Aborto en Chile
El día 15 de marzo (martes) se han publicado dos cartas al director relacionadas con el proyecto de aborto, una que expresa la válida opinión de un creyente y activo participante de un credo religioso, que expresa con claridad su opinión respecto de los temas de fondo, asumiendo que nadie tiene derecho de imponer concepciones religiosas al resto que no las comparte, y que releva las características de una sociedad inclusiva, laica y democrática, entregando a cada cual la posibilidad de escoger.
Y la segunda, que expresa algunas extrañas relaciones entre este debate ético mayor con acciones de algunos miembros de la familia presidencial, principalmente la hija de la Presidenta, según mi opinión, tergiversando el fondo del debate, personalizándolo.
Yo creo que Chile es un país laico. Ha avanzado en la conquista de libertades individuales, sobre todo en las últimas décadas, y esta discusión nos permite nuevamente poner en la palestra el tema del reconocimiento de la igualdad.
Este proyecto de ley, abierto, que despenaliza la interrupción del embarazo bajo tres causales, protege la oportunidad del individuo de decidir, no siendo una ley punitiva o indicativa de una acción en particular, sino que dejando en libertad de decidir a las personas: a aquellas que requieran recurrir a una solución en alguna de las causales, por ejemplo la de violación, puedan hacerlo sin incurrir en el riesgo de ser penalizadas, ni el equipo clínico que lo realice; y a aquellas personas que, de acuerdo a sus concepciones religiosas o éticas, no deseen realizarse un aborto, puedan no hacerlo con toda libertad.
Además, da el espacio para que el Estado provea este servicio en condiciones de seguridad y calidad necesarios, disminuyendo la inequidad existente al respecto, innegable el día de hoy.
Lo que está en el fondo de este proyecto es entregar a la persona, a las mujeres, el derecho a decidir qué hacer en situaciones muy extremas y que nadie quisiera experimentar o vivir. Desde el punto de vista ciudadano, el triunfo es que nuestro marco legal recobre la confianza en los individuos, nos considere a todos como iguales y nos otorgue la libertad de decidir, derecho conculcado en los últimos días del régimen del general Augusto Pinochet.
Nelson Bello Oyarce, director del Servicio de Salud de Osorno
Cambio de hora I
Frente al planteamiento puntarenense de mantener el actual horario con el nombre patagónico, creo que originaría un conflicto para las personas que viajan. Al llegar allá, cambio de hora. Al volver de nuevo, cambio de hora.
Si a eso le agregamos la sugerencia de algunos nortinos, tendríamos tres horas dentro del país en un mismo uso horario, que es lo que rige esto a nivel internacional. Basta con el horario de Pascua, que se guía por lo antes dicho.
Dentro de mi ignorancia, creo que la solución está a nivel local. Si les favorece mantener el horario de invierno, modifiquen las entradas al trabajo, el inicio de clases, etc., sin tocar el horario nacional.
Germán Álvarez Hetz
Cambio de hora II
Para justificar la decisión del cambio de horario, el Gobierno argumentó los resultados de una encuesta levantada por el PNUD.
Sin embargo, al leer el detalle del informe final oficial del Comité de Monitoreo del Cambio Horario, claramente se lee que sólo el 38,8% de los 8.624 encuestados prefirieron la opción de volver a tener dos horarios; y el 60,6% prefirió mantener un horario único.
Todos nos llegaremos a acostumbrar al nuevo horario, pero resulta extraño acostumbrarse a que el Gobierno mienta tan descaradamente, pues, aquí y en la quebrada del ají, 60 es mayor que 38, por sentido común, matemática, estadística incluso, democráticamente.
Parece que Mark Twain tenía razón al decir que hay tres clases de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas; en este caso, la gran mentira del Ministerio de Energía.
Arnold Schirmer
Libro para colegios
La alerta y controversia se desató en torno a párrafos cuestionados de libros de ciencias sociales que distribuye el Ministerio de Educación. Ello nos pone de manifiesto dos aspectos fundamentales.
Uno, la falla inexplicable de objetividad, legitimidad e institucionalidad del Ministerio, y segundo, como el Partido Comunista, fiel a sus principios, está en permanente acecho a la caza de incautos, donde gente de izquierda y de acuerdo a aquello de que el fin justifica los medios, harán todo lo posible por cambiar o tergiversar la historia.
Lamentable para nuestra nación.
José Manuel Caerols