La gente tendría una percepción errónea de la verdadera amistad
VÍNCULO. Según especialistas de Israel y el MIT, las personas suelen elegir mal a sus amigos y piensan que estas relaciones son siempre recíprocas.
En los tiempos actuales, imperados por las redes sociales, los especialistas han vuelto a estudiar la fortaleza de la amistad. La línea de investigación más recurrente es distinguir a los verdaderos amigos de los simples conocidos que figuran como contactos.
Sin embargo, es posible que las personas tengan una percepción errónea de la verdadera amistad y en ocasiones elijan a unos amigos por sobre otros.
Así lo afirma un estudio conjunto de la Universidad de Tel Aviv (Israel) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), publicado en la revista PLOS One.
Sus autores remarcan, al igual que otros expertos, que los verdaderos amigos apenas comprenden la mitad del total de una persona. En ese sentido, la gente podría fallar en sus elecciones y con ello limitar su capacidad para ejercer una influencia sobre terceros.
El estudio no solo está enfocado en el plano de la vida privada, sino también desde un punto de vista comercial.
Para los investigadores, entender esta limitación permitiría que las empresas y los grupos sociales que dependen de la influencia social para la acción colectiva, la difusión de información y promoción de productos podrían mejorar sus estrategias e intervenciones.
Juzgar mal
Erez Shmueli, uno de los autores del estudio, asegura que las personas juzgan "muy mal" a sus amigos. "Y nuestra dificultad para determinar la reciprocidad de la amistad limita significativamente nuestra capacidad de participar en acuerdos de cooperación", agregó el director del Big Data Lab de la Universidad de Tel Aviv, entidad que investiga la conducta humana y la seguridad de datos.
"Hemos aprendido que no podemos confiar en nuestros instintos o la intuición", complementa el especialista en redes computacionales. "Tiene que haber una forma objetiva de medir estas relaciones y cuantificar su impacto".
Para reforzar estas premisas, los investigadores llevaron a cabo extensos experimentos sociales y se analizaron los datos de otros estudios para determinar el porcentaje de amistades recíprocas y su impacto en el comportamiento humano.
El equipo también examinó seis encuestas a unos 600 estudiantes en Israel, Europa y Estados Unidos para evaluar los niveles de amistad y expectativas de reciprocidad.
Luego, los especialistas desarrollaron un algoritmo que examina varias características objetivas de la percepción de una amistad. Este tipo de diagrama, utilizado en la lógica para encontrar la solución a un problema, incluyó elementos tales como el número de amigos en común o el total de cercanos con que cuenta una persona.
El algoritmo fue capaz de distinguir entre los dos tipos diferentes de amistad: unidireccionales o recíprocas.
"Hemos encontrado que el 95% de los participantes cree que sus relaciones eran recíprocas", indicó Shmueli. "Si crees que alguien es tu amigo, esperas que se sienta de la misma manera, pero en realidad ese no es el caso".
Los resultados arrojaron que apenas el 50% de los encuestados efectivamente tuvieron una amistad recíproca de acuerdo al esquema de los investigadores.
Según Shmueli, las relaciones recíprocas adquieren importancia debido a la influencia social y que quienes gozan de este tipo de relaciones "disfrutan de mayores progresos que los que tienen lazos de amistad unilaterales".
La amistad como "analgésico natural"
En los últimos meses, la amistad ha sido tema principal de algunos estudios científicos. Una investigación británica publicada en la revista Scientific Reports aseguró que las personas con una amplia red de amistades muestran más tolerancia al dolor y ello se debe a las endorfinas, que son neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales del cuerpo y que proporcionan sentimientos placenteros. Este estudio fue realizado por la Universidad de Oxford.