archivo Histórico, el Museo Surazo, el Fuerte Reina Luisa, las bibliotecas de Rahue y Francke, el Centro Cultural Sofía Hott, el Centro Cultural Alianza Francesa, o los salones del Club de La Unión, sede de la Gran Logia de Chile, que abrió por primera vez sus puertas a los visitantes.

A nivel institucional, el interés por relevar el patrimonio cultural es permanente y parte de la vinculación con el medio como función esencial, y se manifiesta a través de distintas iniciativas, proyectos y actividades que se desarrollan en directa coordinación y organización con las áreas de nuestra sede, tales como el Día de la Cocina Chilena, Osorno a Fuego Lento, participación en el Plan de Desarrollo Turístico con actividades como la Ruta de la Paleodieta, visita de alumnos y docentes de la carrera de Traducción Inglés-Español mención Negocios Internacionales a museos de la ciudad de Valdivia, entre otros.

Es nuestro deber como padres, docentes y ciudadanos, aportar individual y colectivamente a fomentar el interés y conocimiento en nuestros hijos hacia el patrimonio cultural, y fortalecer el respeto de la historia de Chile y las obras arquitectónicas que muestran el pasado de esta bella, majestuosa y gran nación.

Carlos López Monje, director de Comunicaciones

y Asuntos Estudiantiles de Inacap Osorno