Secciones

Pequeños agricultores reciben apoyo para mejorar sus rebaños

AGRO. Se trata de un programa de cofinanciamiento estatal para que los productores accedan a inseminación artificial para mejorar la genética de sus bovinos y aumentar los niveles de rendimiento. En la Región ya hay 317 seleccionados, quienes además serán capacitados para especializarse en el tema.
E-mail Compartir

Juan Stange es un pequeño agricultor de la provincia, que cuenta con un predio de 39.9 hectáreas, ubicado en el kilómetro 35 de la ruta U-55 que une Osorno con Puerto Octay, dedicadas a la lechería.

El productor dice que con los bajos precios actuales que recibe por el litro de leche, si un productor no tiene respaldo es difícil que saque adelante el negocio.

Stange es uno de los 60 pequeños agricultores de la provincia que fueron beneficiados con el Programa de Mejoramiento Genético Bovino del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) para mejorar la genética de sus plantel a través del cofinanciamiento, lo que en la práctica busca que los productores alcancen altos estándares.

"Tengo una buena calidad de leche y si bien mi volumen de producción no es alto, por lo menos permite dar vueltas pero a los pequeños lecheros que están en los acopios, a ellos los castigan por la calidad y por el mismo sistema", señaló.

El productor osornino comenzó a trabajar con ese programa desde la primera etapa y ahora continúa con la segunda, donde espera aumentar finalmente la calidad de su producción, a través de inseminación con mejor genética y a un menor costo.

Stange indicó que durante la primera etapa se les abasteció con semen de bajo costo, nitrógeno y utensilios, además de los cursos de capacitación impartidos por Cooprinsem y financiados por el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap).

Según la experiencia de Juan Stange, estas herramientas permiten que los pequeños agricultores se encarguen ellos mismos del proceso de inseminación y no depender de terceras personas, con el costo que ello implica.

Además, otra forma de hacer este trabajo es en las postas que se crean para llevar las vacas a ser inseminadas.

El agricultor señaló que en un principio lo que no funcionó dentro de la primera etapa del programa fue que quienes llevaban trabajando con la genética bovina desde hace años, se les produjo un estancamiento, ya que el semen no superaba la calidad del que se estaba utilizando en su caso.

"No es que no quisiéramos usar esta inseminación. Yo al menos lo hice por un tema económico y no fue un retroceso", señaló el productor lechero, quien cuenta con un plantel con 55 vacas, las que este año tienen una producción de 28 litros al día cada una, cifra menor a la del año pasado, cuando alcanzaban los 30 litros por día.

Según el balance anual, este predio está con una producción de 13. 800 litros de leche por hectárea.

Según el copago que hagan los agricultores, podrán obtener semen de la más alta calidad. En su caso, Indap le financia $5 mil de los 12 mil pesos que cuesta cada dosis de la genética que usa.

Asegura que este programa debe ser acompañado con control lechero, tal como comenzó en la primera etapa, donde fue suspendido durante un año, por lo que los datos se perdieron y ahora en esta fase hubo que retomarlo.

Segunda etapa

La segunda etapa del programa de Indap será ejecutado por la empresa Cooprinsem y favorecerá a 317 usuarios de las provincias de Osorno, Llanquihue y Chiloé en las áreas de Inseminación Artificial y Control Lechero Animal.

El objetivo es dotar a la pequeña agricultura regional de herramientas necesarias para generar las capacidades y condiciones que permitan un mejoramiento de la productividad y calidad composicional de la leche y la carne, además de favorecer su encadenamiento comercial, como su inserción en el proceso exportador de leche y carne bovina, a través del desarrollo de las bases tecnológicas para el mejoramiento genético.

El programa contempla actividades de capacitación presencial para agricultores, consultores y funcionarios.

El director regional de Indap, Enrique Santis, explicó que este programa fue generado en base a la participación de quienes son los principales beneficiados: los agricultores.

"Antes de realizar la licitación invitamos a los representantes de los agricultores, a la Red de la Leche y la Carne, a Acoleche, entre otros y les dijimos qué era lo que nosotros queríamos del programa y ellos nos expresaron también cuáles eran sus requerimientos, lo que le da legitimidad a esta iniciativa. Eso es precisamente lo que buscamos, que las políticas públicas tengan un carácter participativo", dijo.

Sergio Niklitschek, gerente general de Cooprinsem, indicó que esta segunda etapa será más auspiciosa, ya que se cuenta con la experiencia anterior, la cual superó las expectativas que en un comienzo se habían generado.

"Queremos proveer de tecnología a la agricultura familiar campesina, lo que les permitirá mejorar sus ingresos y su calidad de vida", indicó.

La seremi de Agricultura, Pamela Bertín, señaló que el programa da cuenta de que las brechas de desigualdad están disminuyendo y que además de mejorar la tecnología y la productividad, se abren nuevos caminos y oportunidades para mejorar la calidad de vida de los agricultores.

"Este programa demuestra que el trabajo conjunto público-privado, genera un motor de crecimiento que va en directo beneficio de la agricultura familiar", expresó.

Hasta la fecha hay 317 usuarios inscritos en las áreas de inseminación artificial y control lechero oficial, con más de 13 mil vacas en esta modalidad, por lo que se espera llegar a entregar 31.500 dosis de semen para 21 mil inseminaciones.

Igualmente, se pretenden crear 90 nuevas postas de inseminación, las que sumadas a las 158 actualmente operativas, se podría llegar a 248 en toda la región, además de 30 nuevos inseminadores por cada año de programa.

Aprovechar herramientas

Gerardo Geisse es otro de los productores lecheros beneficiados con la iniciativa del Indap y su campo está ubicado en el sector El Bolsón, en las cercanías de Riachuelo, en la comuna de Río Negro.

"Hay mejores toros, de elite, que compraban los grandes productores lecheros y que ahora uno también puede tener con un aporte mayor que para otros eso sí", expresó.

El agricultor señala que si bien es cierto contar con esta nueva genética es positivo, también puede resultar ser un arma de doble filo si no se mejoran otros factores como las praderas para que estos animales puedan pastorear de forma adecuada, factor que también es primordial para tener una buena calidad en la producción lechera.

Geisse expresó que los agricultores deben estar siempre atentos, ya que hay múltiples beneficios para mejorar el suelo y la idea es que con ello el paisaje pueda verse similar a las praderas europeas. Cada agricultor debe ser un medio para mejorar los campos con las herramientas que entrega el Estado.

A su juicio, el hecho de que otros países ya están comprando ganado (China y Turquía) se da porque hay una preocupación de los agricultores por mejorar la genética del rebaño sureño.

Este productor lechero tiene un total de 45 vacas, que pastorean en 35 hectáreas de las 90 que tiene su predio, donde además tiene hortalizas y bosques.

Su expectativa con el cofinanciamiento de Indap es ser más eficiente y explicó que en el campo la moneda dura es la llamada "materia seca", que es el pasto sin agua que contiene todos los nutrientes y que si se le da a una vaca de buena genética, ésta la transforma en más litros de leche y con mayor cantidad de proteínas.

La lechería de este productor genera unos 270 mil litros al año, por lo que con el programa de mejoramiento genético pretende aumentar en 10% al año, cifra que según Geisse no puede superar por falta de capital, ya que para lograr aumentar este volumen se necesita gran financiamiento.