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"2666" Robert Falls, el director que puso a Bolaño en las tablas

En su teatro de Chicago, Falls adaptó la obra maestra del escritor chileno Roberto Bolaño, la novela "2666". El director cuenta cómo supo de ella y cómo fue el monjate de lo que llama el desafío más grande de su carrera. En su teatro de Chicago, Falls adaptó la obra maestra del escritor chileno Roberto Bolaño, la novela "2666". El director cuenta cómo supo de ella y cómo fue el monjate de lo que llama el desafío más grande de su carrera.
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una de las escenas de "2666", obra que estuvo en cartelera hasta hace pocos días en el Goodman theatre de chicago, estados unidos.

Roberto Bolaño

Editorial Anagrama 1128 páginas

$26.000


Robert Falls, el director que puso a Bolaño en las tablas

"Un oasis de horror en medio de un desierto de aburrimiento". Esta frase de Charles Baudelaire abre "2666", el libro póstumo de Roberto Bolaño (1953-2003) que funciona como una experiencia única. El autor lo escribió consciente de que la muerte se avecinaba. Nunca pensó en un solo volumen. Para él se trataban de cinco novelas que tendrían que ser publicadas (una por año) con el fin de solventar el futuro económico de sus hijos.

Gracias a la desobediencia del editor Jorge Herralde, con la complicidad del crítico español Ignacio Echevarría, las obras terminaron formando un solo gran libro de 1119 páginas, centrado en una red de personajes y escenarios que gira en torno a cuatro profesores universitarios que se obsesionan por un misterioso escritor alemán y, empeñados en buscarlo, terminan peregrinando a Santa Teresa, infierno terrenal creado a imagen y semejanza de Ciudad Juárez.

Todo lo que se pueda decir de "2666" es sin embargo insuficiente para definir lo que Echevarría calificó como "una revolucionaria modalidad de novela total".

Monumental, demandante, renovadora, es ciertamente una obra compleja para adaptar escénicamente. No sólo por su extensión sino también por sus digresiones, sus citas, su profundidad, sus múltiples referencias culturales y la panorámica que ofrece de la historia del siglo.

Pese a todo, el teatro no ha resistido la tentación de involucrarse con la obra maestra de Bolaño.

Primero fue la compañía catalana Teatro Lliure -que presentó el resultado en el Festival Iberoamericano de Teatro 2010- y ahora es el turno del prestigioso Goodman Theatre de Chicago, epicentro de una aclamada versión codirigida por Robert Falls y Seth Bockley.

Tan colosal como la fuente original, el montaje tiene una duración de cinco horas y media. Se estrenó en Estados Unidos el 6 de febrero y permaneció en cartelera hasta el pasado 20 de marzo.

"Me di cuenta inmediatamente de sus cualidades teatrales", dice desde Chicago Robert Falls. Además, cuenta los detalles del montaje que lo tuvo desvelado durante mucho tiempo.

"Comencé a trabajar en la adaptación dos años antes que Seth Bockley se uniera el proyecto", cuenta el reconocido director.

"Debido a la duración y complejidad de la novela, comprendí que necesitaba involucrar a alguien más en el proceso. Cuando me acerqué a Seth, me sentí feliz al descubrir que él no solo había leído y amado '2666' al igual que yo, sino que estaba dispuesto a colaborar en lo que también consideraba como un extraordinario vehículo para actores", agrega.

A partir de ese primer encuentro, los directores iniciaron un largo proceso de construcción narrativa.

"Trabajamos independientemente y teníamos reuniones semanales para identificar temas, condensar personajes y editar los textos", detalla Falls. "Cuando la obra comenzó a tomar cuerpo, involucramos a actores en una serie de talleres que definieron nuestro posterior montaje y revisiones. Todo esto tomó muchos meses y es justo decir que produjo muchos borradores que eventualmente terminarían siendo nuestra obra".

-¿Qué impacto tuvo en ti la novela cuando la leíste por primera vez?

-Leí "2666" poco tiempo después de que se publicara en inglés, pero sabía de ella y de Roberto Bolaño mucho antes, específicamente cuando estaba en Barcelona por trabajo y descubrí unos afiches promocionales en los que aparecían unas cruces rosadas. Le pregunté a un amigo de qué se trataban y me habló de él. Cuando tuve la oportunidad de leer el libro me di cuenta inmediatamente de sus cualidades teatrales, incluyendo su estructura de cinco actos. He leído "2666" muchas veces más en el proceso de adaptarla para teatro.

-¿Cómo funciona el montaje? Entiendo que hay 15 actores en escena, interpretando a 80 personajes.

"2666 define el siglo XXI"

"Lamentablemente el femicidio continúa siendo un problema en Latinoamérica, como también alrededor del mundo, y no hay duda de que "2666" es tan relevante hoy como fue cuando recién se publicó", analiza.

"En un sentido más amplio, Bolaño estaba explorando la naturaleza fundacional de la violencia y la maldad a través de la historia y la cultura, además de los impulsos humanos que generan no solo los crímenes de mujeres sino que también el Holocausto y las guerras actuales".

-Una obra tan compleja invita a trazar analogías y relaciones. ¿Cómo ampliaron la mirada sin amenazar la fidelidad hacia la novela?

El buen resultado del montaje no es de extrañar, tomando en cuenta el talento y la trayectoria de Falls. Es el actual director artístico del Goodman Theatre y carga con una carrera exitosa y reconocida.

En 2002 dirigió a Vanessa Redgrave y Philip Seymour Hoffman en su versión de la demoledora "Largo viaje hacia la noche", de Eugene O'Neill, y entre sus adaptaciones se encuentran clásicos como "Muerte de un vendedor", de Arthur Miller, y "La noche de la iguana", de Tennessee Williams.

"En este punto en mi carrera, a no ser que un proyecto me desafíe completamente, no lo tomo en cuenta", confiesa.

Con su trayectoria, Falls se da el lujo de elegir con pinzas las obras con las que va a trabajar. Por ejemplo, "2666".

"El reto de dirigir clásicos es buscar maneras frescas de acercarme a personajes y temáticas que entusiasmarán a una audiencia contemporánea", señala.

En esos días en los que ya terminó de cerrar las páginas de "2666" abre una nueva etapa.

"El desafío que enfrento por estos días es dirigir "Tierras vírgenes", de O'Neill, y "Tío Vania", de Chéjov.

Ambas obras estarán en la nueva temporada del Teatro Goodman.

En ese espacio de tiempo el director se pregunta, haciendo un balance: "¿Cómo puedo encargarme de estas grandes obras sin que parezcan piezas viejas de un museo, sino que den la impresión de que son presentadas por primera vez? Pero, aunque he dirigido muchos trabajos nuevos en colaboración con sus dramaturgos, hacer "2666" no tiene precedentes ni paralelos dentro de mi experiencia. Su escala épica y complejidad, además de su tremenda profundidad y el poder transformador de su narración, son las cosas que me atrajeron a este proyecto. He hecho, sin lugar a dudas, el esfuerzo más desafiante de mis 40 años de carrera".

el director robert falls.

Eric Lynch (Oscar Fate), Alejandra Escalante (Rosa Amalfitano), Demetrios Troy (Chucho Flores), Juan Francisco Villa (Charly Cruz) y Yadira Correa (Rosita Mendez) en la parte II de "2666".

Los actores de "2666" en la parte V, "La parte de archimboldi".

escena de la parte ii de "2666". la actriz Sandra Delgado interpreta a Guadalupe Roncal, Eric Lynch, actúa como Oscar Fate y Alejandra Escalante es Rosa Amalfitano.

Sean Fortunato (Piero Morini) y Nicole Wiesner (Liz Norton) en la primera parte, "La parte sobre los críticos".

En el año 2008, "2666" fue reconocida como la mejor novela de ficción por el Círculo Nacional de Críticos Literarios de Estados Unidos. La gracia es que acababa ser publicada en el país del norte, donde irrumpió como una explosión.

Oprah Winfrey elogió a "2666" antes de su salida al mercado, al tener acceso a una copia en pruebas. Con ese visto bueno salió a librerías.

En 2013, a través de una encuesta, el diario "ABC" la eligió como la novela más influyente en el ámbito de la lengua española. El escritor argentino Patricio Pron argumentó: "Ninguna novela de autor español reciente ha ejercido la influencia de obras como Roberto Bolaño. Sintetiza y pone punto final a varias de las tendencias dominantes en la novela del siglo XX al tiempo que inaugura otras más propias del siguiente siglo".

Ana María Moix, del diario "El País" de España, la definió como "una gran novela de novelas, sin duda la mejor de su producción, tan prematuramente interrumpida".

El escritor Rodrigo Fresán, por su parte, anotó: "Lo que aquí se persigue y se alcanza es la novela total, que ubica al autor en el mismo equipo de Cervantes, Sterne, Melville, Proust, Musil y Pynchon".

El crítico español Ignacio Echevarría en tanto la definió como una novela "inacabable, más que inacabada". El editor tuvo un rol fundamental en su publicación. Amigo de Bolaño, fue encomendado por él mismo como "persona referente para solicitar consejo sobre asuntos literarios".

En la nota a la primera edición confiesa: "No cabe duda de que Bolaño hubiera seguido trabajando más tiempo en ella; pero sólo unos pocos meses más: él mismo declaraba estar cerca del final, ya sobrepasado ampliamente el plazo que se había fijado para terminarla".

Roberto Bolaño murió el 15 de julio de 2003 en Barcelona, tras sufrir complicaciones en una enfermedad hepática que padecía.

Por Andrés Nazarala R

-Sí. Cada una de las cinco partes de la novela son un acto en particular. Seth y yo creamos un lenguaje visual y un estilo que reflejan el corazón y el alma del lenguaje literario de Bolaño. Al asignarles múltiples papeles a nuestros actores, no solo definimos cuidadosamente qué personajes son esenciales para cada escena sino que también revisamos qué personajes de diferentes períodos de tiempo tienen historias o atributos similares. Así, al ver al mismo actor haciendo varios roles, el público puede entender esas similitudes y trazar importantes conexiones temáticas.

Uno de los capítulos más controversiales y emblemáticos de "2666" es "La parte de los crímenes" en la que Bolaño describe detalladamente las muertes de las mujeres de Santa Teresa. Para Falls, ese episodio tiene un valor especial.

-El público ha estado compuesto tanto por fanáticos de Bolaño como de individuos que no sabían nada de él antes de ver la obra. Ha sido muy gratificante escuchar a personas que han leído "2666" y sienten que el montaje no es solo fiel a la novela, sino que también ilumina los hilos que conectan las cinco partes. Muchos nos han escrito para hacernos saber que la obra los inspiró para ir a casa y leer le novela, ya sea por primera vez o con el fin de reencontrarse con ella. Sorpresivamente, tomando en cuenta que dura más de 5 horas, mucha gente ha regresado al teatro para verla por segunda o tercera vez.

-¿Qué opinión tiene de Bolaño como escritor, tomando en cuenta también el resto de su obra?

-Bolaño es un poeta y novelista de clase mundial. Su obra no tiene fronteras. Considero que "2666" es la novela que define al siglo XXI.

"Bolaño es un poeta y novelista de clase mundial. Su obra no tiene fronteras. Considero que 2666 es la novela que define al siglo XXI".

luz lauren

luz lauren

"2666 no tiene precedentes ni paralelos dentro de mi experiencia. (...) Es el esfuerzo más desafiante de mis 40 años de carrera".

liz lauren

luz lauren

La supremacía Bolaño

Liz Lauren

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Comunidad siria busca rescatar su gimnasio de avenida Mackenna

INFRAESTRUCTURA. A fines de los '80 el recinto deportivo dio paso a un espacio que hasta hace un año fue utilizado como bodega. Actualmente la colectividad árabe está viendo las alternativas para darle vida al inmueble, ya sea para eventos deportivos o bien como un espacio para arrendarlo.
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Leonardo Yevenes

Mientras la av. Mackenna sufre diversos cambios por el proceso de remodelación que comenzó hace dos años, cientos de conductores deben avanzar lentamente todos los días por el tramo de Bulnes y Portales, donde nuevamente se alza con toda su grandeza el gimnasio Sirio.

Gracias a las faenas de ampliación de la arteria, es posible -sobre todo para las nuevas generaciones- admirar con mayor detención al coloso de mil metros cuadrados, el cual luce los efectos del abandono.

No obstante, su pasado da cuenta de una historia de éxitos deportivos, de vítores y punto de encuentro de la comunidad árabe siria en torno al deporte.

Y es que precisamente dicha disciplina, a contar de los años '50, fue la impulsora de concretar la enorme mole. Y es que eran tiempos donde los clubes Español, Sirio, Llanquihue, Ben Hur, entre otros, protagonizaban epopeyas dignas de admirar desde las galerías.

No obstante, ahora el viejo inmueble se encuentra a la espera de ser refaccionado gracias a la voluntad de la propia comunidad siria. Aunque no existe un proyecto concreto, entre las alternativas se cuentan recuperarlo como recinto deportivo o bien dejarlo como un inmueble que pueda ser arrendado.

Historia y básquetbol

En su fachada aún quedan recuerdos de su pasado como bodega, donde se aprecia la publicidad de una marca de pintura y otra de Comercial Climent. Además, más del 90% de las ventanas que en algún momento permitían la iluminación natural del recinto, se encuentran rotas, ya sea por la acción vandálica de algunos o por efecto del tiempo.

Al respecto Rafael Kauak, presidente de la colectividad Árabe-Siria de Osorno, señala que aunque el edificio actualmente se encuentra sin uso, existe la intención de la colectividad por rescatarlo de una vez por todas del abandono que presenta desde hace aproximadamente 25 años.

"Hasta hace un año aproximadamente como comunidad lo arrendábamos como bodega a una empresa, pero eso es algo que se dejó de hacer. Además, desde que comenzaron paralelamente los trabajos que se están haciendo en Mackenna, estamos pensando en un proyecto serio en que se pueda rescatar de una vez por todas el inmueble", agregó Kauak.

Según el dirigente de la colectividad, en las décadas de los '60 y '70 el gimnasio formaba parte de una actividad fuerte relacionada con el básquetbol.

Como explica el también superintendente de Bomberos, las competencias en aquellos años eran seguidas por el público que animaba a sus respectivos equipos, donde el Deportivo Sirio -que vestía de verde- era uno de sus protagonistas.

"Varios de sus jugadores en algún momento resultaron ser seleccionados de la ciudad en una liga que se llamaba Sopesur, donde participaban equipos representativos desde Concepción hasta Puerto Monto, incluyendo quintetos de Temuco y Valdivia", rememora.

Precisamente, entre las razones que llevaron a levantar el coloso deportivo, se cuenta la necesidad de contar con una cancha techada para la práctica deportiva, pues en la década del '50 sólo el Español contaba con gimnasio; el resto, como el Llanquihue y Ben Hur, sólo poseían estadios al aire libre.

Y como el Deportivo Sirio no contaba siquiera con una cancha de entrenamiento, optó por construirse un recinto donde llevar a cabo sus partidos de local.

"Se compró un terreno y se comenzó la construcción. Al no poder contar con todos los recursos, los mismos jóvenes realizaban Kermesse (fiestas o veladas de baile donde se vendía comida) y rifas con el fin de recaudar fondos, lo que finalmente se logró", recuerda Kauak.

Gloria del baloncesto

El recinto, que siempre contó con graderías de cemento en un solo lado, finalmente se convirtió en una alternativa de juego -en aquellos tiempos- para el único recinto que existía: el del Deportivo Español, que por mucho tiempo fue el club que dominó la escena del básquetbol local.

"Nos costó llegar a tener el gimnasio", recuerda Eduardo Ayub, ex preseleccionado chileno y jugador del Deportivo Sirio desde 1946 a 1969, testigo directo de cómo se levantó el gimnasio y con ello la gloria del club deportivo.

Con varios archivos a cuestas y 87 años de edad, pocos podrían como Eduardo recordar aquellos años donde el gimnasio era un punto de encuentro para los amantes del básquetbol y que por aquellos años llenaban las tribunas de cemento.

Considerado uno de los mejores exponentes osorninos de la época y alabado en cada uno de los recortes que mantiene perfectamente ordenados en carpetas, Ayub indica que luego de su paso por Osorno, también emigró a clubes de Santiago, como el Sirio de la capital.

"En aquellos tiempos existían muchos equipos buenos en el sur de Chile y se realizaban hartas competencias, las cuales uno hacía por el amor a la camiseta y no por el dinero como ahora", señala.

"Era un verdadero espectáculo ver cómo la gente repletaba el Sirio o el gimnasio del Deportivo Español, para ver los partidos de una liga local que contaba con varios equipos", finaliza.

Pasados los años, el básquetbol comenzó a decaer, hasta que a mediados de los '80, sólo las instituciones con más recursos pudieron subsistir, como fue el caso de Malta Morenita que tuvo el apoyo de la CCU.

En el caso del Sirio, si bien hubo un esfuerzo por sentar presencia en Dimayor, incluso contó con la incorporación de un joven Pablo Coro en 1988 (luego campeón con Provincial Osorno), la institución desaparece ese mismo año.

Futuro

En cuanto a la estructura, Rafael Kauak explicó que la fachada presenta mayores problemas, ya que por dentro el recinto se encuentra en relativo buen estado debido a su construcción en cemento. "Obviamente la cancha presenta problemas, pero es algo que se puede resolver", detalló.

Por lo mismo una vez que concluyan los trabajos viales, se comenzaría a trabajar en el frontis y en algunos arreglos internos del inmueble.

Tras ello se procedería por parte de la Comunidad Árabe-Siria que administra el recinto, a decidir su futuro uso. Pese a que admite que la intención de refaccionarlo se apuró con las obras viales, Kauak advierte que desde hace un tiempo ya existían conversaciones para rescatar el inmueble.