China desarrolla una impresora en 3D capaz de funcionar en el espacio
Investigadores de la Academia China de Ciencias lograron desarrollar la primera impresora 3D del país capaz de operar en el espacio, en condiciones de microgravedad, informó la agencia oficial Xinhua.
El aparato, construido por expertos del Instituto de Tecnología Verde e Inteligente de Chongqing y del Centro de Ingeniería para el Uso Espacial tras dos años de trabajo, será capaz de imprimir piezas para naves espaciales.
La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA) desarrolló también su propia impresora tridimensional, que el mes pasado fue enviada hacia la Estación Espacial Internacional.
Piezas más grandes
Pero, según los investigadores chinos, la ideada en el país asiático podrá crear piezas de mayor tamaño.
En palabras del director del grupo investigador, Duan Xianming, la nueva impresora ayudará al programa espacial chino en sus planes de construir una estación espacial hacia 2020, especialmente en las labores de reparación y mantenimiento en años posteriores.
"Es algo esencial para futuras exploraciones del espacio exterior", subrayó el científico chino.
En noviembre de 2014, la NASA anunció la realización de la primera creación de una impresora de tercera dimensión desde el espacio, específicamente en la Estación Espacial Internacional.
En esa oportunidad, el aparato imprimió una muestra de sí mismo, fabricando una nueva placa frontal para la cubierta de la cabeza de impresión.
Desde aquella primera prueba, la agencia estadounidense expresó su intención de algún día utilizar impresiones 3D para fabricar en el espacio partes de equipo descompuesto.
La compañía que suministró la impresora 3D a la Estación Espacial Internacional fue Made in Space, con sede en California.
Los proyectos de China y EE.UU.
La NASA
En 2014, la NASA mostró la primera creación de una impresora 3D desde el espacio. En el futuro espera que la tecnología permita fabricar partes de equipo con fallas.
Academia de Ciencias
La Academia China de Ciencias desarrolló su primera impresora 3D capaz de operar en el espacio. Su ventaja es que podría fabricar piezas más grandes.