Obispo ecuatoriano y Osorno
La madrugada del domingo recién pasado murió en Angola don Gonzalo López Marañón, quien fuera obispo de Sucumbíos, Ecuador, pequeña diócesis ubicada en el límite amazónico del vecino país, por más de 40 años. El obispo predicó la pobreza a través de su ejemplo y enseñó a su comunidad, mayoritariamente indígena, a vivir el Evangelio y a hacer Iglesia como El Vaticano II pide.
Como era de esperarse, esto generó suspicacias en los poderosos de siempre, y en 2010 Roma aceptó su renuncia por edad mandándolo a África. Para dejar más claro la estima que El Vaticano le tenía, en su misa de despedida el nuncio no permitió que el laicado pudiera dar palabras de agradecimientos y buena suerte.
Luego de un tiempo, Roma impuso un obispo contrario a una Iglesia Pueblo de Dios y contradictorio con lo que esa comunidad vivía. Por donde caminaron durante 40 años pies descalzos, ahora pisaban gigantes botas de cuero y largas cadenas de los cuestionados Heraldos del Evangelio, cuyo fanatismo es tal, que prohibieron cualquier participación de mujeres en misa.
Así que la comunidad se organizó y manifestó su no consentimiento al obispo que Roma exigía. Se generó el mismo ambiente, la misma realidad, que en Osorno: hermanos que antes se abrazaban ahora se gritaban.
Al ver la gravedad de lo que estaba ocurriendo y el daño que El Vaticano estaba provocando a su ex diócesis, el obispo López Marañón, en un acto de fidelidad a su comunidad, comenzó una huelga de hambre por el bien mayor de la Iglesia en Sucumbíos. Al final, el Papa Benedicto XVI decidió remover al nuevo obispo y Francisco nombró un nuevo pastor de consenso.
Con la partida de monseñor López, no podemos perder ese gesto que tanto hace falta ante la situación que como osorninos y osorninas vivimos. ¿Por qué los obispos de Chile no se la juegan por una comunidad sufriente como la nuestra? ¿Por qué Francisco no decide para Osorno lo mismo que para Sucumbíos? ¿Por qué la fuerza del precedente ya existente no es aplicable para nosotros siendo que son casos parecidos? ¿O acaso el Papa no tiene libertad para elegir otra opción?
Juan Carlos Claret P., vocero Organización Laicos y Laicas de Osorno
Margot Honecker
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue dividida en dos territorios, quedando la República Federal Alemana (RFA) como un estado independiente, bajo la tutela de los Aliados, y la República "Democrática" Alemana (RDA), bajo la dirección de la Unión Soviética (URSS). Cada estado alemán siguió su propio modelo socioeconómico, y en 1961 la RDA levantó el muro de Berlín para evitar que sus ciudadanos escaparan del "paraíso" comunista.
Entre 1949 y 1961 ya habían abandonado la RDA alrededor de 2,7 millones de personas. El doble muro se concretó la triste noche del 12 al 13 de agosto de 1961, bajo la atenta supervisión de Nikita Krushev, primer ministro de Rusia, y la mirada de Erick Honecker, el dictador alemán, casado con su ministra de Educación, Margot Honecker, famosa por su mayor crueldad y capacidad intelectual que su marido.
Encerrados en esta verdadera prisión territorial quedaron atrapados y separados de sus familiares y amigos, miles de alemanes que vivían en el lado este. Peter Fechter, un obrero de la construcción, de 18 años, intentó huir junto con un amigo y fue acribillado a balazos cuando ya estaba por alcanzar la cima del segundo muro. Cayó de espaldas y murió desangrado en el suelo, sin ayuda de nadie. Entre 1961 y 1989 murieron 192 personas más por intentar escapar, fuera de los que fueron encarcelados por intentarlo.
La famosa canción "Libre", que popularizó el cantante español Nino Bravo, se inspiró en este horrible genocidio del comunismo. Tras la caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, Honecker huyó a la URSS para evitar ser juzgado por sus crímenes. El Gobierno de Aylwin se vio obligado a darle refugio político, tras la maniobra de su embajador en la URSS que lo acogió en nuestra embajada, trasladándose a vivir cómodamente en Santiago de Chile, donde falleció de cáncer.
En una entrevista para la TV alemana en 2011, refiriéndose al asesinato de Fechter, su viuda Margot Honecker dijo: "La pregunta que siempre nos hicimos fue: ¿por qué se arriesgó a esto? No había necesidad de que saltara el muro. Es ciertamente amargo que tuvieran que pagar con sus vidas por semejante estupidez".
Ha fallecido Margot Honecker, dejando atrás uno de los capítulos más negros de la historia de la humanidad, caracterizado por la violación permanente de los derechos fundamentales, sufrido por una generación completa de alemanes que vivió cercenada su libertad durante 28 años.
Rodrigo Montesinos V.
El año del bono
El año 2016 fue anunciado como el año del mono según el calendario chino, pero con todo lo visto hasta el momento, más bien sería el año del bono.
Luis Enrique Soler