Delincuencia en Entre Lagos
Es un deber de la autoridad recoger el guante de la inquietud ciudadana y buscar los caminos para el trabajo en conjunto. Los propios vecinos de Entre Lagos se autoconvocaron y formaron un "comité de seguridad" para enfrentar el alza de los delitos.
Aburridos de lo que ellos definen como una ola delictual para la que no se visualizan todavía soluciones adecuadas de parte de la autoridad municipal o de las instituciones policiales, los vecinos de Entre Lagos, en la comuna de Puyehue, formaron esta semana un "comité de seguridad", con la finalidad de exigir la reacción de los entes competentes y además postular a proyectos que les permitan reconquistar la calidad de vida que perdieron. La iniciativa se gestó en una reunión a la que se autoconvocaron y a la que, de acuerdo a lo que afirmaron, invitaron al alcalde y a representantes de Carabineros, la PDI y el Ministerio Público. A la cita concurrió únicamente este último organismo, que aprovechó la convocatoria para explicar el trabajo de la Fiscalía y los canales adecuados para realizar las denuncias.
Es meritorio que la ciudadanía se haya organizado frente a un problema tan transversal y permanente como la delincuencia en el país. En esta acción hay una decisión de involucrarse activamente en la búsqueda de soluciones y no esperar que las soluciones surjan desde arriba. La ausencia de los invitados podría quedar en un dato más si es que las instituciones reaccionan y se hacen partícipes de la inquietud vecinal. De lo contrario, la molestia de los afectados crecerá y, consecuentemente, la distancia entre ambas instancias.
Entre Lagos es prácticamente la puerta de entrada de la provincia osornina, y del país, para quienes cruzan desde Argentina mediante el Paso Internacional Cardenal Samoré. Independiente del rol que le compete al municipio, a quien por definición le corresponde estar junto a sus vecinos, el reclamo por reducir los delitos no debería ser sólo una preocupación de los que viven ahí, sino también desafiar a las autoridades provinciales y a las policías.
En estos tiempos, estar atento a las señales de la ciudadanía es una obligación para quienes se encuentran en las esferas de decisión. En los últimos años, incluso hoy, se ha acumulado demasiada experiencia acerca de lo que ocurre cuando no se escucha a tiempo.