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Templo católico abre sus puertas tras dos meses de reparaciones

TRABAJOS. Las obras costaron $140 millones y aún faltan otros $40 millones.
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El principal templo católico de La Unión, situado en calle Arturo Prat, frente a la Plaza de la Concordia, volvió abrir sus puertas la tarde del sábado tras casi dos meses de reparaciones, obras que aún no concluyen.

El administrador parroquial, Andrés Chavarría, confidenció que la inversión se acerca a los 140 millones de pesos y como ejemplo indicó que la grúa que es usó en las obras tenía un costo cercano a los 500 mil pesos diarios.

"Pero era necesario por seguridad y para hacer un buen trabajo en la torre principal, que corría el riesgo de perder verticalidad", indicó.

Fue así como se cambió la techumbre de la nave central y los alerones, el templo fue pintado completamente, se cambiaron los pilares sur y norte de la torre principal, que fueron reemplazados por hormigón armado, lo que da tranquilidad a la comunidad y feligreses que acuden al templo.

La iglesia quedó remozada con pintura amarillo claro, azul y blanco, lo cual ha generado buenos comentarios en los unioninos, quienes ahora ven al templo con un nuevo "rostro".

El administrador aclara que no han terminado y que a lo menos faltan 40 millones de pesos adicionales, porque deben enfrentar a la brevedad el mejoramiento de la pared norte que colinda con el edificio consistorial, porque de lo contrario ese daño puede traspasarse al interior del templo.

"Debemos salir a golpear puertas en la industria local, entre los comerciantes y seguir con las campañas que hemos realizado para conseguir los recursos, pero nos falta y de allí el llamado a la comunidad para preservar nuestro templo que cumple 102 años de existencia", sostuvo Andrés Chavarría.

La historia del escritor y filántropo que comenzó siendo junior

RELATO. Ricardo Preisler Junginger se desempeñó en el Molino Grob, donde jubiló, y debido a su aporte a la comunidad ha recibido numerosos reconocimientos.
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Ricardo Cifuentes

Comenzó a trabajar cuando era un adolescente y su primera actividad fue la de junior en el Molino Grob de La Unión, hasta ocupar el cargo de subgerente en una de las empresas más prestigiosas del sur de Chile.

Ricardo Preisler Junginger, casado con Lilo Krestzchmar y padre de un hijo, nació hace 94 años en Santiago. Cuando era niño, y por razones de trabajo, sus padres se trasladaron a Frutillar donde estudió hasta los 18 años, edad con la cual precisamente ingresó a trabajar en la empresa molinera, donde escaló todos los puestos hasta jubilar.

Con 25 años retornó a Frutillar a cargo del molino que la firma había adquirido allí; posteriormente se trasladó a La Serena, donde durante un año estuvo a cargo de la distribución de harina en el norte. Tenía 28 años cuando le ofrecieron la subgerencia, cargo que aceptó y ejerció por 26 años, al lado del gerente del Molino Grob, Juan Fischer.

Reconocimiento

Tras jubilar, canalizó su preocupación en varias instituciones, lo que generó el reconocimiento de todos los sectores por su capacidad de gestión y la identidad que mantiene con La Unión, "mi ciudad", afirma enfático.

Todo ello le ha valido que fuera declarado Hijo Ilustre en 2005, recibir galvanos del hospital local, de la sociedad propietaria del Colegio Alemán

(donde fue presidente, secretario, tesorero y administrador) y del Club Alemán.

"Después del terremoto de 1960 conseguimos los recursos de una fundación alemana para construir el nuevo edificio del colegio", relató.

Fue, además, integrante del directorio general del Cuerpo de Bomberos, del Club Aéreo y parte del Consejo Económico Social. Y en el fútbol integró La Unión Fútbol Club.

Asimismo, financió el sistema de alcantarillado del Callejón Mundaca y reunió los recursos para la pintura del hospital, de la Escuela de la Cultura y del templo católico cuando no existía otra manera de conseguirlo por otros medios.

Viajes

Los nombres, fechas y situaciones anecdóticas van a apareciendo con asombrosa rapidez a medida que transcurre la conversación con Ricardo Preisler, como el viaje a La Serena en un automóvil Ford 28 el año 1946, cuando todos los caminos eran de ripio. Junto a sus hermanos demoraron 33 horas en recorrer los casi dos mil kilómetros, claro que el auto se quedó en el norte y se devolvieron en bus. Asimismo, recuerda los constantes viajes a Valdivia y Osorno en bicicleta.

Recorrió todo el país de sur a norte, tras lo cual hizo cinco viajes a Alemania, otros a Estados Unidos y a países de Sudamérica y Asia, lo que conforma parte de sus experiencias y recuerdos gratos.

"Subí al volcán Osorno y fui elegido en 1962 como el mejor empleado de Chile. Me considero una persona feliz, he vivido y he sentido el reconocimiento de toda la comunidad y mi secreto es siempre estar activo", recalcó Ricardo Preisler Junginger.

Investigador y escritor

"Escribo desde siempre, lo hago a diario y recopilo todos los hechos que considero importantes para la comuna y la ciudad de La Unión, lo que se concretó en 2007 con la edición de un libro con la historia de La Unión desde 1792, texto que ha tenido buena acogida y es de consulta para cualquier actividad relevante de la ciudad", señala, aunque sigue trabajando para actualizar los 8 años siguientes de la ciudad.

Sobre el presente de La Unión, Ricardo Preisler se muestra preocupado por la pérdida de fuentes laborales y si bien cree que ser capital provincial ayuda a generar empleos, faltan más industrias en la ciudad, ya que la única importante es Colun.

Precisa que las autoridades hacen una buena gestión, pero echa de menos aquella ciudad que fue catalogada antaño como la capital industrial de la zona sur.