Con un gorro de lana que la protege del frío, Juanita Silva se sube rápidamente al auto que la espera para llevarla a su lugar de trabajo en Osorno. Apenas ingresa al vehículo, comienza a saludar alegremente a quienes ya se encuentran arriba, los cuales enfilan rápidamente rumbo a la Ruta 5 Sur.
Juanita, sin proponérselo, forma parte de una tendencia que se viene acrecentando los últimos años en la zona, pero que en el último tiempo se ha masificado de manera silenciosa: compartir el vehículo entre varios para trasladarse de una comuna a otra, principalmente por temas laborales. En su caso, ella deja todos los días su hogar en La Unión, debido a que cumple funciones en la empresa Iansa en Osorno.
Por medio de este sistema, tanto ella como el resto de pasajeros reducen costos, además de ganar tiempo y comodidad, ya que el trayecto se realiza hasta un tercio menos que si utilizara la locomoción colectiva.
Décadas
Marcelo Burgos -actualmente de 43 años- comenzó a viajar desde La Unión a Osorno cuando rozaba las dos décadas y era un joven estudiante de la carrera de Administración. Dos décadas más tarde sigue con la rutina, pero ahora para cumplir con su cargo de ejecutivo comercial de Credichile; primero en la sucursal de calle Matta y ahora en la de Ramírez.
Hace sólo cuatro años Marcelo comenzó a viajar en automóvil junto a un grupo de amigos, que con el paso del tiempo han ido cambiando, a excepción del chofer.
Pasar de trasladarse en bus a un automóvil junto a un grupo de colegas o trabajadores que se desempeñan en Osorno, sencillamente le ha mejorado la calidad de vida.
"Cuando viajas en bus, una de las cosas que obligatoriamente tienes que hacer, es levantarte más temprano de lo normal si quieres andar sentado", es lo primero que explica Marcelo sobre las diferencias entre un transporte y otro.
En cuanto al costo, detalla que es prácticamente el mismo que tendría que pagar para tomar un colectivo desde su casa al terminal ($450) y luego el bus hacia Osorno, que equivale a unos mil pesos debido a que es lo que se cobra a viajeros frecuentes como él.
Por el contrario, el vehículo particular lo pasa a recoger a media cuadra de su hogar, con lo que se evita "pelear" por la locomoción colectiva.
"El tiempo que ahorro en un viaje lo ocupo para algo que antes no podía hacer, como por ejemplo tomar desayuno de forma tranquila. El poder viajar en auto compartiendo los gastos simplemente te mejora la calidad de vida", añade.
Otro de los puntos importantes a tomar en cuenta y que ha fomentado la práctica de compartir automóvil con colegas, tiene relación con el factor climático. Y es que en esta zona se siente con fuerza el invierno, con bajas temperaturas e incesantes lluvias.
Sin desmerecer el servicio del transporte público que Marcelo utilizó por más de 15 años, este ejecutivo comercial comenta que muchas veces al subirse al bus no tenía calefacción, por lo que tenía que trasladarse mojado y con frío.
"En auto casi no te mojas, porque te dejan cerca del trabajo. Además uno tiene su asiento asegurado y el auto siempre viene con calefacción", asegura este hombre que siempre aprovecha los minutos de viaje para dormir relajadamente.
Hijos
Nicole Vega suma dos años trasladándose desde Osorno a Purranque, pues trabaja como educadora diferencial en un establecimiento de la vecina comuna. El primero lo efectuó en bus y el segundo año en automóvil, por lo que tiene frescos los recuerdos para comparar las ventajas y desventajas de ambos transportes.
Indica que se va con una amiga que el año pasado adquirió un vehículo, la que trabaja en su mismo establecimiento. Por lo mismo, no hay día de la semana en que no compartan gastos y aprovechen la locomoción para otros fines.
"Debido a que ambas somos docentes y tenemos hijos, aprovechamos de que asistan a la escuela en Purranque, y en mi caso a una sala cuna. Así que no viajamos sólo nosotras, sino que los cuatro y aprovechamos de volvernos con ellos a Osorno cuando finaliza la jornada", agrega Nicole.
Al viajar de esta manera, ambas profesionales pueden realizar varias tareas a la vez que les facilitan la vida: ahorrar dinero en locomoción, poder cuidar a sus hijos en la ida y en la vuelta, tener la posibilidad de acceder a un mayor tiempo y de calidad con sus familias.
Contrariamente a lo que se pudiese pensar, respecto al encarecimiento de los gastos si sólo viajan dos adultos, Nicole explica que esto no es tan así, ya que de retomar el transporte público, deberían -además de los pasajes- pagar la locomoción para llegar hasta el terminal o salir desde el rodoviario hasta su hogar.
"Al calcular los gastos, éstos son muy similares, pero a ello hay que agregar que nos ahorramos tiempo, que en el caso de la tarde puede ser hasta de media hora", detalla la educadora.
Incluso, señala que el año pasado gastaban menos, debido a que tenían una tercera colega que dejó de viajar debido a que este año el espacio que ocupan los hijos de ambas profesionales más el esposo de su colega -que viaja junto a ellas sólo el trayecto de Osorno-, redujo el espacio.
Minutos y tiempo
Con pocas excepciones, el auto sale rigurosamente desde La Unión a eso de las 7.50 de la mañana, media hora más tarde que si tuviera que hacerlo en bus.
Juanita señala que una de las ventajas de viajar en auto junto a otras cuatro personas hacia su trabajo, es la de poder contar con la oportunidad de conocer gente con la cual congeniar y conversar durante el trayecto de aproximadamente 35 minutos entre La Unión (lugar donde reside) y Osorno, ciudad en donde se desempeña desde hace más de una década en una oficina comercial de la empresa Iansa.
Si bien hace 14 años que Juanita -al igual que cientos de unioninos y habitantes de comunas aledañas a Osorno- se traslada hasta la capital provincial con el fin de trabajar, sólo los últimos cinco los ha hecho a bordo de un vehículo particular. Tuvo la suerte -comenta- de que amigos y colegas comenzaran a tener la oportunidad de adquirir un automóvil.
Pese a que la tendencia de viajar entre amigos para abaratar costos y conseguir comodidad ha ido en aumento, Juanita ha debido cambiar de transporte en el transcurso del tiempo.
Y es que muchas veces los horarios de quienes manejan los vehículos cambian o el de los mismos pasajeros, quienes cuando ocurre este fenómeno deben comenzar a buscar otro transporte consultándole a conocidos. Por ello es frecuente que siempre exista alguien interesado en llenar algún cupo.
La diferencia entre un transporte y otro para esta mujer de 45 años es notoria. "Dejas de viajar apretado, ya que en el bus lo importante no es el pasajero, sino la cantidad de personas que puedan subir", remarca.
Lo mismo sucede con el tema de las enfermedades, ya que al viajar con tantas personas -en promedio una hora en bus- aumenta la posibilidad de contagios, especialmente los meses invernales.
Ello repercute luego en el trabajo, debido a que deben solicitar licencias cada cierto tiempo o trabajar con síntomas de resfríos, enfermedad que se contrae con mayor frecuencia.
En cuanto a lo que gasta en pasajes, Juanita explica que es prácticamente lo mismo que en bus, pero sin tener que pagar colectivo, ya que afortunadamente vive cerca de quien la trae hasta Osorno, por lo que gasta $1.000 de ida y lo mismo de vuelta cuando logra volverse a La Unión, donde reside.
Y es que si bien siempre existen cupos disponibles en autos para quienes regresan a La Unión, es difícil que los horarios de salida compatibilicen con quienes manejan los vehículos. Por lo mismo, el uso de aplicaciones como Whatsapp y llamados telefónicos son imprescindibles al momento de ponerse de acuerdo.
Valdivia y seguro
Aunque reconoce que no es de todos los días, Nabor Carrillo, profesor de la Universidad Santo Tomás de Osorno, periódicamente viaja desde Valdivia -donde reside- hasta la capital provincial para asistir a su trabajo como docente en la casa de estudios.
Junto a unos colegas que residen en la ciudad del Calle-Calle se ponen de acuerdo en la hora del viaje y distribuyen los gastos de la travesía. "El poder venir en auto nos permite salir un poco más tarde de la casa y realizar pequeñas tareas que cuando uno toma el bus, se vuelven muy complicadas", asegura el profesor universitario.
Al trasladarse en automóvil la travesía se reduce en unos 35 minutos, aunque como dice este docente de origen mexicano, también se ahorran el tiempo que se invierte en caminar o trasladarse desde el terminal a la casa de estudios, ya sea a pie o caminando.
"El problema de los viajes es la coordinación que tenemos que tener entre todos los profesores. Como no entramos a la misma hora, no siempre se puede venir en automóvil", explica.
En cuanto a los costos, Carrillo aclara que son muy similares a los que deberían invertir en pasajes de bus, no obstante aclara, "lo bueno es que llegas tranquilo, relajado y no pensando que el bus te va a dejar abajo si te atrasas", apuntó.
"Debido a que ambas somos docentes y tenemos hijos, aprovechamos de que asistan a la escuela en Purranque, y en mi caso a una sala cuna".
Nicole Vega, Osornina que viaja a Purranque
"Dejas de viajar apretado, ya que en el bus lo importante no es el pasajero, sino la cantidad de personas que puedan subir"
Juanita Silva, Comparte un vehículo en el trayecto de La Unión a Osorno
Claudio Mayorga, corredor de seguros desde hace 14 años y dueño de la empresa del rubro Full Protection Brokers en Osorno, señala que en caso de accidente en viajes compartidos, opera el seguro obligatorio de accidentes personales (Soap). "Todas las personas que viajan en un auto, ya sea en esta modalidad u otra, están aseguradas contra daños, a excepción de aquellas que copan la capacidad del móvil", concluyó.
A la izquierda aparece juanita silva, quien viaja acompañada desde la unión a osorno de lunes a viernes. explica que además de ahorrar, se comparte un buen ambiente al interior del vehículo.
Las ventajas de compartir el auto camino al trabajo y hogar
El tiempo es un bien escaso últimamente, por lo que esta modalidad otorga la posibilidad de viajar cómodo y al ritmo del grupo. Los protagonistas, que viajan desde y hacia Osorno, toman desayuno en su hogar, se evitan los inconvenientes del transporte público y aseguran atención hasta la puerta de su casa... y todo, por el mismo precio.
marcelo proboste
Leonardo Yevenes
leonardo.yevenes@australosorno.cl
tras concluir la jornada laboral, nicole aborda el auto de su colega que la trae de vuelta a osorno.
verónica piticar
una vez que llega a Osorno, juanita camina rumbo al trabajo.
marcelo proboste
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Y hasta cuarenta minutos menos de viaje se ahorran aquellas personas que deciden compartir un auto para llegar a sus trabajos desde y fuera de la comuna.
Años lleva viajando Marcelo Burgos desde La Unión a Osorno. Desde hace sólo cuatro lo hace en auto junto a colegas: dice que es más cómodo, rápido y cuesta lo mismo.
Nicole vega aprovecha de ir junto a su colega a trabajar a purranque y además, de llevar -ambas- a sus hijos a sala cuna y al colegio respectivamente.
en sus viajes a osorno desde la unión, marcelo burgos aprovecha de descansar o dormir.
marcelo proboste
verónica piticar