Si revisamos el estudio de las inteligencias, es probable que nos demos cuenta que mundialmente, como país o como región, hemos cambiado. Antiguamente sobrevalorábamos las inteligencias matemáticas y científicas, y hoy también potenciamos otras, aquellas que conllevan habilidades blandas y competencias transversales. En ONG Canales trabajamos de manera conjunta con los docentes del área técnica, promoviendo entre nuestros estudiantes los equipos de trabajo, la autonomía, la confianza en las propias capacidades, orientación a resultados y redes de apoyo.
Creemos que valorarnos a nosotros mismos no sólo nos permite trabajar un proyecto determinado, sino que aplicarlo a la vida; estableciendo las limitaciones personales y fortalezas en diferentes situaciones.
Los tiempos cambian, el trabajo evoluciona, se aceleran los procesos, aparece la mejora continua y la tecnología, nos encontramos con innovaciones en todas las áreas: agropecuaria, marítima, portuaria, pesquera, turismo y de servicios. Por eso, es tan valioso saber cuáles son las necesidades empresariales, incluso en tiempos complejos; valorar el emprendimiento como la forma de reinventarse en distintos aspectos, desde nuestra idea de negocio hasta la forma optimista del pensamiento.
Hoy contamos con la información necesaria para capacitar y capacitarnos a fin de generar otros espacios laborales. Como educadores no podemos estar ajenos a ello; la educación técnica se consolida bajo la mirada del empresariado y es ahí donde directivos y docentes deben entregar las condiciones necesarias a sus estudiantes, para mejorar la forma de vida; otorgando herramientas y oportunidades de proyectos, entendiendo que ante la crisis podemos descubrir cuáles son nuestras potencialidades.
En ONG Canales hemos insistido que la empresa nos cuente sus demandas y que los liceos técnicos profesionales dialoguen, a fin de encontrar puntos en común y avanzar, sin embargo, es preciso generar políticas públicas que contemplen no sólo el emprendimiento como un módulo dentro del plan de estudio, sino que los liceos reciban recursos suficientes para motivar nuevas ideas, que sean sustentables y generen empleo a lo largo del tiempo. De esta forma, motivaremos a nuestros estudiantes a tener actitudes emprendedoras y valorar la creatividad como parte del proceso formativo.
Mariela Silva Salas, asistente técnico
de Emprendimiento de la ONG Canales