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Crean plan de manejo para alargar vida útil de vertedero de Curaco

SALUBRIDAD. El proyecto comenzó a operar a solicitud de la Autoridad Sanitaria y está a cargo del municipio local. En un año se han iniciado tres sumarios sanitarios producto del colapso que presenta el terreno que recibe los desechos domiciliarios de seis comunas de la provincia.
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Verónica Salgado

Diversas intervenciones ha sufrido desde el verano a la fecha el vertedero de Curaco, que se ubica en la Ruta U-400 al mar. Por ejemplo la basura se ha distribuido en montículos en altura, se han abierto más caminos para el desplazamiento de camiones al interior del recinto, además se dispuso de la instalación de nuevas chimeneas para liberar el gas metano.

Todas estas mejoras forman parte del plan de manejo elaborado por el municipio a petición de la Autoridad Sanitaria y que busca prolongar la vida útil del lugar que recibe los desechos domiciliarios de seis de las siete comunas de la provincia (Río Negro tiene basural) y que desde hace más de cuatro años trabaja a su máxima capacidad.

A mediados de los '80 comenzó a ser utilizado como vertedero municipal tras el colapso del basural de Ovejería. Posee una superficie total de 70 hectáreas de las cuales 39 están autorizadas para albergar basura , el resto del terreno es considerado zona de influencia destinada a la aislación de los residuos del contacto directo con otros terrenos, caminos y viviendas aledañas.

Retraso de relleno

Ya en la década del 2000 se ideó el proyecto de un relleno municipal, el cual reemplazará al actual vertedero municipal en el mismo sector de Curaco. Dicha iniciativa contempla una inversión de $10 mil millones para su construcción, fondos que fueron gestionados por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) a través de un crédito del Banco Alemán KFW, al que se sumaron $3 mil millones entregados por el Gobierno Regional (Gore).

El problema de la sobreexplotación del recinto y disposición excesiva de la basura se originó por el retraso en la construcción del relleno sanitario, el cual debía comenzar a operar en febrero de este año.

La empresa Servitrans es la encargada de la construcción y posterior manejo del lugar. Además, recientemente se adjudicó la concesión de la recolección de los residuos domiciliarios de Osorno por los próximos cinco años.

No obstante, fue precisamente dicha firma la que solicitó una serie de modificaciones al proyecto, como la altura de la ubicación de la planta de tratamiento de residuos sólidos, extender el tamaño de la plataforma contenedora de basura y el nivel de algunos caminos.

Todas ellas fueron denegadas por el Gore, entidad mandante de la obra, excepto el cambio de impermeabilizante del suelo de las plataformas donde se usará una capa geotextil en reemplazo de arcilla, debido a que dicho material no está disponible en la zona.

Además, se debe realizar un estudio para precisar qué tipo de problema se presenta en un sector del terreno donde han existido desplazamientos de tierra y que fueron denunciados por Servitrans, pues la empresa considera que eventualmente podrían corresponder a un falla geológica.

Todo estos elementos mantiene las obras detenidas desde octubre de 2015, y a pesar que el Gore ordenó retomar la construcción en marzo, a la fecha eso no ha ocurrido.

Vida útil

En paralelo, durante lo que va de 2016, al menos tres focos de incendio han afectado el vertedero de Curaco, lo que aumentó la preocupación de la Autoridad Sanitaria, entidad que en el último año cursó tres sumarios sanitarios al recinto.

Teresita Cancino, jefa de la entidad, sostuvo que la vida útil del vertedero acabó y lo que se ha estado realizando es una mantención con condiciones sanitarias básicas porque debe permanecer operativo a la espera de que entre en funcionamiento el relleno.

Agregó que desde marzo se instaló una mesa de trabajo en conjunto con la municipalidad y la empresa Transporte Claudio Contreras, que tiene la concesión del recinto desde marzo del año pasado. Precisó que luego de un sumario sanitario cursado en el mes de febrero se le solicitó al municipio crear el plan de manejo para poder operar de mejor manera el recinto y evitar la mayor cantidad de riesgos posibles.

"Nosotros como Seremi de Salud hemos tenido una vigilancia permanente del vertedero para ver cómo se van realizando los compromisos que contiene el plan de manejo. La medida de clausura no corresponde a una opción realista, debido a que no existe otro lugar donde depositar la basura de la provincia, y cerrarlo provocaría un daño mayor", explicó la jefa provincial de Salud.

Basura sobre basura

Carlos Medida, titular de la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato (Dirmao) del municipio, explicó que se están habilitando nuevas áreas de servicio para disponer los residuos, los cuales cuentan con nuevos caminos y senderos que permitan poner basura sobre basura.

Explicó que la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) determina y limita una superficie (39 hectáreas) de vertedero, por lo que para prolongar su vida útil no se amplía el terreno en superficie sino que en altura, que es dada por la cantidad de basura que se acopia.

"El plan de manejo de la contingencia surge por un acuerdo con la Autoridad Sanitaria, porque claramente no podemos cerrar el vertedero. Tenemos que ser capaces de entregar una solución sanitaria a la comuna y al resto de la provincia y en eso estamos trabajando al mantener el vertedero operativo", dijo el director.

Precisó que ingresan mensualmente al recinto alrededor de 7 mil toneladas de desechos, las cuales no disminuirán en el tiempo. En ese contexto, detalló, lo que se hace como plan de manejo es tapar los residuos que se van acopiando cada vez que ingresan al recinto con una capa de tierra.

Cuando los montículos de basura alcanzan entre 8 a 10 metros de altura son compactados y sellados con una capa de maicillo fino y arcilla de aproximadamente 80 centímetros de grosor. Luego se va depositando más basura sobre esa superficie y se repite el ciclo (ver infografía).

Medina sostuvo que efectivamente han debido enfrentar episodios de incendios, pero que las causas son variadas, como por ejemplo personas que ingresan al recinto sin autorización, brasas mal apagadas que transportan los camiones y combustión espontánea.

Frente a este tipo de emergencias también existe un protocolo, como mantener tres camiones aljibes habilitados con 10 mil litros cada uno y conexión directa con Bomberos y personal de la Autoridad Sanitaria.

Marcelo Millar, comandante del Cuerpo de Bomberos, explicó que el mayor peligro que existe ante un incendio del vertedero de Curaco es la nube tóxica que se puede generar, aunque aclaró que al contrario de lo que se puede pensar no es fácil la propagación del fuego en este tipo de recintos.

Agregó que el costo de movilizar personal hasta la zona es bastante elevado y que el tiempo que toma apagar un incendio por pequeño que sea es como mínimo tres horas. Esto, por que se debe remover la basura para evitar que el fuego haga contacto con burbujas de gas metano que puedan existir.

"Nosotros siempre estamos dispuestos a enfrentar cualquier emergencia y en este caso el primero en llegar al lugar es el equipo de la Unidad de Materiales peligrosas", explicó Millar.

"La medida de clausura no corresponde a una opción realista porque no existe por el momento otro lugar donde depositar la basura de la provincia".

Teresita Cancino, Jefa de la Autoridad Provincial

"El plan de manejo surge por un acuerdo con la Autoridad Sanitaria porque claramente no podemos cerrar el vertedero".

Carlos Medina, Director Aseo y Ornato.

Datos bomberos

Salubridad Cuando asisten a la emergencia en el vertedero una vez finalizado se deben sanitizar y lavar los trajes.

Equipos También se debe realizar un lavado especial de carros bombas, camiones aljibes, mangueras, etc.

12,4 hectáreas Tiene el terreno donde se emplazará el relleno sanitario, el cual está ubicado en la Ruta U-400 al mar, en la comuna de Osorno y recibirá los desechos de toda la provincia.

70 hectáreas Tiene el terreno donde funciona desde 1989 el vertedero de Curaco, de las cuales 39 están autorizadas para depositar basura y las otras 31 son para evitar contacto con terrenos cercanos.

3 camiones aljibes con 10 mil litros de agua cada uno mantiene la municipalidad habilitados para enfrentar cualquier emergencia que se pueda generar en el vertedero.