Hace 65 años un grupo de empresarios y profesionales de la construcción concibió la idea de crear una asociación que uniera a constructores, un organismo de carácter gremial, con vocación de servicio, que uniera el territorio nacional, que fuera un ente intermedio de la sociedad, y que representara a todo el sector: fabricantes, proveedores, distribuidores, urbanizadores, arquitectos, ingenieros, constructores civiles y similares. Que además buscara fórmulas para que trabajadores de la construcción también se beneficiaran con la organización. Así nació en la Cámara Chilena de la Construcción.

Hace casi 20 años (3 de mayo de 1996), profesionales y constructoras de Osorno, liderados por el constructor civil Orlando Monsalve, se dieron a la tarea de fundar la Delegación Osorno de la Cámara Chilena de la Construcción, hoy CChC Osorno.

Sesenta y cinco años a nivel nacional y 20 años a nivel local. Dieciocho cámaras regionales, desde Arica a Punta Arenas, dedicadas no sólo a asuntos gremiales, sino también al desarrollo social, participando en instancias trascendentes como es la planificación de nuestras ciudades, infraestructura, vivienda social, descontaminación ambiental, edificación sustentable y fomento de la actividad de la construcción como "palanca para el desarrollo". En lo social, apoyando el bienestar de los trabajadores de la construcción y sus familias a través de su Red Social, la que ha puesto a la CChC en el segundo inversor en materia de beneficios sociales a nivel nacional después del Estado.

En la CChC Osorno, una serie de hitos son hoy testigos del avance en estos objetivos, donde cuatro comités: Vivienda y Urbanismo, Infraestructura, Proveedores, y Seguridad Laboral, trabajan permanentemente. A estos se suma el Consejo Social y comisiones especiales: Desarrollo Urbano y Patrimonio, Eficiencia Energética y Edificación Sustentable, y Desarrollo y Asociatividad. Incluso, hemos sumado un Comité de Damas que ha puesto énfasis en la acción social. En las alianzas público-privadas, hemos levantado dos convenios con participación relevante de nuestros socios: CChC Osorno-Municipalidad de Osorno, y CChC-Subdere. Asimismo, la certificación CES (Certificación Edificio Sustentable) de nuestro edificio y la sesión en nuestra sede del Consejo de Políticas de Infraestructura, han sido hitos a destacar.

Orlando Monsalve nos dejó hace unos años. Para quienes lo conocieron, sintetizando en su imagen la dedicación de un profesional deseoso de aportar al engrandecimiento de su comuna, provincia y región, contribuyendo en su querida "Cámara" a este efecto, contribuirán para que este 3 de mayo sea una instancia de reflexión, para reforzar la tarea de hacer de nuestro territorio un "mejor lugar para vivir".

Ronald Scheel Bass, presidente de la CChC Osorno

30 años | 30 de abril de 1986

Cancha de tenis techada tendrá Termas de Puyehue

Con una cancha de tenis techada contará próximamente el Hotel Termas de Puyehue, según informó el gerente Juan Luis Gálvez. La cancha está siendo habilitada en el segundo piso del recinto, en la parte donde hace 30 años funcionaban los comedores, que posteriormente se quemaron, quedando solamente la estructura gruesa.

20 años | 30 de abril de 1996

La máquina 534 podría quedarse en Temuco

La máquina a vapor 534, reliquia ferroviaria radicada en Osorno y que fue trasladada a Temuco para ser sometida a reparaciones, podría quedarse definitivamente allá, "si es que la comunidad local no nos apoya", expresó Reinaldo Hauser, encargado de la Asociación Chilena de Conservación del Partrimonio Ferroviario.

Periódicamente, unas más que otras, las ciudades del país se ven enfrentadas a la proliferación de perros vagos en sus calles, en un fenómeno tan antiguo como la relación entre los canes y el hombre, pero que cobra mayor importancia cuando su presencia empieza a generar la inquietud de la comunidad y, en particular, de los transeúntes, que tienen que empezar a elegir por qué sector de las veredas transitar cuando consideran (y esto es muy legítimo) que determinado número de estos animales ya es una amenaza para su integridad. Esto es lo que está ocurriendo en Osorno, donde tanto en determinadas calles como en el terminal de buses de calle Errázuriz se ha reportado la existencia de perros (vagos o que han sido abandonados, para efectos de la inquietud pública es lo mismo) que ponen en jaque la imagen de ciudad turística que Osorno quiere proyectar hacia los visitantes.

Uno de los argumentos recurrentes que se presentan para explicar esto es que muchos de ellos, si no todos, han llegado a la calle porque sus dueños alguna vez los abandonaron, obligándolos a merodear y buscar comida en los basureros. Y si algún alma caritativa decide darles comida, lo más seguro es que se agruparán y se acostumbrarán a quedarse ahí.

Pero la causa debería ser ahora la inquietud menor, pues el problema ya está instalado. En las calles y veredas de Osorno, la plaza de Armas, el terminal de buses y tantos otros puntos de confluencia de gente, ya hay una presencia excesiva de perros y, lo que es peor, ninguna preocupación efectiva de parte de las autoridades.

Se ha sostenido que hay un plan de esterilización que ciertamente va a producir efectos, pero en el largo plazo. Lo que se requiere es que la autoridad municipal y la sanitaria asuman que la presencia de perros en la vía pública es un tema que hoy indispone a muchos peatones y que, además, no sirve para los afanes de posicionar a la ciudad como un destino turístico. ¿Qué pensará un visitante cuando va al mall y, para ingresar, debe sortear a los canes que a veces llegan a obstaculizar las puertas?

La respuesta, esto es obvio, no pasa por algún exterminio decimonónico, sino que por explorar las formas de solución que otras urbes similares han alcanzado, y ejemplos hay.