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Pescadores comparten olla común y denuncian falsos inscritos en listas

MAREA ROJA. Los mariscadores, pescadores mar y recolectores viven horas de angustia por falta de dinero y alimento para sus familias, debido a la imposibilidad de extraer productos del mar. Aseguran que más de la mitad de quienes aparecen en los listados municipales para la ayuda corresponden a personas de otros lugares e incluso de Osorno que se hacen pasar por trabajadores del mar.
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Verónica Salgado

La caleta de Bahía Mansa, ubicada en la comuna de San Juan de la Costa, al mediodía de ayer daba cuenta de la crisis que viven los pescadores de la provincia y la Región, donde los productos que extraen del mar -como mariscos, pescados y algas- fueron reemplazados por carteles pidiendo al Gobierno y a las autoridades regionales que los escuchen y ayuden, ya que llevan 16 días sin trabajar producto de la marea roja que afecta el litoral de la Región.

Los locales donde habitualmente venden sus productos están cerrados, los botes permanecen en la orilla y el galpón marino, ubicado a un costado del muelle, sirve de refugio para un centenar de trabajadores del mar que miran atentamente la televisión para ver lo que ocurre con sus compañeros en Chiloé y Puerto Montt.

Paralelamente, un grupo de mujeres que son esposas, madres, abuelas y también trabajadoras del mar, preparan ollas de cazuela que compartirán como una forma de enfrentar la crisis económica y social que viven desde el 20 de abril, cuando se declaró alerta sanitaria y prohibición de extracción y consumo de productos.

Nueve días después la Presidenta Michelle Bachelet decretó zona de catástrofe al área costera de la Región, debido a la toxina provocada por la micro alga Alexandrium Catenella que contamina los mariscos y que luego puede llegar a causar la muerte de la persona que come productos infectados, independiente de si están cocidos o crudos.

Luego del decreto presidencial, el intendente regional Leonardo de la Prida señaló que parte de la ayuda consistirá en un bono de 100 mil pesos para las personas afectadas, lo cual fue rechazado por los pescadores que solicitan que el bono sea de $400 mil.

Esta diferencia provocó un quiebre entre los trabajadores del mar y el Gobierno, que tuvo como resultado que la madrugada del martes 3 la Ruta 5 fuera cortada por manifestaciones a la altura del acceso a Osorno, generando desvíos del tránsito durante más de tres horas.

A eso se sumó el bloqueo y aislamiento de la Isla de Chiloé, donde hasta el cierre de la edición había protestas de los pescadores que exigen un delegado presidencial en la zona, a pesar que desde el martes se encuentra en la Región el ministro de Economía, Luis Céspedes. El personero ha intentado dialogar con los dirigentes, aunque sin ningún elemento diferente a la propuesta inicial del intendente y del ministro del Interior, Jorge Burgos, lo que ha provocado la radicalización del movimiento pesquero.

No podemos trabajar

Francisco Loncuante trabaja hace 44 años como buzo mariscador en San Juan de la Costa, zona donde extrae básicamente erizos, lapas y piures. De su trabajo depende su mujer Cecilia y sus hijos Vicente de 14 años, Corina de 24 años, y su pequeño nieto Benjamín, de 3 años.

Su vida en el mar consiste en levantarse a las 5 de la mañana para tomar un bote en el cual navegará durante una hora y media para llegar a la zona donde se sumergirá por cinco a seis horas para recolectar los productos que el mar con tanta bondad les entrega, como él mismo explicó.

Esa rutina cambió drásticamente el 20 de abril, al igual que su realidad económica, situación que hoy lo mantiene en la costa mirando el mar con angustia y desesperanza.

"Trabajamos para comer, si no podemos entrar al mar no comemos y si no podemos extraer productos tampoco. Hoy no me queda dinero ni para mandar a mi hijo al colegio a Osorno, porque cada peso puede significar la comida de mañana", explicó el hombre sentado en el muelle y esperando que se logre un acuerdo con el Gobierno para así recibir alguna ayuda que calme su preocupación.

Agregó que durante todos los años que lleva trabajando en el mar nunca vio una marea roja tan agresiva y por eso mismo cree que las toneladas de salmones que fueron vertidas al océano son la real causa del desastre que hoy ocurre.

"Con la marea roja los mariscos y los peces no mueren, se inyectan, pero la naturaleza sabe sanarse sola. Cuando tenemos dudas le pasamos la lengua a un marisco, esperamos unos minutos y si queda adormecida sabemos que está enfermo. Pero ahora están muriendo, eso es veneno y creemos que es producto de los salmones", explicó el buzo.

Agregó que las autoridades no toman en cuenta su experiencia en el mar y tampoco aceptan que la gente no es tonta y es capaz de entender que si lanzas al mar toneladas de materia muerta claramente tendrá un efecto, "nosotros estamos pagando las consecuencias de ese error humano. Nadie entiende que si no trabajamos no es porque no queramos, ya que durante 44 años de mi vida siempre he estado trabajando cuando la mayoría de la gente duerme y lo hago feliz", manifestó el trabajador marino.

Familias de recolectores

Elena Punol, representante del sindicato de recolectores de orilla Newel Lafquen, de Bahía Mansa, que agrupa a 32 personas en su mayoría mujeres jefas de hogar, explicó mientras ayudaba ayer a cocinar la cazuela comunitaria, que ella durante 45 años ha trabajado como recolectora de orilla, "mis padres eran recolectores y esta es la única herencia que ellos me dejaron. Aquí conocí a mi esposo que también es recolector. Ahora estamos de brazos cruzados y no por opción, ya no tenemos dinero y estamos a días de quedar sin comida y que los servicios de agua y luz sean cortados".

La mujer relató que la recolección de orilla depende del horario de la marea baja, que es cuando las personas aprovechan de juntar luche, coyofe, ulte y lapas, productos que han tenido que guardar porque aunque fue sacado antes de la alerta sanitaria y no está contaminado, la gente no lo compra.

"Hay familias completas que viven de esto y donde existen productos con prohibición no tienen ningún ingreso para comer o pagar sus cuentas, nada. Y los que pueden extraer productos del mar sin marea roja están también afectados porque simplemente la gente no llega a comprar", expresó.

Falsos inscritos

Marys Ancapán, que trabaja como recolectora de orilla en la caleta El Manzano desde hace 33 años, explicó que la situación es muy difícil, pero que también está siendo aprovechada por personas que se hacen pasar por pescadores o recolectores en los listados municipales.

"Incluso llegan personas de Osorno que sin ningún asco dicen ser recolectores sólo para recibir el bono. Eso sólo perjudica a quienes realmente trabajamos en el mar. Nos conocemos todos y tenemos claro quiénes somos. Esto nos perjudica porque los números de afectados se multiplican y eso sólo complica las cosas con el gobierno", dijo la mujer.

Marcos Estroz, presidente del sindicato número 2 de Bahía Mansa y presidente del Comité de Feriantes de la caleta, explicó que se reunieron con el alcalde Bernardo Candia a las 9 de la mañana de ayer justamente para tocar el tema de las personas que están inscribiéndose y nunca han sido cercanos al mar.

"Yo no sé de dónde han salido tantos pescadores, tanto acá como en toda la Región, y eso está perjudicando a la gente que realmente necesita ayuda, porque tienen una vida de trabajo en el mar e incluso de perder seres queridos que los acompañaban en su faena en el océano", indicó el dirigente.

El alcalde de San Juan de la Costa, Bernardo Candia, señaló que realizar el catastro de las personas que trabajan en el comercio informal ha sido efectivamente más complejo, "una vez que tengamos terminados los listados serán revisados por los dirigentes para evitar que haya personas que nunca se han dedicado al rubro. Eso lo llamamos control social y en estos casos es muy necesario", enfatizó el alcalde.

El dirigente Estroz precisó que dentro del petitorio que hoy realizan al gobierno está la solicitud de la ampliación de cuota de erizo y merluza en la Región para que las embarcaciones puedan incluir personas que se dedican a la extracción de productos con marea roja y así generen ingresos.

"En el caso de la cuota del erizo solicitamos que exista una cantidad especial para San Juan de la Costa y así asegurar más empleo en la zona y no vernos sobrepasados por Chiloé", dijo.

"Durante 44 años de mi vida siempre he estado trabajando cuando la mayoría de la gente duerme y lo hago feliz"

Francisco Loncuante, Buzo mariscador

Negociaciones

Hasta el cierre de la edición los dirigentes de los pescadores permanecían reunidos en Puerto Montt con el intendente Leonardo de la Prida y el ministro de Economía, Luis Céspedes, intentando lograr un acuerdo. La reunión comenzó a las 17 horas.

20 de abril comenzó la alerta sanitaria en toda la Región producto de la marea roja, prohibiendo la extracción y consumo de productos afectados por el fenómeno.

29 de abril la Presidenta Michelle Bachelet decretó zona de catástrofe en todo el litoral de la Región, para así canalizar ayuda más rápida a la zona.

100 mil pesos es el bono de ayuda que ofrece el gobierno a los pescadores durante los meses que duren los efectos de la marea roja. Los pescadores no están de acuerdo y solicitan $400 mil.