Marcha de laicos a Valdivia
Ya descansados de la peregrinación que nos llevó por tres días caminando desde la Catedral de Osorno hasta la de Valdivia pidiendo soluciones concretas al problema impuesto en nuestra diócesis hace un año atrás, consideramos justo y necesario agradecer públicamente a todos aquellos y aquellas personas e instituciones que hicieron posible el buen desempeño de nuestra caminata.
En primer lugar, agradecemos a Carabineros, que en todo momento se dispuso a acompañarnos brindándonos seguridad y coordinación. Aprovechamos también de agradecerles el haber realizado más de lo exigible, pues no sólo actuaron como la ley manda, sino que siempre lo hicieron con amabilidad, simpatía y cercanía. En segundo lugar, a la concesionaria Los Ríos ISA Intervial, por proveernos en el trayecto desde Pilmaiquén a Paillaco ayuda vial y hasta ambulancias en caso de emergencia.
En tercer lugar, a las gobernaciones de Osorno, Ranco y Valdivia, por darnos los permisos respectivos en tiempo y modo oportuno y por el interés en ayudarnos y aconsejarnos de qué manera realizar la peregrinación de forma más segura.
En cuarto lugar, a las municipalidades de San Pablo y Paillaco por facilitarnos alojamiento en internados y colegios donde pudimos dormir, descansar, asearnos y alimentarnos.
En quinto lugar, a la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de San Pablo y de manera especial a su párroco, el padre Williams San Martín, quienes nos facilitaron el templo parroquial casi en medianoche del viernes para orar y realizar nuestra acción de gracias.
En sexto lugar, a la congregación religiosa que nos apoyó en todo. De manera especial a dos de sus sacerdotes que caminaron con nosotros invitando a los laicos a romper el miedo.
En séptimo lugar, al padre Carlos Martínez, párroco de la Catedral de Valdivia quien, junto a su comunidad, nos regaló el signo más potente: una catedral abierta al Pueblo de Dios.
En octavo, pero no por eso en último lugar, a todas aquellas personas de buena voluntad que entregaron su entusiasmo, fuerza e incluso aportaron económicamente para que todo resulte bien en la caminata.
Aquello nos recuerda que en la fe, esperanza y caridad radica la misión de la Iglesia y recuerda a las demás personas que no es necesario tener terrenos en Machalí, estar en el directorio de Penta o tener un Panamá Papers para que lo que muchos creen imposible, se haga realidad.
Juan Carlos Claret, vocero de Organización de Laicos y Laicas de Osorno
Adultos mayores en Chile
El Ministerio de Desarrollo Social presentó su Cuenta Pública Participativa 2015. Se mostraron los avances y desafíos de su cartera y servicios relacionados, entre ellos la creación de nuevas subsecretarías, implementación de diversos programas para infancia, discapacidad y el nuevo registro social de hogares, entre otros. Para la sorpresa de muchos de los que estábamos ahí, poco y nada se dijo de las políticas públicas para los casi tres millones de personas mayores que viven en nuestro país. ¿Qué pasa con la promesa presidencial de presentar el proyecto de ley de fortalecimiento del Servicio Nacional del Adulto Mayor? ¿Qué pasa con la tramitación en el Congreso de la ley de subvención a los Eleam, que lleva más de dos años dormida en el Parlamento?
Nada se dijo sobre la firma de la Convención Interamericana de Protección de Derechos de las Personas Mayores y de la necesidad y compromiso en su ratificación. Y por supuesto, tampoco se hizo mención al anuncio presidencial de recortar $600 millones al Fondo de Subsidios a los Eleam. Como país no podemos cegarnos frente al impacto del envejecimiento.
Consuelo Moreno, Fundación Oportunidad Mayor
Declive de libertades
Por la derecha y la izquierda, Chile está entrando en una lógica autoritaria, donde el Gobierno omnipotente se instala suavemente. Las últimas leyes promulgadas (como el control de identidad y la ley mordaza, mientras que la prescripción por delitos electorales baja a dos años) son reflejo de una noción prepotente del poder político estatal, donde el individuo, usted como persona, debe ser subyugado a los criterios del Estado, los gobernantes de turno, sus grupos de interés asociados o las mayorías circunstanciales que los apoyan. Esto que puede sonar alarmista hoy, es el inicio del declive de libertades civiles y políticas.
Jorge Gómez Arismendi
Demora en correspondencia
¿Podría creer usted ciudadano que el 18 de marzo envié tres libros a la poeta española (Cádiz) Teresa Moncayo por medio de Chilexpress y que le llegaron el 28 del mismo mes?
Casualmente el mismo día, el poeta salvadoreño André Cruchaga me envió cinco libros, por medio de Correos y todavía no hay luces de su arribo, más aún estoy temblando a que el paquete se pierda.
Elena de Latorre