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Tres extranjeros cuentan por qué eligieron estudiar en Osorno

TENDENCIA. El español José López, la colombiana Diana Valencia y el francés Maxime Coignard cursan ramos en la sede Osorno de la Universidad de Los Lagos (ULagos). Factores como la naturaleza de la zona la tranquilidad y las buenas referencias que recibieron de algún amigo o colega son las principales razones que tuvieron para emigrar hasta la ciudad.
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Leonardo Yevenes

Según el Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Los Lagos (ULagos), cada vez son más los alumnos extranjeros que llegan hasta el campus Osorno para estudiar en carreras de pre y post grado, con respecto a lo que sucede con otras sedes de la misma ULagos, como Puerto Montt o Santiago. Sin ir más lejos, este año 20 alumnos de otros países han llegado hasta la ciudad para realizar uno o más periodos de estudio en las aulas de la universidad.

Estudiantes que según Julio Crespo, director del Departamento de Relaciones Internacionales de la ULagos, escogen a la ciudad por sobre Puerto Montt o Santiago, donde también hay sedes de la casa de estudios estatal, por razones como la cercanía con diversos paisajes naturales (el océano, bosques, nieve y montaña) la tranquilidad y las buenas referencias que recibieron de la zona.

Es el caso de José, Diana y Maxime, quienes han dejado su país natal por un tiempo, para aprender no sólo en lo académico, sino también costumbres, idioma y experiencias que les puedan servir al momento de volver a sus lugares de origen.

Profesionales

Cuando recién llegó a integrarse al año académico, José Joaquín López se dio cuenta que entender lo que hablaban sus compañeros de estudio era más bien complicado. Lo hacían rápido y cargados de modismos que no lograba captar del todo. A pesar de que llegaba desde Sevilla, España, el idioma parecía no ser igual a veces.

Aun así, este español de 26 años, estudiante de la carrera Administración y Dirección de Empresas (Ingeniería Comercial en Chile), proveniente de la Universidad de Sevilla, dice estar adaptándose rápido a las costumbres y a la cultura chilena e incluso a sus modismos, donde señala que "cachay" es la palabra que más rápido se le ha pegado, pese a que apenas llegó el 29 de febrero al país.

Y si bien José había salido fuera de España anteriormente, nunca lo había hecho fuera del continente europeo y menos a un país tan lejano como el nuestro.

Entre las razones que lo llevaron a cursar los dos últimos ramos de su carrera en la Universidad de los Lagos y en Chile, se encuentra el hecho de que una amiga española que trabaja en Santiago desde hace dos años, le había hablado muy bien del país, señalándole que era un buen lugar para trabajar, seguro y que recepcionaba bien a los profesionales hispanos.

Por lo mismo, José que exhibe una barba abundante, no cierra la posibilidad de volver a Chile una vez que se titule en España.

"El año pasado había tenido la oportunidad de ir a Brasil a estudiar, pero finalmente se frustró y luego se me dio la ocasión de volver a viajar a Francia o Portugal a estudiar y en Sudamérica a lugares como México, Colombia, Argentina o Brasil, pero puse como primera opción a Chile. Tengo muchos amigos que en estos momentos se encuentran enviando currículos a este país", explica.

Entre las cosas que le han gustado a José de la ciudad y la zona están los paisajes naturales y los alrededores, además de lo cariñosa que ha resultado la gente con el extranjero.

Comunicándose con su familia, señala que están sorprendidos con su rápida adaptación a la ciudad y al país, hecho que atribuye a las ganas que tenía de salir a conocer otras realidades, pero también al hecho de que una experiencia como esta puede ayudarle a su carrera una vez que vuelva a la península.

"Aquí he notado que la gente es más cariñosa, amigable y cercana. Lo único malo es que cuando se saluda a una mujer se le da un beso y como en España son dos (uno en cada mejilla), me quedaba con el segundo beso al aire", dice José entre risas.

Frío y Valparaíso

De sólo pensar cómo será el invierno, Diana Valencia siente frío y parece estremecerse con la idea. Se ha dado cuenta que en Osorno el fin del verano no es cálido como en su Colombia natal y eso podría ser lo único que la asuste de una experiencia de la que está feliz de haber concretado.

Proveniente de la ciudad de Pereira, de 350 mil habitantes aproximadamente y ubicada en plena zona cafetera del país, Diana explica que el clima cálido donde reside se da durante todo el año, a excepción de la época más 'fría' donde la única diferencia con el resto del año es que llueve muchísimo, tal como sucede en una región de clima tropical.

Llegó a la ULagos el pasado 2 de marzo con la idea de adquirir nuevas experiencias en la carrera que estudia en la universidad de Quindío, que es Licenciatura en Educación Infantil y que en nuestro país se conoce como Educación Parvularia.

"En Colombia se habla muy bien de lo que es la educación en Chile a nivel latinoamericano, por lo que muchos de mis colegas se encuentran esperando mi regreso a fin de que pueda aportarles con lo que voy a experimentar acá en temas de estrategias en la educación", dice esta mujer de 30 años y de piel perfectamente bronceada por el sol cafetero.

En sus primeros días, Diana recorrió las calles y los alrededores de Osorno, por lo que confiesa no ha tenido 'tiempo' de extrañar su hogar.

"Han sido como unas vacaciones, es decir, muy cheveres", agrega.

Uno de los puntos que más le ha afectado es el cambio de la moneda colombiana por la chilena, donde nuestro peso se muestra más fuerte que su par cafetero. Un ejemplo de ello es que 1.000 chilenos equivalen a 4.700 colombianos.

"Con ese dinero (mil chilenos) en mi país compras dos gaseosas de 3 litros, también puedes adquirir la mitad de un pollo o simplemente se puede ir a almorzar muy bien".

Consultada acerca de si extraña algo de su ciudad natal, Diana señala que hasta el momento nada en específico. Lo que sí le ha llamado la atención y le ha gustado mucho en términos gastronómicos, es el pastel de choclo, plato que la estudiante califica como 'dulce de choclo'. Asimismo, le llaman la atención los tipos de pan que se venden y quesos que hay en la zona.

"Y también encontrar cerca el mar y la montaña", dice.

Buenas referencias

A pesar de ser el menor de los tres con 21 años, Maxime Coignard es el más 'veterano'. Ello, porque vive desde agosto del año pasado en Chile, donde se encuentra estudiando la carrera de Inglés. Llegado desde Rennes, Francia, Maxime arribó a Chile sin conocer mucho el idioma castellano.

En un principio Maxime pensó estudiar en Montevideo, Uruguay, lo cual no fue posible de lograr a través de la universidad de Rennes, por lo que quedó la opción de hacerlo en Puerto Rico, Mendoza u Osorno, decidiéndose finalmente por nuestra ciudad.

En Francia conversó con otro estudiante, quien le dio muy buenas referencias de Chile, gracias a los años que había estudiado en Valparaíso y estado en Viña del Mar y Santiago.

El joven francés ha aprovechado de conocer la zona, pero también de visitar lugares como Machu Pichu, en Perú, Bolivia y Argentina.

La idea de llegar a Sudamérica surgió para mejorar el castellano, de conocer el subcontinente y salir de su país.

Entre las cosas que le han llamado la atención, se encuentra lo cálidas que son las personas acá, comparado, por ejemplo, con Francia.

Maxime recalca que su idea más adelante es volver a Sudamérica y especialmente a Montevideo, que es un lugar que le interesa mucho conocer.

"Al principio no les entendía a mis compañeros, pues hablaban muy rápido y con palabras que no conocía".

José López, Estudiante español

Objetivos

Conocer un nuevo país nuevo, su cultura y el idioma son algunas de las razones por las cuales los extranjeros llegan hasta nuestro país.

Experiencia en educación en Chile, es una parte importante para postular a realizar un semestre o un año en nuesto país.

"Con ese dinero (mil chilenos) en mi país compras dos gaseosas de 3 litros, también puedes adquirir la mitad de un pollo o simplemente se puede ir a almorzar muy bien".

Diana Valencia Estudiante colombiana

20 estudiantes extranjeros cursarán el año académico en la sede Osorno de la Universidad de Los Lagos, por sobre los 11 y los dos que lo harán en las sedes de Puerto Montt y Santiago respectivamente.

14 mil kilómetros separan aproximadamente a Chile de Francia, lugar de origen de Maxime Coignard, quien llegó a nuestro país por experiencia de otros franceses en Chile.

1.000 pesos chilenos equivalen a 4.700 colombianos, con los que se pueden comprar, entre otras cosas, dos bebidas de tres litros o disfrutar de un buen almuerzo, dice Diana Valencia.

Agosto del año pasado llegó a Chile el estudiantes francés Maxime Coignard, de 21 años de edad.