Ajuste del gasto fiscal para 2016
El complejo escenario económico nacional e internacional ha obligado a las autoridades a recortar las expectativas para este año. Además de asumir este recorte, ha de esperarse que impacte lo menos posible en aquellos programas que van en beneficio directo de la ciudadanía.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, hizo oficial hace unos días el anuncio previsto por gran parte de los analistas: el recorte del gasto fiscal para el presente año. La medida, que se concreta en medio de la caída del cobre y la debilidad económica interna y externa, precisa un menor gasto público de 540 millones de dólares, es decir, unos 380 mil millones de pesos. La cifra representa una reducción en el gasto presupuestario de 1% con respecto a lo aprobado por el Congreso el año pasado.
La decisión se funda principalmente en la lentitud de las señales de los principales sectores económicos del país. Hay que considerar que la minería no pasa por buenos momentos, lo que se repite con otros sectores exportadores del país. Y que el precio del cobre, que genera los mayores ingresos para el país, se ha deteriorado.
A ello se suman las menores demandas de China y los países industrializados, cuestiones que son fundamentales para entender el escenario nacional. En efecto, el jefe de las finanzas públicas enfatizó que todo lo anterior se debe a un entorno económico global más adverso.
En detalle, de los 540 millones de dólares, el 71% corresponde a lo que se denomina gasto corriente, como medidas de austeridad en los servicios (reducciones en horas extra, honorarios, compras de vehículos, adquisiciones de bienes y servicios como estudios, pasajes, fletes, publicidad y gastos de representación), en algunos programas específicos.
Se ha señalado que no se afectarán los presupuestos del Poder Judicial y del Congreso Nacional. Tampoco los beneficios que los ciudadanos reciben a partir de la política fiscal.
Por cierto, la medida fue aplaudida por distintas organizaciones multilaterales y el Banco Central de Chile. La lógica de gastar menos parece evidente cuando los recursos están menguados y en esto el país siempre ha mostrado seriedad en el manejo de sus finanzas. La teoría lo señala así. Sin embargo, habrá que esperar para ver si en la práctica no se afecta el gasto en programas que tienen que ver directamente con las personas.