La máxima de la democracia. Un ciudadano, un voto: "Penta; políticos y empresarios se coluden para defraudar al fisco"… Un ciudadano, un voto: "Caso Caval; el hijo de la Presidenta, la nuera, un importante dueño de banco y otros, implicados en uno de los casos más escandalosos de tráfico de influencia y corrupción"… Un ciudadano, un voto: "Corpesca; más políticos involucrados"… "Soquimich: De capitán a paje de todos los colores del arco iris, los que odian la dictadura y los que la callan, todos pidiendo plata a una empresa que para muchos representa el último bastión del ex Presidente Pinochet"… Un ciudadano, un voto: "Un precandidato a Presidente de Chile implicado con la corrupción en Brasil"… Un ciudadano, un voto: "Ex presidentes de la república envueltos en platas mal habidas para sus campañas"… Un ciudadano, un voto: "La justicia toma la vía rápida para formalizar a la oposición y la lenta para el Gobierno"… Un ciudadano, un voto: " Desde diputados que estafan al Estado por miles de millones de pesos (Becas Valech), dirigente de Banco Estado que otorga millones de dólares a empresario para comprar un banco (donde hoy es director) hasta senadores que pretenden pasar incidente en moto de nieve como accidente laboral…".
En fin, la lista es larga; la corrupción manda, el caos impera, algo no está funcionando.
Sin embargo, después de ver el comportamiento no sólo de la mayoría de autoridades democráticamente elegidas en nuestro país, sino la de nuestros vecinos (Brasil, Venezuela, Ecuador o más lejos; España, etc.), imposible no cuestionar si "un ciudadano, un voto" está sobrevalorado o si la democracia como está planteada es una alternativa efectiva de gobierno.
Tal vez cuando los "Senectus", hace miles de años, verificaron que no sólo en la nobleza había personas capaces y nos endilgaron a este sistema de "elección popular", jamás pensaron que se iba degenerar el sistema a tal grado que hoy generalmente es elegido el candidato que sonríe más, que reparte más empanadas o promete más bonos.
Resumiendo; los impreparados nos gobiernan o peor, como alguien dijo: once tontos le ganan a diez sabios… ¿Usted qué cree?
Vivian Arend