Conmoción nacional ha causado la negativa de unos padres osorninos para someter a su hijo recién nacido al programa nacional de vacunación que busca inmunizar a toda la población infantil para prevenir la aparición de enfermedades que décadas atrás causaban estragos en las familias. El último capítulo vino desde la Corte Suprema, que ratificó un fallo anterior de la Corte de Apelaciones de Valdivia que acogía un recurso de protección interpuesto por la dirección del hospital de Osorno en favor del menor.

La acción judicial que dio curso a la actual situación se presentó a fines del año pasado, cuando los padres rechazaron que la guagua, entonces de dos meses de edad, fuera vacunada contra la tuberculosis. Argumentan ellos que este tipo de inoculaciones provocan más daño que beneficio, por la supuesta presencia de mercurio y otras sustancias peligrosas en las vacunas. Sin entregar más detalles de la literatura médica, han aducido que se trata de información fiable disponible en Internet y que además hay muchas otras familias que se oponen a que sus hijos reciban las vacunas.

Sin embargo, es la acción de los padres, y así se desprende de la naturaleza del fallo judicial, la que está poniendo en riesgo al menor osornino. No ha recibido las inoculaciones que a todo niño se le van aplicando a su edad y, para peor, en febrero debió ser internado en el Hospital de Osorno por sufrir un cuadro de coqueluche, precisamente por no haber sido vacunado oportunamente.

Es temerario arriesgar la salud de un hijo anteponiendo antecedentes encontrados en las redes por sobre el amplio conocimiento científico que sustenta el plan nacional de vacunación, y que responde a su vez a directrices de la Organización Mundial de la Salud. Aun más, la eficacia de este programa preventivo radica en que toda la población reciba las vacunas en su oportunidad, lo que se llama "efecto rebaño"; pues bastaría un caso para iniciar enfermedades que en el pasado causaron alta letalidad.

Queda esperar ahora la responsabilidad de los padres, pero también la acción oportuna de las autoridades sanitarias.

Conmemorar el Día Internacional de la Mujer es recordar la lucha por la igualdad que se ha llevado a cabo por décadas. Comenzó con la idea de mejorar las condiciones laborales de mujeres del sector textil, y se expandió a distintas temáticas de interés público, y a pesar de que en nuestro país pregonamos un avance en los derechos de las mujeres, aún hay sectores donde estos "avances" no llegan.

Las luchas por mejorar las condiciones de vida de las mujeres no se dan sólo en el Congreso o universidades, hay luchas diarias que deben enfrentar aquellas que se encuentran en situación de campamento. Y es que nacer mujer en Chile, es nacer en un ámbito de desigualdad de derechos, y encontrarse en situación de pobreza empeora aún más el escenario. Es así como frente a este contexto todos los días aquellas que habitan los asentamientos luchan para obtener agua para darle de beber a sus hijos, luchan por obtener una oportunidad laboral con un sueldo digno, que les permita ser jefa de hogar. Muchas asumen un rol de dirigencia y, en conjunto con otras mujeres, luchan por una vivienda digna para toda su comunidad y terminar de esta manera con los campamento de Osorno y el país.

No es casualidad que hoy en día, las dirigencias de los campamentos estén lideradas en su mayoría por mujeres, que se juegan la vida por ver crecer a su comunidad y por hacer valer sus derechos. Así también, en el año 2015 tuvimos la alegría de celebrar junto a 40 mujeres de Osorno que se graduaron en distintos oficios. Se organizaron, buscaron a una vecina que asumiera el desafío de ser profesora y les enseñara al resto de los pobladores su oficio, juntas aprendieron en los Talleres de Aprendizaje Popular de Techo-Chile, generando sentido de comunidad, participando en la lucha por cambiar esta realidad que se han vistos obligadas a vivir, ellas y cientos de familias.

En los campamentos de Chile se están gestando transformaciones desde el territorio, con procesos liderados mayoritariamente por mujeres, y es por esto que hacemos la invitación a todos los actores de la sociedad a seguir luchando por los derechos de ellas, y acompañar los ramos de flores de cada 08 de marzo con la voluntad y la convicción de que construir los derechos de las mujeres es construir un camino hacia un país mas justo.

Giovanna Moreira Almonacid, directora regional de Techo-Chile