No es costumbre cartearme con personas como usted, pero después de verlo actuar con tal desparpajo y seguridad este 21 de mayo, a uno no le queda más que felicitarlo.
Tal vez usted cree que sus bombas molotov, su violencia contra Carabineros, Bomberos e inocentes, su costumbre de destruir bienes públicos y privados logran causar terror en los ciudadanos, se equivoca, no porque lleva la cara cubierta y va armado hasta las masas, nosotros le tenemos miedo, se vuelve a equivocar.
No señor, lo que a los pagadores de impuestos nos provoca pavor visceral es verlos salir uno a uno de tribunales, impunes, campantes y sin una pizca de remordimiento, rodeados de sus defensores y familiares, cámaras de televisión y entrevistas, como si fuera un personaje digno de considerar.
Sí señor, lo que a los ciudadanos con derecho a voto nos tiene con el alma en un hilo, es la pasión de las declaraciones de las actuales autoridades y aquellos partidos que lo apadrinan con armas y lo defienden con uñas (ni control de identidad aceptan). Lo que nos paraliza es ver como "opera el sistema judicial". Lo que nos tiene viviendo en el terror es comprobar cómo usted, desde que se restableció la democracia, ha ido ganando terreno, siendo tratado como chileno, aunque no cumpla nuestras leyes.
Por supuesto, podría dirigirme a usted como señor terrorista, pero según autoridades del actual Gobierno no hay terrorismo en Chile y tampoco le queda bien "vándalo" porque si lo fuera debería estar preso. Usted es un renovado producto de algo que ningún chileno entiende, y no le eche la culpa a su niñez ni a su sufrida existencia, póngase en nuestro lugar sólo un momento (si no es mucho trabajo) y vea lo que es salir a trabajar siempre con miedo, vivir hecho un nudo el alma pensando si una de sus bombas explote sobre nuestros hijos. Eso es vivir en la miseria e injusticia, señor.
En fin, puede estar contento, finalmente vivimos enjaulados, como pollos en corral ajeno, convertidos en pobres aves y sin derecho a decir ni pío.
Esperando que esta misiva lo encuentre bien de salud, se despide de usted una escribidora con ínfulas avícolas… ¿Me permite? Píiiooooo...Gracias.
Vivian Arend